El regalo de Balerdi a Bertolini, un mimo al alma para el "Gringo"

Marcelo Bertolini pasó unas Fiestas de película. Ni el mejor director le podría haber escrito este guion. El "Gringo" estaba con su familia. Sonó el timbre y cuando salió, estaba el doctor Diego García, quien le llevaba un presente. "Esto es para vos", le dijo. Y cuando vio lo que era un lagrimón se le escapó y corrió por las mejillas. No es fácil hacerlo emocionar, pero el regalo pudo más que su fortaleza: era la camiseta número cinco del Olympique de Marsella, la casaca de Leonardo Balerdi, que decía: "Para mi amigo, el 'Berta', con cariño", y tenía la firma del internacional villamercedino.

Marcelo es muy amigo del papá de Balerdi. Jugaron mucho tiempo juntos en el Seniors. Compartieron equipo. Y a esos partidos iba Leo, a acompañar al viejo, y lo tenía como referente al "Gringo". Ahí nació ese cariño que es mutuo. "Es un pibe de perfil bajo. Le tengo un gran aprecio. Lo conozco de muy chiquito, por la gran amistad que tengo con Flavio, su papá. Es muy humilde, familiero, sigue siendo el mismo pibe que jugaba en las inferiores de Sportivo Pueyrredón", comenzó diciendo Bertolini, mientras miraba una y otra vez la camiseta que le mandó su amigo.

El "Gringo" jugaba de volante central. Era de esos jugadores con cara seria, que imponían respeto. Un hombre capaz de darle equilibrio al mediocampo, pero a su vez tenía buen primer pase. Y en esa misma posición jugaba Leo en Pueyrredón, y cuando iba al Seniors para acompañar al viejo, lo veía hacer cosas interesantes a Bertolini. Después había charlas; ese recuerdo está grabado en Leonardo y el cariño sigue intacto.

"Es un mimo al alma. Una caricia al corazón. Es un regalo que voy a guardar en un lugar importante de mi corazón. Son esas cosas lindas que te da la vida y de las que nunca te olvidás. Yo sigo su carrera, no desde ahora, sino cuando estaba en Boca. Yo a los 18 años me fui a las inferiores de Estudiantes de La Plata, y cuando él se fue a Boca, teníamos charlas y le contaba mi experiencia", acotó.

El fútbol le dio muchos regalos al "Gringo". Uno de ellos fue hacer el gol que le valió a San Martín de Mendoza ascender al Nacional B. Pasaron casi 27 años de ese logro. Se acuerda y se emociona, al igual que con este regalo de su amigo Balerdi.

La camiseta número cinco del Olympique de Marsella está muy bien guardada en un lugar importante del domicilio de Marcelo. Seguramente cada mañana antes de desayunar la mirará un poco. Y antes de acostarse irá a darle otra vuelta. Y cuando mire por la tele los partidos del Olympique, se sentirá más orgulloso. Y les contará a todos que el número cinco, ese flaco espigado, que siempre sale jugando con elegancia y la cabeza levantada, es su amigo.

"Leo es un jugador exquisito. Cuando jugaba en Pueyrredón marcaba diferencias. No me sorprendió que se fuera a Boca y que en tan poco tiempo haya pegado dos saltos de calidad: primero Alemania y después Francia", aseguró.

Es un hecho que Leo les prestaba mucha atención a esos partidos del Seniors, donde el "Gringo" jugaba para el equipo del Policlínico. Habrá sacado alguna cosa de ahí para llevarla cada fin de semana cuando jugaba en su querido Pueyrredón. A ese volante central, que a veces lo hacía solo y en otras oportunidades, como doble cinco, cuando en Boca lo pusieron de dos, le era muy fácil salir jugando, porque ya tenía todo incorporado por el puesto donde se inició.

El 2023 se fue con una enorme alegría para Marcelo Bertolini. Mientras esperaba las Fiestas, una linda sorpresa llegó a su casa. Esa camiseta de Leo Balerdi es un regalo que le llegó al alma, esa que dejaba en cada partido.

Redacción/MGE