En feria judicial, Bazla consiguió una rápida medida judicial a su favor
Años atrás, el secretario de Ética Pública hizo falsas denuncias contra un veterinario de Mercedes. Nunca se rectificó. El acusado lo encontró en un bar de la ciudad y le pidió que lo hiciera. La respuesta fue una denuncia y la implementación de una perimetral.
El conflicto que Ricardo André Bazla, a cargo de la indescifrable Secretaría de Ética Pública y Control de Gestión, mantiene con un veterinario de Villa Mercedes es de largo aliento y sumó un nuevo capítulo hace unos días, cuando el funcionario consiguió que la Justicia ordene una orden de restricción perimetral contra el profesional.
Lo llamativo es que Bazla logró la medida a su favor firmada el 5 de julio de este año en plena feria judicial, lo que demuestra que el poggismo ya avanzó firmemente en su intromisión judicial y tiene funcionarios dispuestos a responder con la celeridad que en otros casos duele por su ausencia. En este caso, el titular la Unidid de Abordaje Fiscal que firmó la resolución a favor del acusador es Adan Chavero.
La historia que llevó a Bazla a hacer la denuncia contra el veterinario Javier Bossa comenzó hace varios años atrás, cuando el actual secretario del gobierno era parte del tribunal de contralor de Villa Mercedes y empezó, tal su estilo, una campaña de difamación contra el profesional, al que acusaba de ejercer sin tener el título habilitante.
Quienes conocen la trama de la denuncia no descartan que detrás del poderoso ataque que hizo Bazla en aquel momento hubiera intenciones políticas, pues el actual secretario era una feroz atacante del intendente Maximiliano Frontera, al que acusó de quedarse con seis millones de pesos destinados a la vacunación canina. Con los dos políticos ahora del mismo lado del mostrador, las acusaciones de Bazla fueron sospechosamente acalladas.
Bossa no olvidó aquellas difamaciones y en cuanto pudo demostró en los medios de comunicación toda la documentación que lo avalaba como veterinario y consiguió, con eso, que Bazla cesara con sus denuncias, aunque nunca hizo el ahora funcionario una rectificación pública de sus dichos.
A principios de mes, Bazla gozaba de sus habituales momentos de esparcimiento en una cafetería villamercedina, acompañado por el senador Adolfo Castro Luna, cuando Bossa lo divisó desde su mesa. El profesional se aceró al funcionario y le recriminó en buen tono el hecho de que no hubiera retirado la denuncia con la misma efusividad mediática. “Todavía estoy esperando”, le habría dicho el profesional.
Pero Bazla se sintió amenazado ante la presencia de su denunciado y de inmediato impulsó una medida de restricción, que fue rápidamente oída por la Justicia. Ahora, Bossa no puede tener contacto con el secretario ni acercarse a más de 200 metros por el lapso de 120 días.


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