Milei visita al pastor que le cobra entrada a los fieles

La postal parece hecha a medida de la era Milei: un templo para diez mil personas, cobro obligatorio para participar y una figura presidencial que llega para bendecir la escena. Este sábado, el mandatario argentino visitará en Resistencia el auditorio “Portal del Cielo”, una megaestructura erigida por el pastor Jorge Ledesma, líder del Centro Cristiano de la ciudad chaqueña. El evento, llamado “Congreso de Liderazgo Cristiano”, tiene un costo de $25.000 por asistente.

Aunque Ledesma se apuró en aclarar que los cultos religiosos regulares de su congregación “son gratuitos”, el evento del fin de semana tiene otra lógica. “No es una entrada, es una inscripción”, justificó en diálogo con Nelson Castro por Radio Rivadavia. Según explicó, la suma busca cubrir “costos de organización y logística”, aunque los detalles de esa logística no fueron aclarados. La tarifa no contempla alimentación ni hospedaje.

La visita del jefe de Estado marcará un hito: será la primera vez que un presidente argentino asista a un culto evangélico masivo. La ceremonia prevé saludos protocolares entre Milei y el matrimonio pastoral conformado por Jorge y Betty Ledesma, quienes han cultivado vínculos estrechos con dirigentes de la ultraderecha internacional y con figuras del evangelismo empresarial.

La grilla del evento incluye al mediático apóstol Guillermo Maldonado, predicador con base en Miami, y presentaciones musicales del ministerio “New Wine”. El cierre será el domingo con dos “cultos de milagros” previstos para las 9 y 17.30 horas.

El predio de tres hectáreas, ubicado en Arribálzaga 2000, fue construido durante la última década. Cuenta con estacionamiento, sistemas de sonido de última generación y paneles acústicos. Según la comunidad, fue financiado “sin deuda externa”, gracias a donaciones voluntarias y ofrendas. Sin embargo, el cobro de entradas para eventos de este tipo abre un interrogante sobre la creciente mercantilización de la fe.

En el aeropuerto de Resistencia ya se prepara un operativo especial de seguridad ante la presencia presidencial. La expectativa es que miles de personas se acerquen tanto por motivos religiosos como para ver de cerca al mandatario, que ha hecho de su vínculo con ciertos sectores evangélicos un pilar simbólico de su discurso providencialista y mesiánico.

Mientras crece la pobreza y se profundiza el ajuste, el presidente que promete un nuevo “orden espiritual” se presenta en un templo millonario al que no todos pueden entrar.