Raquel Polich, la chaqueña que tiene el arco entre ceja y ceja
Hizo la conquista de la victoria ante Newell's en Rosario. Totaliza tres tantos en cuatro partidos.
La pide siempre. Su 1,70 metro es una seducción para buscarla siempre. Si bien es cierto que jugó de enganche y de volante por afuera, se siente más cómoda como punta. Esa es la carta de presentación de Raquel Polich, la chaqueña que llegó a San Luis FC prometiendo goles, y vaya si cumplió. Lleva tres en cuatro juegos y el sábado hizo la conquista que les dio la victoria a las puntanas en Rosario, y dejó sin invicto a Newell's. Sueña con la Selección Argentina y con ascender con la escuadra sanluiseña.
Empezó a jugar desde muy chica. A los cinco años se prendía en los picados con amigos y sus hermanos. "Hasta mi papá me hacía la segunda y a veces íbamos a patear a la cancha. Siento una atracción muy especial por el fútbol, me hace muy feliz", comenzó diciendo la delantera de 30 años.
Es una apasionada. Vive y respira fútbol. Le gusta entrenar y es muy profesional. Se nota en cada práctica cómo se entrega y deja todo para tratar de llegar de la mejor manera a cada compromiso. "En esos días que no estoy bien me das una pelota y me olvido de todo, aunque sea por un rato", asegura.
Jugó siempre en Chaco. Hasta que el proyecto de San Luis FC la sedujo, ya que le dio la chance de jugar en AFA y poder mostrarse para dar otro salto de calidad en su carrera.
La llegada de Polich le dio un plus al equipo. Es una delantera muy inteligente. No es la típica referente que se queda fija, le gusta entrar y salir; además rebota muy bien la pelota para que la bocha salga limpia para las extremas. Es muy optimista con el presente y el futuro del equipo. "Creo que hoy en día estamos bien. Sé que no llegamos ni a la mitad de lo que podemos dar como equipo, pero esto es porque recién nos estamos conociendo, tenemos que seguir trabajando y mejorando muchas cosas. Pero sé que vamos a llegar muy lejos", dijo.
No se imagina lejos del fútbol. Si bien es cierto que hizo otros deportes, como atletismo, futsal y handball, sabe que su lugar en el mundo y su hábitat natural es en un campo de juego. Ahí se siente feliz y sale lo mejor de ella.
Es perfil bajo. Le gusta hablar más en la cancha que ante los micrófonos y cada vez que le piden que se autodefina, no duda y pide ayuda. "No soy de autodefinirme, pero una persona que me conoce mucho me dijo esto: Raquel es humildad, lucha, perseverancia y pasión", acotó.
Cuando llegó de Chaco con ese bolso repleto de ilusiones, siempre pensó que era para dar un salto de calidad. El presente la tiene con tres goles. Viene de convertir en dos partidos consecutivos. La chaqueña ya comenzó a pagar con goles la confianza depositada en ella. Raquel Polich tiene el arco entre ceja y ceja.
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