Nicolás Teté, historias entre el cine y la literatura

En “Islandia”, uno de los cuentos de su nuevo libro, “Aplausos”, Nicolás Teté imagina a un joven artista que gasta sus últimos ahorros para viajar a ese frío país europeo tras la promesa de una mujer, enferma de cáncer, que busca alguien dedicado al arte a quien dejarle la herencia. Aunque esa historia es pura ficción, el cineasta y escritor villamercedino describe allí una realidad incontrastable sobre la desesperación que viven los artistas ante la posibilidad de financiamiento. También, vale decirlo, el relato es un reflejo de esperanza e ilusión.

Así ve y así vive Nicolás la actualidad de los hacedores de arte en el país, que es, sin más, su propia actualidad. Sin financiamiento oficial, con muchos reparos para quien, como él, trata de describir la diversidad por medio del arte; y con la sensación de inseguridad latente, la vida artística de Teté encontró en “Aplausos” una manera de mantenerse.

Editado por Blatt&Ríos, una compañía reconocida en todo el país que tiene a César Aira y Carlos Busqued en su catálogo, el libro será presentado el viernes en “Fetiche”, una librería de Villa Crespo, en Buenos Aires. Estarán allí, además del autor, el escritor Leandro Ávalos Blacha y los actores Nazarena Rozas y Santiago Magariños, protagonistas de “Lo que escribimos juntos”, la película más reciente del director, que se estrenará formalmente en mayo.  “Van a leer algunos cuentos y vamos a conversar con la gente”, adelantó Nicolás.

Los cuentos de “Aplausos” fueron escritos en su mayoría entre 2020 y 2021, una época en la que -pandemia y encierro mediante- Teté aprovechó para sentarse a contar sus historias. “No solo hice cuentos en ese momento: también una novela, una película, algunas obras de teatro y varios relatos que todavía tengo sin editar”, agregó.

Justamente en 2021, el director incursionó en el mundo editorial con “Nada nos puede pasar”, su primer libro, también editado por Blatt&Rios. “Es un lujo trabajar con ellos”, afirmó Nicolás. Pese al tiempo transcurrido, el autor cree que hay una conexión entre aquel libro y el reciente. “Traté de seguir la misma línea y el modo de escritura, pero también creo que hay una evolución en cuanto al desarrollo de los personajes y otros aspectos de mi escritura”, dijo el joven. 

Lo que parece evidente es el crecimiento del autor en cuanto al tratamiento de algunos temas puntuales que son fundamentales en su obra tanto en el cine como en la literatura: la juventud, la frivolidad, la fama, la sexualidad, las relaciones y la amistad, entre otros. Aseguró Nicolás que algunos de los personajes de sus nuevos cuentos son los mismos que protagonizaron las historias de “Nada nos puede pasar”, aunque atravesados por otra madurez. 

“Los que buscaban fama ya la consiguieron y ahora ven la otra cara de la moneda”, ejemplificó el escritor, quien por primera vez se animó a escribir en tercera persona. “Apareció ese ejercicio y encontré otra forma de narrar. Creo que es otra manera de demostrar mi crecimiento”. 

Algunos autobiográficos (“Festival”, “¿Qué me llevo de este lugar’”), otros totalmente ficcionales (“Fantasmas”, “El chico de los tutoriales”), los 20 cuentos de Nicolás lo posicionan como uno de los autores jóvenes de la provincia que, aunque con su mayor parte de la carrera hecha afuera, necesita contar lo tiene adentro o lo que le viene a la imaginación. Sea con imágenes o con palabras. O con las dos cosas a la vez.