24°SAN LUIS - Domingo 21 de Diciembre de 2025

24°SAN LUIS - Domingo 21 de Diciembre de 2025

EN VIVO

"No hay educación con docentes hambreados": la catarsis de una profesional

Mabel Becerra, de Villa Mercedes, expuso la terrible situación del sector, con salarios de pobreza, aguinaldos exprimidos, exigencias sin límites y el temor de una jubilación insuficiente.

Por redacción
| Hace 16 horas
Indignante. El aguinaldo de una docente con más de 30 años de servicio. Foto: Mabel Becerra.

El dolor de quienes están en las aulas, como tantos otros sectores de la sociedad, está al límite. Exigencias sin freno, salarios de pobreza, ninguneo estatal, humillaciones: son apenas una parte de la radiografía de la educación en San Luis. En ese sentido, Mabel Becerra, docente de Villa Mercedes, compartió en sus redes sociales una catarsis clave que se viralizó en medio de la rabia por la indiferencia del Gobierno.

 


"Este es mi aguinaldo. Treinta y tres años enseñando, sosteniendo aulas, infancias golpeadas por la desigualdad. Y esto es lo que vale hoy mi vida docente para este gobierno: un monto humillante, insuficiente, ofensivo", lamentó ante la cifra de poco más de $360 mil.

 


"A veces quiero creer que es un error. Me cuesta aceptar que quienes fueron elegidos por el pueblo gobiernen tan disociados de la realidad. Me niego a pensar que la decisión política del gobierno provincial se base en la crueldad. Pero los hechos me cachetean con la realidad. Los que vinieron prometiendo ser 'mejores' nos empujaron a la pobreza y a la indigencia docente", agregó indignada.

 


El miedo a la jubilación

 


Cualquiera pensaría que la fase de la jubilación es una etapa esperada después de tantos años de entrega, compromiso y vocación. Lo lógico sería el merecido descanso, pero las condiciones económicas absurdas obligan a pensar en cómo rebuscárselas con ingresos tan bajos. Un escenario que golpea no solo los bolsillos, sino lo emocional.

 


Becerra explicó que jubilarse implica perder alrededor del 30% del salario, porque gran parte está compuesto por ítems sin aportes. Conceptos "en negro" que "roban el futuro" y empobrecen.

 


"Ni siquiera quiero detenerme en el aguinaldo de una docente que recién se inicia. Eso es todavía más humillante. Y cuando nos quejamos, nos llaman desagradecidos. Nos dicen que nuestro salario promedio 'está bien' en comparación con otras provincias", remarcó.

 


Discursos cínicos

 


En otro tramo, Becerra indicó que el Gobernador, desde sus discursos "cuidadosamente medidos", repite que siempre piensa en mejorar los sueldos. Pero la realidad es otra: los docentes están endeudados hasta el cuello, con tarjetas explotadas, créditos que se sacan para pagar deudas en un círculo infinito y mercadería elemental comprada en cuotas en los supermercados. Ni hablar de aquellos que tienen que alquilar.

 


"La docencia es ejercida mayoritariamente por mujeres. Mujeres al frente de hogares, muchas sin un compañero con quien compartir la olla. Mujeres madres, con hijos en edad escolar. Mujeres que pagan alquiler. Nos han convertido en sobrevivientes. Algunas, para no aceptar tanta crueldad, sostienen pequeños emprendimientos que funcionan como una ilusión mínima para no caer en la desesperación. Que una compañera compre ese producto no es consumo: es sostén emocional para con la compañera emprendedora", lamentó.

 


"La verdad es que estoy harta. Evito leer al Gobernador porque lo primero que me nace es atacarlo. Se decretó que el año próximo será 'el año de la Educación'. No me opongo a que la educación sea agenda de gobierno. Pero no puede haber año de la Educación con docentes hambreados por quienes toman las decisiones", agregó.

 


Exigencias y golpe a los derechos más elementales

 


Incluso trajo a la memoria que, por un lado, exigen formación permanente, actualización digital y conectividad, pero no pagan ni el internet. Mientras en cualquier empleo las herramientas las provee la patronal, en la docencia todo sale del salario: guardapolvo, materiales de trabajo, libros, recursos, elementos digitales, computadora, impresora y, fundamentalmente, tiempo.

 


"Hoy que se habla de reforma laboral y del 'banco de horas', somos los primeros en acumular horas extras que nadie paga ni reconoce. Si pedimos una hora para organizar un acto escolar, no se autoriza. Si pedimos una hora para preparar el salón, tampoco. Las visitas domiciliarias para proteger a nuestros alumnos —cuando sospechamos situaciones graves— las hacemos fuera de horario. Si no lo hacemos, somos sancionados por no cumplir nuestro deber como funcionarios públicos a cargo de menores. Todo se hace fuera del horario de trabajo. Y nos da vergüenza reclamar, incluso a nuestros propios directivos, porque se pone en duda nuestra vocación, porque 'no tenemos puesta la camiseta'", especificó.

 


Mentiras disfrazadas, disciplinamiento

 


Becerra cuestionó que desde el Gobierno afirman que el programa de alfabetización es un éxito junto al PANE porque bajaron los índices de inasistencia. Pero apuntó que no es real y que las autoridades lo saben; aun así, lo repiten sin pudor.

 


"El programa no alfabetiza: adiestra. Lo sabemos los docentes y lo saben los funcionarios que exigen que lo apliquemos. Dentro de diez o veinte años, cuando aparezcan las consecuencias, dirán que fue culpa nuestra. Nunca se hacen cargo. Reducen la enseñanza a recetas vacías, a control, a obediencia. Y nosotras callamos. A veces pienso que somos un monstruo dormido, anestesiado. O, como dijo una compañera para evitar exponerse: 'hagamos como que padecemos demencia y sigamos'", repudió.

 


Educación sin libros, una paradoja

 


Becerra dijo sarcásticamente, pero con la realidad pura, que ya que las autoridades hablan del año de la Educación, al menos deberían comprar libros. Contó que hablan de alfabetizar sin libros y aseveró que en dos años "no llegó un solo libro a las escuelas". En este sentido surge una disyuntiva: pretenden que los docentes enseñen a leer sin libros.

 


"Reducen la alfabetización a un manual donde los niños solo aprenden a decodificar. Aprenden la técnica, pero no el sentido. Después dirán que no comprenden textos. Como ese niño que 'aprendió' estilo mariposa sin agua: cuando entra a la pileta, apenas flota… y la culpa vuelve a ser del docente", dijo.

 


Por último, reflexionó que nada es casual; más bien se trata de elementos coherentes con un modelo que desprecia, humilla y denigra a los que están frente a los estudiantes, a los encargados de formar a los ciudadanos.

 


"¿Será porque somos, mayoritariamente, mujeres? ¿Será misoginia?", se preguntó retóricamente Becerra.

 


"A pesar de todo, vocación nos sobra. Amamos la escuela pública. Pero nos falta salario. Nos falta respeto. Nos falta un Estado que deje de usar la palabra educación mientras ajusta sobre nuestros cuerpos. El año de la Educación será el día en que dejen de humillarnos", concluyó.
 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo