Festival del Caldén: la jineteada se llevó todos los aplausos

Cada año Nueva Galia tiene una gran oportunidad para lucirse, y lo logra. Todo un pueblo se moviliza para ofrecer lo mejor a miles de personas que buscan una jineteada de lujo e imperdibles espectáculos artísticos con grupos y solistas de primera.La edición número 16 del Festival del Caldén, que esta vez se realizó el 24, 25 y 26 de febrero, fue impecable. “En todos estos años hemos puesto todo para brindar un festival de tres días de gran calidad. Haciendo un balance y con la fiesta ya cerrada, puedo decir que fue espectacular y es un ciento por ciento positivo”, dijo con seguridad Sergio Freixes, quien se ocupa de preparar especialmente la jineteada y el show de las tropillas entabladas.

El proceso de armado de la jineteada se realiza prestando atención a cada detalle y con información precisa sobre cada uno de los elementos que lo componen: los caballos y los jinetes. “Esta selección se basa en un trabajo que se desarrolla durante todo el año porque hay caballos y jinetes que van variando, van cambiando de acuerdo a la vida que transcurre. Invitamos a las tropillas y convocamos aquellos animales buscando siempre la excelencia. No es un dato menor saber que, a quienes les gusta presenciar las jineteadas, quieren ver el mejor caballo y el mejor jinete. A eso apuntamos”, explicó Freixes y agregó que uno de los aspectos que observa en el transcurso del tiempo es el comportamiento de cada tropilla nacional, “vamos marcando dos animales de una zona, tres de otra; esto de acuerdo a la cantidad de caballos con la que cuentan los tropilleros y de los requerimientos que tenemos vamos seleccionando”.

“A los jinetes los seleccionamos en los últimos días porque ellos también tienen altibajos en el rendimiento. De todas maneras el que está en este campo  conoce por lo menos el desempeño de las últimas cinco jineteadas, cinco fiestas de El Caldén. Están aquellos que son los de punta a punta que son alrededor de veinte, después vamos seleccionando de acuerdo a cómo está en ese momento. Una vez que tenemos todo, se produce un sorteo para ubicar a quién le toca qué caballo, por categoría. De esta manera le damos transparencia a la selección. Y de todo este trabajo sale lo que se ve cada noche”, especificó.

Dentro de la selección hubo jinetes de San Luis como “Jesús Fontana que siempre va a la doma de Jesús María en representación de la provincia; Juan Bobadilla, de Anchorena; Dante Bonetto, que fue el último campeón y anda montando la categoría mayor, es un chico de Martín de Loyola; otro es Pablo Guevara. Estos, entre otros que vinieron a Nueva Galia de diferentes partes del país”, explicó el coordinador general del festival.

Los jinetes invitados tienen hospedaje y almuerzo y cena, “pero además, ellos cuentan con un seguro todo riesgo para todos. Eso no se ve mucho en otros festivales, pero son nuestros artistas y tienen que estar en las mejores condiciones. Ellos llegan con su bolso, nada más. Se les arma una carpa para comer y tienen todo lo que necesitan.Si bien ampliamos el predio hace poco, ahora nos dimos cuenta que hay que volver a agrandarlo. Cada año. Ya está presupuestado”, aseguró.

Con respecto a los caballos, Freixes aseguró que no se trata de buscar la mejor genética, “lo importante es que el caballo brinde un buen espectáculo, que sea ágil y dinámico. Un caballo que sea lo más legal posible para que el jinete pueda mostrar su destreza. Yo organizo la jineteada enfocado desde la tribuna, al que le gusta la jineteada va a eso, a ver al mejor caballo y al mejor jinete. Esa es la idea. Por eso la convocatoria que hacemos. La gente que va al Festival busca eso, ver una gran jineteada, de excelencia, un gran espectáculo”, afirmó.

Un aspecto interesante es que ni el jinete conoce al caballo, ni el caballo al jinete. “Hay otros festivales en los que los tropilleros eligen a los jinetes que salen a la pista, acá no. Se seleccionan por separado y después, durante una gran reunión con todos presentes, se sortea. Y ahí se entera el jinete qué caballo va a montar, una hora antes de empezar la jornada. Todos los días se hace el sorteo por categoría. Es legalmente para todos igual”, aseveró Freixes.

Durante la primera velada del festival quedan seleccionados dos jinetes con sus respectivos compañeros por categoría: bastos, grupa y crina; en total son seis. “Los de rueda son aquellos caballos que se ven todos los días, seleccionamos los mejores de montas especiales y quedan 18 caballos”, indicó el coordinador y añadió que la segunda noche del festival quedan otros dos participantes y la tercera luna, otro par.

No hay que olvidar a los petisos chicos y a los petisos grandes.

En total hubo 22 tropillas que participaron en la jineteada y 30 que llegaron para participar en el momento especial que les damos a las tropillas entabladas.

“A este festival lo considero como un fenómeno, porque hacemos un tipo de espectáculo en un lugar al que asiste una gran cantidad de gente. No sería lo mismo hacer esto en San Luis, por acá estamos alejados de las comodidades que tendríamos allá, pero analizando la situación, la esencia de este encuentro  es así. Considero que cada año crece cada vez más. Lo digo con respeto, pero esta debe ser la mejor jineteada del año que se hace en San Luis, tiene un gran nivel”, expresó Freixes,

El equipo de trabajo está conformado por gente de diferentes edades. “Hay un gran equipo de jóvenes de diferentes pueblos del sur provincial, todos aspiramos a que el encuentro sea cada vez sea mejor. El nivel, la cantidad de personas, el desarrollo de las actividades en la pista y los números musicales, superó las expectativas. Estaban llenas las tribunas, los pulmones, la cancha de alambre a alambre. Hay que tener en cuenta que el lunes era día laboral, pero no se movía nadie”, opinó y destacó las bondades del clima, “fueron tres noches con temperaturas cálidas, si bien había que abrigarse, no hizo frío, ni llovió”.

“El de las tropillas entabladas es un espectáculo muy bonito, es un momento colorido en el que gente de diferentes lugares viene a demostrar la destreza de sus caballos y es un número hermoso de apreciar para todas las familias. Es un show distinto, al que le gusta el arte y la pintura disfruta ver este momento. En escena hubo alrededor de mil caballos: 400 de jineteada y 600 de entabladas”, dijo.

La edición 2023 emocionó a Freixes, “me emociona y me recuerda cuando empezamos a organizar el primer festival. Yo era intendente, esto fue en el año 1995. Éramos veinte personas con la idea de hacer una fiesta, pero nunca imaginamos que iba a cobrar la relevancia que tiene dentro del calendario nacional. El nombre salió de una planta autóctona que representa este lugar, el caldén. Cuando se pensó, no solamente se trataba de acercar la rama artística, también teníamos en cuenta el movimiento económico que generaría, las fuentes de trabajo que surgen en este tipo de festivales”, explicó entusiasmado y siguió: “Unos días antes de que empiece la fiesta tenés los pueblos de alrededor llenos, los campings, las estancias y las casas. Se genera todo un movimiento antes y durante el festival que es único. Los vecinos preparan empanadas, está el que vende hielo, el que ofrece servicio de transporte. Además una vez que se llenan los pueblos de alrededores empezamos a mandar gente a Villa Mercedes y pueblitos de La Pampa, como Realicó. Y eso es realmente lo más importante, que la gente trabaje”.

Freixes adelantó que ya están pensando en el próximo festival, “estamos analizando qué salió bien y qué hay que mejorar para el año que viene, en esto anotamos punto por punto. La gran preocupación que tenemos es cuidar el predio, el festival, queremos que sea cada vez más grande. Que San Luis tenga en este género uno de los tres festivales más concurridos de todo el país es un orgullo para nosotros”, dijo.

En cuanto al valor de la entrada “pensamos dos cosas: cobrar lo que vale el nivel de artistas, todos los que vinieron valen eso y mucho más, en otros lugares y escenarios los valores están mucho más caros. Pero apuntamos a una entrada económica, sabemos que vienen muchas familias, pensamos en la cantidad de gente que iba a venir y nos dio resultado. Ir a ver a estos artistas por separado tiene un costo mayor. Acá, quizás por el mismo valor o menos, se disfrutó mucho más por el espectáculo que se aprecia de la jineteada y las tropillas entabladas, más los números de artistas locales”.

La conclusión para Freixes es que la edición del Festival del Caldén dejó un balance súper positivo. Pensando en el 2024 anticipó que anhela tener otros festivales en el transcurso del año porque “le dan vida al pueblo, activan la economía regional, estamos buscándole la vuelta para organizar más festivales pensando en el vecino, en el trabajo, en empresas que vengan a invertir en hotelería y en cabañas, entonces haciendo uno más o dos sube la apuesta, para que nos sirva a todos. Ahí pusimos todas las miradas, se va a concretar”, concluyó.  

Premios caldenazo Nueva Galia

Rueda de petisos chicos:

El primer puesto fue para Gustavo Porre de San Juan, junto al caballo La Salmuera del tropillero Los Nehuen; el segundo fue Felipe Zabala, de General Cabrera con El Toscano, del tropillero Los Hermanos; y tercero quedó Segundo Cortajarena, de Gobernador Castro, junto a El Fortinero, del tropillero Pires.

Rueda de petisos grandes:

En primer lugar quedó Bautista Moreno de Madariaga, junto a La Alpargata, del tropillero Los Nehuen; el segundo lugar fue para Santino Castro, de San Juan, junto a El Pincel, del tropillero Los Hermanos; y en tercer puesto quedó Jaime Araujo, de Benito Juárez, junto a El Criollo, del tropillero Pires.

Premios de categoría crina:

Juan Aristegui, de Tandil, se quedó en el primer puesto junto al caballo La Villerita, del tropillero Tolosa Hermanos. El segundo fue Ramón Montardit, de Santa Fe, junto a El Cachafaz, del tropillero Cacho Althabe. El tercero fue Juan de los Santos, de Ranchos, junto a El Capataz, del tropillero Daniel Pires.

Premios de la categoría grupa:

Matías Escobar, de General Pico, fue el primero junto a La Chaira, del tropillero Fogón de Líbano. El segundo fue Aron Tort, de Ayacucho, junto a El Centinela, del tropillero Carlos Oggero. El tercer puesto fue para Maximiliano Baza, de Daireaux, junto a El Berretín, del tropillero Cacho Althabe.

Premios de la categoría bastos:

El primer lugar fue para Cruz Ramos, de Santa Rosa, junto a El Vengativo, del tropillero Cacho Aldaz; el segundo fue para Enrique Olariaga, de Las Varillas, junto a La 27, del tropillero Roberto Leoz. El tercero fue Emiliano Lalli, de Coronel Vidal, junto a El Gurí del tropillero Carlos Oggero.