La UNSL lideró el 1º Concurso de Soluciones Innovadoras

Varios proyectos de investigadores de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) obtuvieron los premios principales en el primer Concurso Provincial de Soluciones Innovadoras lanzado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de San Luis. El vicerrector, Héctor Flores, mantuvo un encuentro la última semana del año con algunos de los ganadores, que aprovecharon la oportunidad para transmitirle a la comunidad los fines y alcances de los proyectos que también serán acompañados por la casa de estudios para su desarrollo exitoso.

“Hemos hecho esta reunión a fin de año, para poder vernos y felicitar y agradecer a parte de nuestros investigadores, a la gente que hace que realmente la universidad cumpla una de sus funciones esenciales, que tiene que ver con la creación del conocimiento y la sociabilización de este”, apuntó el vicerrector.

El secretario de Vinculación Tecnológica y Social de la UNSL, Martín Fernández Baldo, detalló que seis proyectos de la universidad se alzaron con los premios más importantes: dos de 500 mil pesos, dos de 750 mil pesos y dos de un millón de pesos.

“Nosotros desde la secretaría vamos a incubar los proyectos, para que sigan fortaleciéndose, a través de convocatorias nacionales e internacionales y coordinar con ellos capacitaciones de acuerdo a las necesidades de cada proyecto en particular”, apuntó Fernández Baldo.

“Los proyectos y la convocatoria fueron con tres fines. Uno de ellos es social, otro es medioambiental y otro es que tuviera que ver con lo económico y la innovación. Socialmente tenían que tener un impacto, se evaluaba bastante ese aspecto social y sobre todo medioambiental”, apuntó la coordinadora de la secretaría de Vinculación, Sonia Nuñez.  

Variedad

Matías Funes, quien se desempeña en el área de Farmacognosia del Departamento de Farmacia de la UNSL, es integrante del proyecto “Fotoflit desinfectante” que fue uno de los dos proyectos que se alzó con un millón de pesos, en la categoría Desarrollo Innovador. El mismo consiste en la creación de un sanitizante líquido, que puede ser utilizado para cultivos, ya sea con fines comerciales o domésticos.

“La innovación de este producto, que es para el tratamiento de microorganismos en frutas y verduras, está dada en dos puntos. Una es la acción que produce la muerte de los microorganismos, que es por terapia fotodinámica. Después, está la manera en que se formulan esos productos, utilizamos nanotecnología, para formular el producto de la mejor manera, que tenga la mejor aplicabilidad y que sea lo más efectivo que se pueda”, describió Funes.

El líquido, aseguró, se estableció incluso tomando en cuenta el problema de tapado de pico del aplicador que suele ocurrir con otros productos. “Se puede aplicar en cultivos, en poscosecha o directamente en la fruta o la verdura, en la planta. También estamos desarrollando algo hogareño, que lo que haría es extender la vida útil de esa fruta y verdura”, adelantó.

El sanitizante es “fotoquímico”, es decir, mata a los microorganismos por la acción de la luz y también tiene la cualidad del “photoquenching”, que significa que se degrada a medida que va produciendo la acción, sin dejar residuos.

“Siempre necesitamos dinero, ya hemos ganado el año pasado otro concurso, con el que pudimos comprar equipamiento, sobre todo para la determinación del control de calidad. Ahora lo usaremos para insumos”, apuntó.

Bibiana Barbero, junto a un grupo de colegas, se destacó en Investigación Aplicada, obteniendo un premio de 750 mil pesos, por la iniciativa “Desarrollo de tecnología de oxidación avanzada para el tratamiento de aguas residuales industriales”. “Se busca que el agua residual pueda ser después reutilizada en la misma industria o bien si es descargada al ambiente, que no genere daños. Es a través de un recipiente, al que llamamos reactor, porque es donde se lleva adelante la reacción química”, explicó.

Celeste Aguirre Pranzoni por su parte participó junto a un grupo de colegas de la iniciativa llamada “Sumando valor al Plan Forestar y Pro Huerta de Nación”, que se llevó 500 mil pesos en la categoría Solución Innovadora. “Cada una de estas políticas que intenta dejar una huella ecológica, también, a la vez deja basura. Hoy los plantines, tanto los árboles como las huertas, son transportados en polietileno. Este plástico tiene la consecuencia de generar basura, debido a que no es biodegradable”, apuntó  Aguirre Pranzoni.

La solución que propusieron fue la fabricación de macetas y envases a partir de hongos obtenidos de la pudrición de la madera. “No solo es el reemplazo de un recipiente, sino que le suma valor debido a que tiene aditivos que le permiten nutrir el suelo, dependiendo cual sea y, además, reducir el riego de mantenimiento del plantín”, aseguró.

Menciones especiales

La UNSL también obtuvo distintas menciones especiales por otros proyectos. Maximiliano Juri Ayub presentó “Implementación de PCR modulares y abiertos para la detección y tipificación de patógenos”. “Es una derivación de lo que hicimos durante la pandemia con el desarrollo de protocolos de PCR, para la detección de agentes patógenos. Como quedó una capacidad instalada de equipamiento y personal para diagnóstico molecular, lo que hicimos fue diseñar protocolos que son más baratos y eficientes y usamos esa misma tecnología para otras enfermedades”, explicó.

Esto permitiría detectar la presencia de distintos virus respiratorios en una misma reacción o determinar bacterias como las que provocan diarreas estivales o el Síndrome Urémico Hemólitico.

Luciano Olmedo pertenece al Laboratorio de Alimentos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias de la UNSL y explicó que la iniciativa consiste en la obtención de harina integral a partir del bagazo, que es el residuo que queda de la producción de cerveza.

“Actualmente es un residuo, un desecho, cuya disposición final es el enterramiento. Nosotros empezamos a investigar a ver qué podíamos hacer con él y luego de un proceso, pudimos llegar a obtener una harina integral que tiene minerales, alto contenido en fibras y vitaminas”, detalló.

“Estamos en proceso de obtener el perfil nutricional en esta etapa de investigación, hemos tenido buenos resultados por ahora y esa harina se puede usar para panificados o de suplemento de otras harinas, como mejorador”, explicó.