Un tambo caprino con grandes perspectivas

Cuando una actividad u ocupación se realiza meramente por placer, es motivo de alegría, dedicación y esfuerzo, nada puede salir mal. Este es el caso de Rodolfo Kelizek, un metalúrgico de 61 años que dejó la gran ciudad hace seis para instalarse en San Luis, criar cabras y cocinar. Actualmente cuenta con un plantel de 350 animales de la raza saanen. El tambo La Alegría, ubicado en RP-6, camino a Villa Larca, produce dulce de leche, yogur, ricota y hace quesos de diferentes variedades. Además, acaba de sumar un nuevo estímulo, recibió en Santa Fe un reconocimiento por la calidad de sus producciones.

Este proyecto comenzó en Buenos Aires, “arrancó como un hobby, de casualidad, me dijeron que dedicarse a esto era muy difícil. Pero no hice mucho caso, como verán, y decidimos aceptar el reto. Empezamos en forma muy precaria, y después de elaborar algunos quesos tuvimos una repercusión importante, era un producto especial que habíamos sacado. Ahí decidimos venir a vivir a San Luis. Trasladamos todo para acá y se puso todo mucho más serio, dejó de ser una simple pasión, para transformarse en un trabajo”, cuenta el productor, que mientras habla con los cronistas de la revista El Campo está acompañado por Nancy Milone, una de las empleadas del tambo.

“Estamos muy contentos con esto, por eso estamos trabajando duro”, expresa Kelizek, y el sentimiento se confirma al notar que en su establecimiento todo está limpio, ordenado, decorado y predispuesto a recibir visitas.

Cuando arrancó este emprendimiento el metalúrgico solo contaba con 30 cabritas y 2 machos. “Ahora tenemos un plantel de más de 350 animales, de la raza saanen. Es una raza bastante bien lograda, se da muy bien en esta zona, sentimos que vamos mejorando mucho, y con ayuda de la gente del INTI, por ejemplo, queremos ir logrando nuestros objetivos, uno de ellos es optimizar la calidad del producto”, explica y añade que las cabras con las que trabajan son muy particulares. “Es muy dócil, necesita el contacto humano, se estresa con mucha facilidad, es un animal que puede morir solo por dolor o por estrés. Entonces hay que cuidarlas mucho. La suerte es que contamos con un equipo de trabajo muy bueno, ellos hacen que esto se convierta en una familia y que todo funcione como tiene que ser, de la mejor manera”.

En promedio en el ordeñe, cuando el pico es alto, obtienen alrededor de tres litros. “En el tambo tenemos alrededor de 130 animales, ahora hay 80 porque algunas cabras han parido. Esos animalitos se van sumando al plantel y este año vamos a tener un poco más de animales que el año pasado, todos los años se vamos sumando”, explica Kelizek.

Agrega que la cantidad de leche por animal depende de la clasificación de las cabras: “Tenemos de primera lactancia, segunda y tercera. Las de primera dan alrededor de un litro doscientos, no más que eso; las de segunda andan por el litro y medio; y las de la tercera, que es el pico más alto, promedian los 3 litros”, asevera.

“La mayoría de los productores que tienen este tipo de cabras, las hacen parir dos veces al año, tienen cinco meses de gestación, y se las ordeña dos veces al día. Nosotros, por un manejo de bie-nestar animal y alimentación logramos lactancias de nueve meses, con lo cual las hacemos parir una sola vez al año, y se las ordeña una sola vez por día. Lo importante es cuidar la salud al máximo”, dijo Kelizek.

Este cuidado también se puede apreciar en la disposición de los corrales, están discriminados por edad, entonces los más pequeños están más tiempo con sus madres, las cabrillonas también esperan allí el momento ideal para quedar preñadas.

En cuanto a la nutrición, los animales normalmente comen alfalfa, como fibra seca, a la mañana; también les proporcionan maíz partido, una proteína al 18%, calcio y un expeller de soja, “en el caso de las que están en lactancia, y estamos preocupados porque este es un producto bastante complicado de conseguir. Estamos armando corrales nuevos, se está tratando de automatizar la línea de tratamiento de animal, lo mismo que la planta de procesamiento que, si bien es chica, cuenta con alta tecnología. Tiene un pasteurizador moderno y un equipo de 10 bajadas”, explica el productor.

Para 2024 el horizonte de crecimiento se presenta prometedor. “Estamos seguros que va a ser muy bueno, en cuanto a la reproducción, los niveles de leche van aumentando, la calidad mejora notablemente. Estamos mucho mejor cada año, inclusive en la sanidad hemos recibido ahora el estatus libre de tuberculosis y de brucelosis”, dice Kelizek.

La línea de productos que ofrece La Alegría es muy amplia “por ahora estamos produciendo todo lo que es ricota, dulce de leche, quesos semiduros, quesos duros y queso blando, además hacemos un cuartirolo y un sardo muy rico. Tenemos yogur. Y estamos tratando inclusive de mejorar y estandarizar lo que ya tenemos, porque después queremos apuntar, más adelante, con algún otro tipo de queso más como el azul”, adelanta orgulloso y aclara que con todo lo que hacen buscan posicionarse en el área gourmet.

“Tratamos de expandirnos en la provisión del producto en restaurantes, en San Luis, en Buenos Aires, y hasta Bariloche. Acá en la provincia estamos en el hotel Potrero de Funes, y abastecemos a restaurantes de toda la cadena de Merlo. Además, contamos con nuestro restaurante propio, que es temático, y para las preparaciones se utilizan materias primas que se producen acá. Entonces la venta es al turista que, para se quede a disfrutar el día, cuenta con todas las comodidades que se pueden apreciar, y tenemos también un distribuidor en Buenos Aires”, afirma.

Con total optimismo, el metalúrgico expresó que para él Argentina es un país maravilloso y tiene muchas oportunidades. “Los gobiernos van y vienen, pero el país siempre está. Considero que hay que apostar a la gente, apostar al trabajo. Siempre cuando uno hace las cosas con ganas, todo va para adelante. Hay que pelearla. Realmente trabajamos mucho todos acá y los resultados se ven. Hay que jugarse”, expresa el productor.

“Trabajo desde muy chico y tengo muchas actividades. Aparte de eso, represento una firma italiana de equipos para todo Mercosur. Hago muchas cosas. Lo importante es poder brindar trabajo y ayudar a que otros se desarrollen y puedan hacer cosas”, afirma Kelizek.

“Mi señora, Stella Testa fue la hacedora de todo junto conmigo, ella manejó toda la decoración y el armado del restaurante, que está atendido por nosotros y está garantzada la calidad de atención”, concluye.

► Con la ayuda del INTI

“El proyecto evolucionó siempre, más que nada por sus trabajadores. Nosotros lo único que hacemos es brindar un apoyo técnico en capacitación. El mérito es el trabajo del día a día. Nosotros venimos una vez cada mes, hacemos diagnósticos, evaluamos la calidad de los quesos”, indica Christian Quantin, y agrega que todo inició tras firmar un convenio que hizo con el Ministerio de Producción.

A través del Gobierno de San Luis la institución pudo contactar a los productores caprinos de la provincia. “Nuestro trabajo consiste en capacitar, formar, transferir la tecnología que conocemos, tanto de buenas prácticas de ordeñe, para tener una buena calidad de leche, como en la elaboración de los distintos tipos de quesos”, especifica el técnico del INTI.

El primer paso que realizan es reu-nirse con los productores para hablar sobre los aspectos de la producción de quesillo artesanal. “Este es un rubro que hay que explotar en la provincia, y más con el tema caprino. Después hacemos elaboraciones, chequeamos que hayan salido y probamos los quesos, que es la parte más divertida”, reconoce Quantin y añade que “poder capacitar y brindar apoyo tecnológico y la transferencia de conocimientos es sumamente importante”.

► Dos medallas de bronce

El tambo La Alegría participó en el 12° Concurso Nacional de Quesos, “empezó como un concurso de queso azul, en la localidad santafesina de Totoras, y después evolucionaron a todo tipo de quesos. Este año, en el 2023, se incorporó la categoría quesos de cabra y oveja, y decidimos participar. Sacamos dos medallas de bronce, con el queso fresco cuartirolo, y el queso duro. La verdad que es un gran aliento para el productor y es una muestra de la capacidad de transferencia de información y conocimientos que tiene el INTI”, asevera el técnico, y opina que cuando los organismos nacionales trabajan alineados se pueden lograr proyectos prometedores”.

Redacción / NTV