Tango Aballay y una semana de regreso a Villa Mercedes

Hace un año y medio Tango Aballay agarró una mochila, unos pocos pesos que había ahorrado y emprendió un viaje desde su querida Villa Mercedes que tenía a México como destino estimado. Pero se quedó en Cusco, en Perú, en parte por el dictado de la billetera pero principalmente atrapada por el encanto de la ciudad.

Tan contenida quedó por la localidad andina, que fue capital del imperio inca, que ya tiene su trabajo, su familia y la perspectiva de quedarse la mayor cantidad de tiempo posible. “Cusco me atrapó desde un primer momento”, dijo la música, de paso por Villa Mercedes.

En Perú, Tango es profesora de canto en una academia de música, guía vocal, enseña yoga en dos idiomas y conoció a su compañero, un francés que como ella viajaba por el mundo. En una charla con El Diario de la República, Aballay dijo que todavía está haciendo el proceso de adaptación a su nuevo espacio pero que lo que le pasa allá es algo “súper lindo”.

De visita a su familia y de recorrido argentino por tres semanas, la cantante aprovechará para reencontrarse con sus amigos musicales en dos actividades que se harán el viernes 2 en Portal 271, el espacio cultural de Villa Mercedes. La primera será un taller llamado “Una voz más honesta” y la segunda un concierto que brindará con Nailé Antune, “la hermana que me dio la música”, según la definió Tango.

“El taller es algo que vengo transitando desde hace cuatro años y siento que ahora va tomando un poco más de forma. Mostramos la voz como un territorio expresivo y nos basamos en tres técnicas”, adelantó. La voz y la emoción con tareas sensitivas y respiratorias; la voz física con el cuerpo como archivo vivo y caja de resonancia; y la voz como activación para romper ciertos canales son los ejes que propone la profesora.

Aballay dijo que no es necesario tener ningún conocimiento previo para su seminario, ni ser músico, ni actor. “Solo hay que sentir que la voz es un territorio expresivo”, invitó al encuentro que comenzará a las 18:30.

Unas horas más tarde será el live set con Nailé, donde también la voz será protagonista. La cantante anunció que la experiencia del show será jugar con la audiencia y alejarse del formato típico de concierto. “Por ejemplo, no habrá nada amplificado, para no tener esa barrera que a veces produce el micrófono”. 

El concierto se llama “Cantoras” y es parte de un ciclo que Aballay comenzó en Perú y que ya tiene cuatro ediciones. “Yo creo que en el canto está la vida, porque en él nos sostenemos y abrimos la garganta para la vital simbología. Con esto quiero decir que en el canto hay algo divino”. 

Más allá de la música que conoció en Perú y que la sorprendió por su variedad, una de las cosas que más conmovieron a la villamercedina en su estadía extranjera fue el modo en que se celebra la muerte en el país andino. Tango vio cómo los funerales son cantos al cielo y a la tierra por parte de los deudos que hacen una procesión hasta la iglesia sin tanta solemnidad y con el respeto del resto de los pobladores, que aceptan el corte de calles para el paso cantor del féretro.

Nacida en el barrio Estación de Villa Mercedes, la artista está acostumbrada a viajar porque el trabajo de su madre la llevó de un lugar a otro desde que tenía 7 años. A los 20 regresó a su ciudad y se metió en el circuito musical y teatral, más allá de que en su familia -si bien era de ir a peñas y estar cerca del arte- no había músicos profesionales. Allí construyó un grupo de amigas que le cambió el María Eugenia original por el "Tango" que marcó su vida en adelante.

“Villa Mercedes es una ciudad a la que amo con todo mi corazón, es cuna musical de muchas grupalidades, es una tierra de gente curiosa que hace, por ejemplo, que yo esté allá porque nací acá”, concluyó la artista.