Crece la demanda de repelentes de mosquitos en la ciudad

La provincia acumula hasta el cierre de esta edición diez casos de dengue. Son 6 importados, 3 autóctonos con nexo probable y uno autóctono sin nexo epidémico. Registran 5 en San Luis y 5 en Villa Mercedes. También hay un contagio de fiebre chikungunya procedente de Paraguay, detectado en la ciudad villamercedina. El mapa en el país arroja más de 28.200 casos. Este escenario reforzó las nociones preventivas y la gente se vuelca a una tendencia en la compra de repelentes. En las farmacias de la capital puntana señalan que hay unas cinco consultas diarias para comprar este tipo de artículos.

“Se nota la demanda de repelentes, especialmente por las temperaturas que tenemos. También suelen buscar cremas para las picaduras. Hay una gama de productos muy amplia, algunos vienen en aerosol, otros en crema, hay con color y sin color, de larga duración; para todas las necesidades”, comentó la farmacéutica Guadalupe Cora.

El brote a nivel nacional ha generado en diferentes jurisdicciones un incremento en las ventas y temen por la escasez. La Confederación Farmacéutica Argentina remarcó recientemente que los repelentes han pasado a ser un bien codiciado, ya que una de las medidas preventivas para luchar contra el mosquito Aedes aegypti es justamente el uso de estos productos. En los hechos, el stock no ha llegado a cero, pero los referentes del país siguen de cerca las variables. Esperan que la demanda no repercuta en los precios.

Para conocer el panorama en la ciudad, El Diario de la República concretó un recorrido por diferentes farmacias. Al menos en San Luis, no hay faltantes del producto. Por el contrario, están diferenciados y ubicados en espacios estratégicos, a la par de otros elementos de primera necesidad. Los precios son amplios y van desde los $200 (que puede costar un producto para llevar fácilmente en una cartera o una mochila) hasta los $2.500. Si bien no hay mediciones oficiales, varios calculan que con respecto al año pasado la variación de valores trepó un 40%.

“Hay mucha demanda, lo que pasa es que es preventivo. Lo que se nota en la experiencia de la gente es que los mosquitos cada vez son más fuertes. El ejemplo más claro es cuando se utilizan los insecticidas, que muchas veces no los afectan como antes. Lo cierto es que los repelentes son efectivos y hay conciencia en los clientes, que permanentemente preguntan por estas alternativas. Hoy por hoy  el mercado se ha expandido”, señaló el técnico en gestión farmacéutica, Marcos Alcaráz.

“Existen distintos tipos, pero la efectividad es la misma. Lo que ocurre es que la modalidad de crema se compra por lo general para uso doméstico, mientras que el aerosol, que es incoloro y tiene una absorción más rápida, se lleva para usar afuera”, agregó.

En diferentes locales, aseguran que la demanda de repelentes se aprecia con una tendencia especial para los más chicos. Ocurre que madres y padres ven a los bebés y niños con más vulnerabilidad. Y los artículos se venden según la edad, ya que los que son para adultos contienen compuestos que pueden afectar a los menores.

Un detalle particular tiene que ver con la amplia variedad de marcas que se pueden encontrar, incluso hay fórmulas importadas. Lo cierto es que estas últimas sí arrojan dificultades a la hora de conseguirlas. Más allá de los detalles que se pueden describir, lo cierto es que los clientes pasaron de una preocupación por la pandemia a una inquietud por el dengue, y ello se traduce en la venta de repelentes. 

Sobre el dengue

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, se registran casos de dengue en 13 provincias (y en 5, chikungunya).

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el insecto se alimenta con la sangre de una persona enferma y luego pica a otras, transmite la patología. El contagio se produce solo por picadura de insectos infectados, nunca de una persona a otra ni a través de objetos o leche materna. Sin embargo, y aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.

Algunos síntomas son fiebre, dolor detrás de los ojos, de cabeza, musculares y en las articulaciones; también se presentan náuseas y vómitos, cansancio intenso o la aparición de manchas en la piel.

En el caso del chikungunya, que también es transmitido por el Aedes aegypti, se trata de una enfermedad viral cuyos síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura. Lo más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38º, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas pueden ser dolor muscular, de cabeza, náuseas y fatiga.