Comer liviano y tomar agua, las claves para un verano saludable
Nutricionistas de la provincia recomiendan frutas, verduras y alimentos frescos para pasar el calor.
Parece contradictorio, pero mientras más altas temperaturas hay en San Luis y la Argentina, más calorías se consumen. Ya sea un churro a la vera del río, o papas fritas, hamburguesas o pizza a la hora de cenar, la costumbre le gana al sentido común y la elección del público suele ser por los carbohidratos y grasas. Más allá de causas sociales, culturales y hasta económicas que influyen en la alimentación, también hay trampas de la publicidad y el marketing. Ni las bebidas azucaradas ni el alcohol cumplen con su objetivo de hidratar, sino que incluso generan el efecto contrario.
En este contexto, dos nutricionistas que trabajan en la provincia aconsejan alimentarse con comidas livianas, de fácil preparación y predominantemente hechas con frutas y verduras y para tomar, el agua debe ser la bebida primordial, o en su defecto, jugos de frutas naturales.
"No solamente las verduras y frutas aportan vitaminas y minerales, sino que tienen un alto contenido de agua. Además podemos complementar estas alimentaciones con preparaciones fáciles y rápidas como omelettes, bifes de pollo o ensaladas frescas que incluyan arvejas, lentejas o garbanzos y huevo", enumeró la licenciada en Nutrición, Natalia Belzunce (MP. 7578), especializada en clínica metabólica.
Belzunce marcó las consecuencias de comer alimentos con alto contenido calórico. "Exigen una digestión más lenta y esto hace que en conjunto con estas temperaturas nos puede traer complicaciones gastrointestinales como náuseas, dolor abdominal, pesadez, malestares y acidez", enumeró.
"Nuestra alimentación debe estar compuesta en un 80% en estos alimentos frescos y un 20% en carbograsas", remarcó la especialista. A su vez pueden reemplazarse alimentos por versiones más saludables, como por ejemplo helados caseros, hechos con frutas congeladas en cambio de los industriales.
Hidratación con agua y jugos
La hidratación es el otro pilar de la nutrición durante el verano. "Hay que hacer énfasis en los grupos etarios, ya sea niños, adultos y personas de la tercera edad, de que es muy importante la hidratación, no solamente con agua, sino que también a través de jugos de vegetales", apuntó el licenciado en Nutrición, José Calienes (MP. 8738).
"Más allá del consumo de agua, es importante tener en cuenta no solamente lo que se ingresa, sino que a su vez las pérdidas por la sudoración o cuando uno orina mucho. Todos esos procesos que se producen durante el día deben ser compensados para el consumo de agua y consumir frutas enteras, cítricos de todo tipo", detalló.
Los adultos mayores tienen la percepción de sed disminuida, por lo que deben hidratarse más.
"Con respecto a los adultos mayores, ellos tienen el mecanismo de la sed un poco adormecido, por eso tienen que hidratarse sin que tengan la sensación", advirtió el nutricionista, quien marcó que el famoso eslogan de dos litros de agua en realidad depende de cada persona, de su sexo y el peso que tenga.
Por otro lado, remarcó que bebidas alcohólicas, energizantes y con cafeína suelen tener un efecto diurético y si uno no se rehidrata realmente puede tener el efecto contrario y provocar calambres, baja presión y hasta un golpe de calor.
Calienes trabaja en Cortaderas, una localidad turística, y admite que recibe consultas de turistas con patologías de base, para pedir recomendaciones para comer en el verano. El nutricionista apuntó que prohibir de cuajo comidas o bebidas puede ser contraproducente. "Lo que pasa es que no se le puede prohibir a una persona porque genera un efecto negativo, lo estamos sacando de su zona de confort alimentario, el razonamiento es 'yo trabajé durante todo el año, necesito descansar, nadie me va a decir que no coma esto o lo otro'", apuntó el especialista.
"Lo que se propone es que durante el período de vacaciones la gente pueda darse sus gustos, pero que haga actividad física como caminar por la costanera o por la sierra. También que no utilice tantos aderezos y ante el encuentro con la comida chatarra que sea esporádico, pero no de todos los días", resumió.
Para Belzunce hay una mayor conciencia a nivel social de una vida más saludable y activa. Leyes como la de etiquetado frontal, el aumento que percibió de la asistencia a gimnasios y hasta la carta de bares y restaurantes a la hora de ofrecer en meriendas y desayunos yogurt, frutas y cereales son pasos positivos. El gran desafío pasa por la alimentación que se ofrece durante las vacaciones o en cenas y eventos sociales.
"Es importante repensar esta forma de que en las vacaciones o las salidas que uno puede tener encuentre mayor variedad de almuerzos, cenas que sean más saludables. Generar una conciencia a nivel gastronómico, que se concientice a la población, pero también que la población acompañe estas otras opciones", reflexionó.
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