Tras protestas, vecinos de La Vecindad logran acceso a la electricidad

Después de días de tensión, cortes de calle, ollas populares y protestas en Terrazas del Portezuelo, los vecinos del barrio La Vecindad lograron lo que parecía imposible: que el gobierno de Claudio Poggi los escuche. El acceso a la electricidad, un derecho básico que venían reclamando hace meses, fue concedido recién cuando las columnas de manifestantes comenzaron a marchar frente a la Casa de Gobierno.

Según informaron los voceros barriales, el ministro de Infraestructura les confirmó que se va a cambiar todo el tendido precario existente, se restablecerán las líneas de conexión y, en los próximos días, firmarán los permisos necesarios para la colocación de medidores. Además, anunciaron que se les asignarán terrenos para la regularización definitiva de sus viviendas.

La ecuación es sencilla: el poggismo no negocia bajo presión institucional, pero sí cuando el reclamo se instala en la puerta. El malestar social no forma parte del decorado que la gestión quiere mostrar hacia afuera. Y menos aún en un contexto donde el relato oficial de orden y eficiencia comienza a desmoronarse al ritmo del ajuste.

El intendente Jorge Gastón Hissa también quedó salpicado. Fue él quien, en plena campaña, prometió resolver el problema del barrio. Casi dos años después, ni siquiera se dignó a recibir a los vecinos. Prometió luz, pero brilló por su ausencia.

La experiencia dejó una enseñanza: sin protesta, no hay respuesta. Los vecinos de La Vecindad llevaron su reclamo a la vista de todos y consiguieron lo que ningún despacho oficial quiso garantizarles.