Dispusieron tres días de duelo por la muerte del maestro Américo Moroso

Moroso no solo fue un virtuoso del tango, sino también un símbolo de identidad cultural y pasión por la música ciudadana. Su arte sigue resonando en las calles de Justo Daract, donde su nombre será recordado como un pilar fundamental del tango argentino”, señala entre otros conceptos el documento.

Texto completo del Decreto N0113

 
"Américo Moroso nació en 1935 en Villa Salles, un pequeño paraje cercano a Justo Daract, San Luis. Desde temprana edad, mostró una profunda pasión por la música, especialmente por el tango, género que lo acompañaría a lo largo de su vida y lo convertiría en una figura emblemática de la escena musical argentina.
Su relación con el bandoneón comenzó a los 10 años, cuando emprendió largos viajes en sulky hasta Villa Mercedes para estudiar bajo la tutela del profesor José Orozco. A los 14 años, debutó en los escenarios y, a los 18, ya lideraba su propia orquesta, consolidando su presencia en el circuito tanguero regional. Su estilo interpretativo, marcado por la humildad y la perseverancia, le permitió ser reconocido como uno de los grandes exponentes del tango cuyano.
A lo largo de su extensa trayectoria, Moroso dedicó más de siete décadas a la difusión del tango, defendiendo su esencia como patrimonio cultural y compartiendo su talento con generaciones de músicos. Su impacto en la escena musical sanluiseña se consolidó en 2004, año en que por Ley Provincial Nº 5.666 se declaró a la ciudad de Justo Daract, como “Capital Provincial del Tango”,  asumiendo la dirección de la Orquesta Provincial del Tango, donde trabajó para fortalecer y revitalizar el género.
Su legado trascendió aún más cuando, durante el gobierno del Intendente Jorge Melano, el Festival Internacional de Tango de Justo Daract fue renombrado en su honor, reflejando su influencia y el profundo respeto que despertó en la comunidad artística.
A lo largo de su carrera, Moroso colaboró con músicos de renombre  y compartió escenario con cantores como los recordados Juan Carlos Herrero, Antonio Guerrero, Elsa Guibelalde (Elsa Moira)  y los Hermanos Miranda, entre otros y músicos como Carlos Moroso, Diego Reyero, Enzo Plenazzio, José Astorga, Ema Pilla, Antonio Sarmento, Hugo Herrera, Pedro Moroso, entre tantos otros,   enriqueciendo el repertorio y fortaleciendo la identidad musical de la región. Además, su labor como maestro de bandoneón permitió que su conocimiento y amor por el tango fueran transmitidos a las nuevas generaciones.
Su vida y obra quedaron plasmadas en diferentes homenajes y documentos históricos, entre ellos el documental estrenado en 2022, que relató su historia, y su autobiografía Una leyenda, publicada en 2024, donde compartió sus memorias y experiencias.

El fallecimiento de Américo Moroso en mayo de 2025 dejó un vacío irreparable en la comunidad artística de San Luis. Sin embargo, su legado sigue vivo en cada acorde de su bandoneón, en la admiración de quienes lo conocieron y en el respeto de quienes continúan disfrutando de su música.
Moroso no solo fue un virtuoso del tango, sino también un símbolo de identidad cultural y pasión por la música ciudadana. Su arte sigue resonando en las calles de Justo Daract, donde su nombre será recordado como un pilar fundamental del tango argentino".