Candelaria: denuncian un caso de "mala praxis" que costó una vida

La situación de la salud pública en la provincia está en crisis y pese a los reclamos de la gente, las autoridades no aplican medidas para revertir el escenario. Fallas en los diagnósticos, falta de insumos y recursos, escasez de especialistas, son algunos de los dramas registrados. Pero esta vez, los problemas sobrepasaron todos los límites. Juan Cruz Ojeda, un vecino de Candelaria, denunció públicamente el gravísimo caso que vivió con su papá en el Hospital "Juan Carlos Ortiz". Tras una serie de impericias, el hombre perdió la vida. 

De acuerdo a lo que explicó Ojeda, todo se remonta al 24 de marzo. Ese día, llevaron a su padre al hospital de la localidad, alrededor de las 19 horas. Estaba descompensado, con problemas para respirar y su cuerpo "sumamente hinchado" por la acumulación de líquido abdominal. "Después de 7 días de haber hecho duelo por la muerte de mi padre y haber tomado un poquito de fuerzas, me veo con la necesidad moral de hacer una denuncia pública al Dr. Gabriel Fonzalida por negligencia y mala práxis", apuntó en las redes sociales. El Diario de la República se comunicó con Ojeda, quien confirmó los hechos detallados en la publicación. 

Según las palabras de Ojeda, en el momento posterior a las revisaciones de rigor, el médico en cuestión le administró dos sueros para darle medicación. Al pasar unos minutos, de alguna manera parecía que había logrado compensar la situación un poco y le dio el alta médica, apuntando que sus "signos vitales estaban bien" y que podía volver a su casa.

Fuertes dudas y la súplica por una derivación

Pese a las referencias médicas, la familia de Ojeda seguía viendo muy mal a su papá. Es así que le pidieron al doctor una derivación al Hospital Central "Dr. Ramón Carrillo", pero la solicitud fue negada. El especialista insistió en que sus signos vitales no arrojaban problemas y les advirtió que no podía efectuar tal derivación porque en el nosocomio "no había camas de internación" y por ende, no lo iban a recibir. Además, el profesional sugirió que lo llevaran en un auto particular para que lo ingresaran por la guardia del hospital, afirmando que era la única forma en la que lo podrían asistir. 

En el medio, como es de esperar en semejante escenario, hubo instancias de discusiones. La familia entendía que algo no estaba bien y que requería atención en la capital. Pero nada fue suficiente para que los escucharan. 

Derivación tardía y dramas inaceptables

Finalmente, terminaron llevando a su padre a su casa, con sus supuestos signos vitales normales. El hombre no durmió, agonizó toda la noche. Al amanecer, fueron al hospital en busca de auxilio y recién en esa instancia decidieron trasladarlo por su estado de gravedad. 

Según precisó Ojeda, la ambulancia salió a las 10:30. Pasando Luján, a una distancia estimada de 10 kilómetros, la unidad interrumpió su traslado para auxiliar a dos menores. En ese momento, el papá de Ojeda "pedía auxilio y ayuda porque no podía respirar".

Mientras que el médico no se encontraba en el móvil, pasó lo peor. Ojeda cree que fue allí cuando su papá perdió la vida ya que observó que "se quedaba sin aire". Ya para cuando llegaron al Hospital Central, el hombre estaba muerto. 

"Como si fuera poco, la ambulancia no tenía el combustible suficiente para llegar a destino, tuvieron que interrumpir una vez más el traslado para cargar combustible", repudió.

"Hoy digo, si este doctor hubiese trasladado a mi padre aquella misma noche, la historia sería otra. Hasta un estudiante de medicina se hubiera dado cuenta del cuadro que padecía. Mi padre ya se fue, lo mataron literalmente, pero quiero expresar todo esto en su memoria, para que no siga sucediendo con otras personas del pueblo. Nadie se hace cargo de nada, todos se lavan las manos. Espero que las autoridades tomen cartas en el asunto", subrayó.