Rindes bajos en el inicio de la cosecha de maíz
Las primeras 2.500 hectáreas trilladas dejaron un promedio de solo tres mil kilos por hectárea.
Los estragos que ocasionó el clima en la campaña agrícola de San Luis comienzan a mostrar sus tristes resultados. La cosecha de maíz en la provincia arrancó la semana pasada dejando un magro promedio respecto de las doce últimas campañas.
Las primeras 2.500 hectáreas cosechadas arrojaron un promedio de 3.000 kilos por hectárea, el más bajo desde 2012.
En el sector industrial puntano estiman que esta marcada caída en los rindes del maíz impactará con fuerza en el sector.
Más del 70 por ciento del maíz que se produce en San Luis, calculado en más de dos millones de toneladas, se consume dentro de la provincia y su destino es la planta de Glucovil para producir glucosa, la de Diaser para la obtención de etanol, granjas porcinas, y feedlots.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en la provincia se sembraron en la campaña que termina 354.000 hectáreas.
A medida que se recolectan los planteos tempranos, las productividades mantienen su tendencia a la baja.
En paralelo, la expectativa de rendimientos de los lotes tardíos desciende producto del estrés termohídrico, señaló el informe.
Los rendimientos registrados en los últimos años son los siguientes: 2022, 6.230 kilos por hectárea; 2021, 7.030 kilos, 2020, 6.080 kilos; 2019, 6.260 kilos; 2018, 5.080 kilos; 2017, 7.560 kilos; 2016, 7.410 kilos; 2015, 7,060 kilos; 2014, 6.400 kilos; 2013, 5.130 kilos; 2012, 4.450 kilos, y en 2011, 5.600 kilos.
Avanza el girasol
La cosecha del girasol en San Luis tiene un avance del 60%, con un promedio de 1.710 kilos por hectárea, exactamente el mismo con el que culminó la campaña pasada.
Según el último reporte semanal de la BCBA, en la provincia se perdieron solo 114 hectáreas de girasol por diferentes causas, aunque la climática fue la predominante, sobre un total sembrado de 48.000 hectáreas.
El promedio más alto que obtuvo el girasol en la provincia fue de 1.930 kilos por hectárea registrado en la cosecha de 2019, mientras que la más baja ocurrió en 2013 y 2015, cuando se obtuvieron 1.300 kilos por hectárea.
El sorgo no salva la ropa
El sorgo granífero tampoco se salvó del castigo del clima. Aunque recién se cosechó el 5 por ciento de las 55.000 hectáreas implantadas, el promedio que arroja es de solo 2.500 kilos por hectárea, poco más de la mitad de lo que habitualmente se produce en San Luis.
Durante los últimos quince días continuó la recolección de lotes de sorgo granífero en el centro y norte del área agrícola.
A medida que se cosechan los cuadros tempranos del cereal de verano, los rindes relevados se ubican por debajo de las expectativas iniciales y del promedio de las últimas campañas.
Esta disminución es el efecto de las altas temperaturas y el déficit hídrico soportado por el cultivo en su ciclo fenológico en buena parte de las zonas, indicó el reporte semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Por otra parte, se informó que las lluvias registradas durante los últimos siete días ponen un freno al deterioro de siembras tardías y demoran el avance de las cosechadoras en cuadros de soja de primera.


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