El Trapiche propone un Verano Cultural en las Sierras

Solo el amor, el cariño y la pasión extrema por el arte tracciona a un pequeño teatro de El Trapiche a mantener, contra viento y decretos presidenciales, un festival de verano y, más allá aún, un espacio para las expresiones de todo tipo. El lugar se llama Al Pan Pan, está a metros de la ruta provincial 19, por calle Pringles y es la sede de una nueva edición del Verano Cultural en las Sierras Puntanas.

Luego de varios años de realizarlo al aire libre, cerca del río, la edición 2024 se trasladó por completo a la acogedora sala, donde los chicos pueden esperar la función en pequeñas mesas con libros y materiales para dibujar y los adultos comer algo del menú del día. "Era muy trabajoso trasladar todo lo necesario para la función, sillas, sonidos, escenario, todos los días", explicó Leonardo Olivieri, encargado de la sala junto a su pareja, Violeta Scarso. Ambos también forman el grupo de teatro "Umami", que tiene varias obras de títeres en su repertorio.

Allí, otro cambio en el festival: en las ediciones anteriores de Verano Cultural... había presentaciones todos los días, pero este año a raíz de la intención de desmantelar el Instituto Nacional del Teatro y la quita de los subsidios se vieron reducidas a los fines de semana, de jueves a domingo.

"Pese a todo, la temporada viene muy bien, tenemos funciones a sala llena en casi todos los espectáculos", recalcó Olivieri.

El festival tuvo un brutal cambio de rumbo ante la irrupción del gobierno nacional en los aspectos referidos al quehacer cultural. Buena parte de los recursos que se destinaban al encuentro provenían del INT y este año quedaron sin efecto.

El problema para "Umami" fue que, como todos los años, en el invierno habían hecho la convocatoria para los grupos que quisieran participar del festival. La selección había arrojado compañías de todo el país —una saludable costumbre del Verano Cultural...— y hasta de Chile y Colombia.

"A todos esos artistas les tuvimos que explicar que este año no íbamos a poder afrontar los gastos del festival", contó, con algo de angustia, Leonardo.

Sin embargo, la desazón inicial le fue dando paso al entusiasmo cuando Olivieri y Scarso empezaron a recibir respuestas positivas de algunos grupos cercanos que, conocedores del festival, querían estar aun con el riesgo de llevarse de ganancia solo lo que recaudaran a la gorra.

Envalentonados por la fuerza de sus colegas, la nueva edición de Verano... es una experiencia nueva y a la vez un desafío. Si bien la mayoría de las obras son de San Luis o sus alrededores —lo que hace ahorrar en pasajes y estadía—, la oferta es muy bien recibida por el público que está en El Trapiche, que participa con una sonrisa de las obras y se va con muchas más.

Buena parte de la grilla fue ocupada hasta ahora con obras de "Umami" (la bella "El circo más pequeño del mundo", "Sed o no sed"), con piezas locales como "Un mago en apuros" o "El gato amo", o con músicos de la zona, como Jorge "Puchi" García. Los domingos están destinados a la proyección de películas infantiles.

La cartelera continuará en febrero, con propuestas que se extienden en la variedad y los gustos. El sábado que viene tocará el dúo Zavala-Funes y para el jueves 8 ya están confirmados los payasos Piltrafa y Spirulina, de Traslasierra, con la obra "Ikigai". También, el mes que viene confirmó su presencia el grupo puntano "La Tía Tota". "A diferencia de otros años —agregó el organizador— vamos armando la grilla semana a semana, con las propuestas que nos van llegando".

Como la respuesta fue tan buena en la primera etapa, el grupo ya tiene casi decidido enfrentar otro reto, también relacionado con un festival hecho por ellos que tiene su propia historia: el Invierno Cultural en las Sierras Puntanas, que ocupa las vacaciones de mitad de año con el mismo tipo de oferta.

Lo que es seguro es que, tanto para entonces como ahora, la calidez en Al Pan Pan, está garantizada.