"Puchi" García: La insondable finalidad del ser

Ajeno a los rótulos, pasional en cada paso que emprende, “Puchi” García busca en su primer disco hacerse cargo de quién es. Gestor cultural en un principio; poeta por naturaleza y de la naturaleza después, ahora el merlino afronta una nueva etapa como cantor y compositor. El álbum con el que emprende ese desafío se llama nada más y nada menos que “Ser” y desde la semana pasada está en las plataformas.

Once canciones que muestran la versatilidad de raíz folclórica que practica el autor, en los ritmos también García prefiere alejarse de los confines “en donde hay un ser que te habita”. Acaso por eso el disco tenga el nombre que tiene.

Un tema para su amigo Ramiro González, incansable trovador de La Rioja; otro para Javier Báez, un notable músico merlino que murió en Suecia hace cuatro años; y canciones que en sus títulos indican un camino rítmico como “Cueca de los carros”, “Milonga de los abrazos”, “Zamba de la cuesta” y “Chacarera del Mollar”, componen un disco de apertura para la carrera del cantautor.

Una de las cosas que más ocupó a “Puchi” durante la gestación del álbum fue la mirada hacia una coherencia estética y ética. De hecho, cuando “Pilo” García, el productor, hizo la primera selección de canciones por sobre las 25 que le había mandado el autor, fue doloroso para el compositor observar que algunas debían quedar afuera.

“Me dio a entender que las que había seleccionado hermanaban el disco en su totalidad, lo cerraban perfectamente y que las que no entraron bien podrían abastecer a otros proyectos”, explicó el artista, autor de dos libros y padre de un hijo llamado Camilo.

“Ser” se grabó en los estudios serranos “Lampalagua” y además de la supervisión de “Pilo” contó con la edición de Martín Cristini, un reconocido músico merlino “que es un hermano para mí”, dijo García. 

La banda que lo acompañó en la grabación será la misma que tendrá “Puchi” para la presentación en vivo del disco, un largo camino que comenzará el 7 de junio en la sala Amigxs de Merlo y que tendrá paradas en San Luis, Villa Mercedes, Córdoba y Buenos Aires en el segundo semestre. 

Para el show del fin de semana en su pueblo, García tiene preparado una velada especial que incluye bailarines, audiovisuales y bibliotecas populares de la región que reafirman el origen literario del autor. “Les vamos a dar un abrazo a esos espacios que están sintiendo el embate de las políticas públicas”, declaró. 

Acostumbrado a acompañar tras la gestación a un objeto tangible, como un libro, ahora “Puchi” tiene que presentar la música subida a más de 100 plataformas gracias al INAMU. el Instituto Nacional de la Müsica. “La gran diferencia es la masividad. Con un libro, se ve el objeto, se palpa. El disco, en cambio, se sube a la nube, se empieza a replicar automáticamente y entonces el vértigo es mucho más grande. Como que se pierde el control de la obra”, explicó. 

Muchas de las cosas que García intenta decir en sus canciones no son casuales. Son parte de una inquietud colectiva que surge por el lugar donde vive, en el norte de la provincia, con Traslasierra cerca. “Acá hay una forma de hacer las cosas que se está armando, posiblemente sean destellos de algo grande, no lo sabemos, pero por ahora eso y se da en el rock, en el punk, en el folclore…”, enumeró.

La expresión del cantautor serrano se refiere a cuestiones estilísticas. “No es zamba, no es chacarera, no es cueca, -enumeró García- porque el estilo va cambiando y es fidedigno a lo que pasa por acá, a una forma de decir. Siento que el disco le es fiel a la región, aunque es un sonido que excede lo geográfico”.

En medio de la gran cantidad y variedad de sensaciones que envuelven a “Puchi” desde que “Ser” está disponible, la que más lo tranquiliza es la de, por fin, encontrar una voz y reconocerse en ella. Un hallazgo que no fue casual sino buscado, ya sea en la poesía o en la canción, el género que ahora lo abraza, lo abriga, lo cuida, pero, no obstante, lo aleja de los rótulos incómodos.