"Ser bombero significa toda mi vida"
Es el subjefe del Cuerpo Activo de El Fortín. Ingresó al cuartel a los 13 años y está a punto de cumplir 47 al servicio de la comunidad.
Por redacción
| 21 de julio de 2024
"Nenucho", un bombero con anécdotas para contar. Foto: Juan Andrés Galli.
Jorge Miguel “Nenucho” Aberastain es el bombero voluntario más antiguo de la provincia de San Luis y lleva casi cuarenta y siete años de servicio. Ingresó a los trece al cuartel “El Fortín”, de Villa Mercedes. En la actualidad, es el subjefe del cuerpo activo de la institución y está a cargo de los aspirantes.
“Para mí, ser bombero es algo muy hermoso y reconfortable; significa toda mi vida”, dijo el hombre, muy emocionado, y aseguró que no podría dedicarse al servicio sin el apoyo de su familia.
El 7 de octubre de 1977, Aberastain comenzó con una aventura que, sin saberlo, se volvería una parte muy importante de su vida. “Un compañero que iba conmigo a la escuela Industrial, Carlos Calderón, y quien ya formaba parte del cuartel, me invitó y yo accedí, con mucha curiosidad, porque los bomberos es un mundo aparte y muy grande”, expresó.
La primera emergencia a la que tuvo que asistir fue con diecisiete años: un accidente vehicular en la ruta. “La verdad es que fue duro, porque habían chocado dos camiones y dejó víctimas fatales. Si bien fue fuerte ver la situación, me sentí útil, porque sabía que estaba ayudando a realizar un trabajo que no es grato”, recordó el comandante mayor.
Cuando empezó a asistir a los incendios de viviendas, entendió lo que significaba ayudar al otro. En esas experiencias pudo aplicar todo lo que había aprendido.
“La respuesta de la gente es muy positiva, siempre nos agradece mucho y eso nos reconforta, es como una forma de pago”, reflexionó Aberastain.
Actualmente, el subjefe está a cargo de los aspirantes que transitan su primera etapa de formación. Contó que, además de enseñarles las tareas que deben cumplir, también se encargan de inculcarles valores y, sobre todo, el lema que los identifica: “sacrificio, abnegación y desinterés”.
El enunciado fue creado por los fundadores de la institución el 19 de agosto de 1961. Era un grupo de vecinos encabezados por don Juan Bautista Piaggi, que se unió con el propósito de ayudar al prójimo sin pretender ni esperar nada a cambio.
El trabajo que hacen los bomberos voluntarios para asistir a la comunidad es realmente admirable. La historia del comandante refleja la pasión y vocación de servicio que tienen las personas que eligen este oficio, que es muy sacrificado y, en muchas ocasiones, pone en peligro sus vidas.
“A quienes deseen ingresar me gustaría decirles que es una actividad muy linda, que pueden conocer a mucha gente y lugares de toda la Argentina. La verdad es que es una hermosa experiencia”, concluyó el subjefe.
En sus inicios, el cuartel de bomberos voluntarios “El Fortín” tuvo sede en el edificio de la Municipalidad de Villa Mercedes. Diez años después, pudieron establecerse en la actual central, que está ubicada en la intersección de Remedios de Escalada y Pedernera.
La semana pasada, inauguraron un nuevo espacio para cubrir la zona sudoeste de la ciudad y también el barrio La Ribera. El Destacamento N° 1 está ubicado en el predio del Parque La Pedrera.


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