El caso de la adolescente que disparó en la escuela: ¿la punta del iceberg de una crisis?
El psicólogo, Alberto Jaimez, reflexionó sobre lo que sucedió en los últimos días y remarcó que el problema "es mucho más profundo" de lo que se puede advertir. Insistió en la necesidad de "tener mucho cuidado" con lo que se dice. Todo lo que hay que saber.
"Es una crisis inédita", advirtió el psicólogo Alberto Jaimez sobre el alarmante suceso en Mendoza, donde una adolescente de 14 años realizó disparos en su escuela. El experto señaló que este tipo de episodios son la manifestación de un problema mucho más profundo: una crisis social y de salud mental que se ha intensificado en los últimos años, donde el aislamiento y la falta de comunicación familiar y escolar (en términos generales) se convierten en un terreno fértil para hechos complejos.
"Hemos visto cómo creció el suicidio, las adicciones, hay una crisis importante. Es muchísimo más profundo de lo que uno puede advertir. Hay una crisis que comenzó a visualizarse en la pandemia, pero que se fue profundizando en la pos pandemia. Hoy vemos los efectos de todo lo que vivimos. Es una problemática que se nos ha venido encima y por el momento no sabemos cómo darle respuesta, más allá de sugerir que se vaya a la atención psicológica", puntualizó.
La clave de la "escucha", la clave de la familia
El psicólogo explicó que en la actualidad, los padres han perdido la comunicación con sus hijos. Destacó que es necesario hablar más con los hijos, pero no en la crisis, sino durante todo el tiempo. Sucede que hay una relación social que es difícil de entender para los jóvenes y "se aíslan".
"Su cabeza empieza a trabajar en una forma negativa, porque por un lado se ha incrementado el nivel de ansiedad y por el otro el nivel de depresión. El resultado de estas conductas ante el silencio es totalmente inesperado", dijo.
Frente a lo que sucedió con la adolescente en La Paz, contó que es algo que "se va gestando con el tiempo", es decir, no se trata de algo que sucedió en ese instante. Y como efecto de determinadas cuestiones que se van generando en el tiempo, afloran conductas -como esta- "de golpe".
"La familia tiene que ser más comunicativa, interrogar, no ver que un niño que se aísla es un niño que se porta bien. Un niño que consume alcohol no es un niño que se porta bien, un niño que fuma marihuana no es un niño que se porta bien. Es importante que empecemos a estar atentos, observar las conductas de nuestros hijos", mencionó.
La escuela, un ámbito relevante
Jaimez describió que es importante observar lo que pasa con los chicos, si es posible, como docentes. Estar atentos a los alumnos. "Es muy difícil porque está muy revolucionada la cuestión educativa, pero creo que tenemos que poner el esfuerzo en eso", aseveró.
También afirmó que muchas veces, hay cosas que suceden que son responsabilidad de los adultos, que naturalizan cuestiones que no son naturales. "Tenemos que reflejar la realidad como es y no enmascararla porque tenemos 20 o 30 chicos o adolescentes a nuestra disposición para enseñarles", remarcó.
Cómo pedir ayuda
El especialista subrayó que hay varias vías de canalización para la problemática. Se puede acudir a un psicólogo, a un psiquiatra, a miembros "de la iglesia a la que se pertenezca". Siempre hay alguien en la sociedad que puede dar respuesta. Pero recalcó que a las respuestas "hay que buscarlas".
"No nos van a venir a ofrecer soluciones a nuestras casas. Es una misión del adulto ocuparse de lo que ha generado. El adulto es responsable de la vida que ha generado y si es responsable de la vida que ha generado, debe cuidarla", pronunció.
Cómo abordar el tema con responsabilidad
Jaimez especificó que el rol de la prensa es muy importante, pero todo depende de cómo se aborde la información. Lo propio ocurre en las redes sociales.
Aconsejó a tomar las cosas con seriedad. "Esto no es un juego, no es un chiste, no es un problema de la escuela y tal vez tampoco de la sociedad. Conozco La Paz, sé cómo se vive y cómo se actúa, pero eso no me da autoridad para indicar lo que se tiene o no que hacer. Lo importante es la familia y la escuela, porque son edades claves, sensibles. Tenemos que tener mucho cuidado con lo que decimos y lo que hacemos. Tomar la responsabilidad en serio", concluyó.


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