Caso Pablo Peña: "Fue un golpe duro lo que dijeron, nosotros no omitimos nada"

La muerte de Pablo Peña conmocionó a la provincia. El peluquero era muy querido por la comunidad y su partida temprana causó bronca por una serie de desmanejos que apuntan a la atención que recibió en el Hospital Central "Dr. Ramón Carrillo". Esta semana, el nosocomio emitió un comunicado donde precisó detalles médicos que indican un cuadro complejo, debido a los antecedentes patológicos del paciente. Además, la institución apuntó a los allegados de Peña por no informar las enfermedades preexistentes. La familia está indignada. 

"Si tenía o no una enfermedad crónica no cambia las cosas. La verdad sólo sabíamos que era diabético, si tenía algo más no fue por omisión, fue por desconocimiento. ¿Cómo van a pensar que nosotros ocultamos las cosas para que el muera? ¿En qué cabeza cabe?", contó con profundo dolor el hermano de Peña, Rubén, en diálogo con El Diario de la República. 

"Para nosotros fue un golpe duro lo que dijeron, nosotros no omitimos nada. En todo caso, si fuese cierto, fue por desconocimiento de nuestra parte ¿Cómo vamos a omitir una cosa para perjudicarlo? Es imposible", agregó.

Por otra parte, describió que el Hospital le envió una nota a la madre, Ana María Orozco, en la que la citaron para informarle aspectos relacionados con el proceso de atención brindado a Peña. El escrito, con fecha del 27 de enero y firmado por el doctor Raúl Coria, del Comité de Gestión de Riesgos, tenía mal el nombre de la madre, estaba dirigido a "Ana Suárez". 

"Mi mamá estaba indignada porque ni siquiera se tomaron el trabajo de averiguar cómo se llama. Ese nombre lo pusieron en una nota de un diario de acá de San Luis, es decir que los del Hospital miraron esa noticia para sacar el nombre de mi madre", repudió. 

"Quieren hacer quedar mal a mi hermano, que era una excelente persona. Haya tenido lo que haya tenido, no deja de ser lo que era mi hermano. Lo tendrían que haber atendido como se merecía", apuntó. 

Rubén sostuvo que el cuestionamiento central es lo que ocurrió los días 18 y 21 de enero, cuando lo atendieron previo a la muerte. Durante esas consultas, independientemente de todo el contenido médico informado sobre el estado de salud de Peña, la realidad es que no recibió una buena atención. Según mencionó, apenas le revisaron la vista y lo palparon. Eso fue todo. Además, le trataron su dolor como una "contractura" en primer lugar y como "problemas de ciático" en segundo término. En ambas oportunidades, la "solución" fueron analgésicos. 

"Si lo encontraban a tiempo o si le hacían los análisis pertinentes, hubiesen visto qué tenía y no hubiésemos llegado a la falla catastrófica a la que llegamos el día 22. El primer día que lo llevé a la guardia, lo llevé casi por sus propios medios, con una simple radiografía o un simple análisis a lo mejor podían ver algo. Nos dijeron neumonía y ahora nos salen con esto", concluyó.