La postal esperanzada de un festival hecho con amor

No hay otra forma de mantener un festival de teatro por once años sin la dedicación, pero sobre todo sin el amor, que el grupo Revenir le pone al festival “La palabra en escena”, que durante dos semanas celebró una nueva edición con sedes en La Punta, El Volcán, Villa Mercedes y San Luis. Una vez, como desde hace más de una década, el encuentro fue un éxito.

El público respondió de manera masiva a la mayoría de las funciones y el mundo teatrero puntano se acopló a las charlas y los seminarios que la grilla preparó para ellos. Es posible que el mayor mérito del encuentro haya sido consolidarse como parte inamovible de un calendario cultural en la provincia capaz de sobrepasar pandemias, problemas económicos, quitas de ayuda y un panorama incierto para el teatro independiente de todo el país.

“Lo único que podemos decir es gracias, porque estamos muy felices que un evento se sostenga durante tanto tiempo en la provincia”, dijo Daiana Calabrese, la directora del grupo, organizadora principal del festival y factotum de Revenir.  “Me llena de esperanza ver estos públicos interesados en venir a los teatros o a recibir los espectáculos en sus instituciones educativas o en centros culturales. Me llena de esperanza las ganas de encontrarse en otros contextos no cotidianos como es el teatro. Me llena de esperanza de que pueda haber un cambio muy positivo de encuentro, de comunidad, porque justamente eso es el teatro”, señaló Daiana, cansada el lunes a la siesta luego de dos semanas de mucha acción aunque incansable en su quehacer teatral.

El desafío para el grupo es año a año acercar espectáculos que mantengan un nivel estético y continúen con el llamado de atención del público. Obras para chicos, para adultos, música, magia, una muestra de pinturas, reflexión y risas conformaron once días en donde más de 85 artistas se mostraron y recibieron el aplauso y el calor de los puntanos.

La encargada de cerrar el festival fue la humorista uruguaya Alejandra Menéndez, quien hizo dos funciones –una en Villa Mercedes y la otra en San Luis- con la gente de pie tras una hora de carcajadas genuinas. “Me voy con un montón de emociones por lo que significa compartir mi arte. Es la primera vez que voy a otro país a hacer un unipersonal y al expandirme en los ambientes siento que nos expandimos todos”, dijo, al borde de la emoción, la actriz oriental.

Como todos los artistas que pasaron por el festival, Menéndez agradeció el recibimiento de los organizadores y dijo que la contención es parte fundamental del éxito.

Es que Revenir recibe a los teatreros y los acompañan en un tour por distintas localidades en una intención de revalorizar también el turismo cultural, una idea que lleva a los artistas no solo a maravillarse con la estructura edilicia que tiene la provincia sino también con las bellezas naturales. “Nos parece muy importante porque el teatro es nuestra cultura, nuestra identidad”, señaló Calabrese.

“San Luis es una provincia hermosa, recorrimos diques, arroyos, estuvimos en contacto con la naturaleza y con la gente”, dijo Gustavo Friedenberg, actor de “Habitar un pájaro”, una de las obras que pasó por la provincia durante la semana. “Siempre nos encanta enfrentar la obra a nuevos espectadores y recibir el cariño a través de aplausos o de comentarios, incluso preguntas. Pero además estamos en un momento tan extraño y tan adverso para el arte y para la cultura, que encontrarse con gente que sigue haciendo, que sigue gestionando, que sigue apoyando y haciendo fuerza para que se puedan hacer cosas, es profundamente conmovedor”.

Como suele suceder apenas termina una edición del festival, Calabrese y su grupo se tomará un par de días de descanso y luego retomará la organización para el año que viene. Para el grupo Revenir, el amor no se termina nunca.