Buenos rindes en la cosecha de maní, sorgo y girasol en San Luis

La paliza climática que está dejando al maíz y la soja con fuertes pérdidas de superficie y de rendimiento no alcanzó tanto al maní, el sorgo y el girasol. Avanzada para el maní, el sorgo a punto de largar y terminada para el girasol, la cosecha de la actual campaña deja números positivos para estos tres cultivos, según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Córdoba (Bccba).

Con un 53% de avance de arrancado, el maní sembrado en San Luis alcanza las 21.000 hectáreas, que serán cosechadas en su totalidad.

La superficie implantada es un 8% superior a lo sembrado en la campaña anterior y hasta el momento, en rendimiento promedio alcanza los 35,6 quintales por hectárea en caja sucio y húmedo, un 2% más que lo obtenido el año pasado.

En tanto, el maní en caja limpio y seco arroja un promedio de 30,5 qq por hectárea.

El relevamiento de la Bccba abarcó del 25 de abril al 1º de mayo.

En el caso del sorgo, cuya cosecha aún no empezó, se sembraron 27.400 hectáreas, de las cuales 6.300 son cosechables. La diferencia entre ambas superficies es de un 77% y corresponde a superficie forrajera y perdida.

Contrariamente a lo que ocurrió con otros cultivos, la sequía y las heladas no parecen haber dañado tanto al girasol, cuya cosecha está finalizada.

De las 90.700 hectáreas sembradas, se cosecharon 73.800, un 1% más que la campaña pasada.

Sin embargo, el rendimiento promedio por hectárea fue de 16,8 quintales, un 8% por debajo del ciclo pasado.

En total, se levantaron 14.700 toneladas de girasol, un 7% menos que el año anterior.

La que viene pasándola mal es la soja. Con un avance del 40% de cosecha, el rinde promedio es de 14,6 quintales, un 30 por ciento menos que el rendimiento de la campaña anterior.

Pero también cayó un 38% la superficie cosechable. De las 159.500 hectáreas sembradas, quedaron en pie 103.400.

El reporte de la Bccba también detalló que el 56% de las variedades sembradas corresponde a tardía de primera; mientras que el 36%, a temprana, y el 8%, a tardía de segunda.

El maíz también recibió un duro golpe con el clima. En la campaña que termina se sembraron 535.700 hectáreas del cereal, pero solo se pueden cosechar 261.400, lo que significa una pérdida de superficie cultivada del 38%.

Aunque recién tiene un 6% de avance de cosecha, el rendimiento promedio esperado es de 46,7 quintales por hectárea, uno de los peores números de los últimos años.

El 77% del maíz sembrado corresponde a variedades tardías de primera; el 12%, a tempranas, y el 11%, a tardías de segunda.

Según las estimaciones, solo el 6% se encuentra en excelente estado y un 13%, muy bueno.