Cerro Oro: uno de los damnificados del asalto está en terapia intensiva

De los cuatro damnificados que dejó el violento robo ocurrido durante el fin de semana en una vivienda ubicada en las calles Manzanilla y Cedrón de la localidad de Cerro de Oro, en las afueras de Merlo, solo uno continúa en terapia intensiva tras ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital “Madre Catalina Rodríguez” por una úlcera perforada, según informaron fuentes del Ministerio de Salud.

Se trata de Héctor Rolando Trabuco de 66 años, quien, junto a su esposa, María Josefa Murat (67) y otro matrimonio propietario de la casa asaltada, integrado por Carlos Alberto Ferreyra (69) y María Cristina Méndez (69), fueron sorprendidos por delincuentes, quienes los maniataron de pies y manos con elementos encontrados en la morada, entre ellos cables de artefactos eléctricos y tiras de cortinas.

El hecho sucedió el sábado cerca de las 20, pero las víctimas recién fueron halladas casi 24 horas después por la Policía, que llegó hasta el lugar luego de que una vecina la alertara porque le parecía sospechoso que en la casa no había movimiento y, más tarde, advertir que el vehículo de los dueños de la propiedad tenía las cuatro ruedas desinfladas.

Los efectivos de la Comisaría 42ª fueron los primeros en arribar a la vivienda, donde encontraron a las cuatro personas agrupadas en un estrecho pasillo, tendidas en el suelo. Ferreyra, Murat y Trabuco presentaban lesiones leves y estaban en estado de shock, por lo que fueron trasladadas al hospital de la Villa de Merlo.

Mientras que la cuarta víctima, Méndez, fue hallada sin signos vitales, lo que fue constatado por profesionales del Sempro. Su cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Concarán, donde se practicó la correspondiente autopsia. En el informe, el forense indicó que la muerte fue producida a consecuencia del síndrome asfíctico, por asfixia postural o posicional, desencadenando un mecanismo de congestión cardiopulmonar, con el consecuente fallo cardiorrespiratorio.

Según el informe, la postura, la fuerte atadura de las muñecas por al menos 18 horas, la inmovilidad, el estado de confinamiento en un espacio muy reducido, el tiempo prolongado sin ingesta de líquidos, el estado de extremo estrés y la avanzada edad de la paciente, le requirieron un esfuerzo respiratorio que provocó una congestión cardiopulmonar y, en consecuencia, un fallo cardiorrespiratorio.

Además, agregó que la data de muerte aproximada fue de cinco a ocho horas anteriores del aviso a la instrucción policial, por lo que el deceso se habría producido el domingo 19 de febrero, pasado el mediodía.

Los restos de Méndez fueron trasladados a la ciudad de Vicuña Mackenna el lunes, en horas de la noche y recibió sepultura este miércoles al mediodía.

Del resto de los tres damnificados que sobrevivieron al brutal ataque, Trabuco continúa en terapia intensiva, mientras que Murat y Ferreyra obtuvieron el alta médica. El hombre se retiró del nosocomio el lunes, mientras que la mujer lo hizo este miércoles al mediodía por mostrar signos de evolución y mejoría en las heridas causadas por las ataduras. Dado que su esposo continúa internado por una patología preexistente, las autoridades policiales y de la fiscalía fueron hasta el hospital para entrevistarla.

La causa está caratulada, preventivamente, como “Averiguación Homicidio en ocasión de Robo Calificado, en concurso real con Privación Ilegítima de la Libertad, Violación de Domicilio y Lesiones”.

Según el relato de los damnificados, los asaltantes eran dos hombres que ingresaron a la morada abriendo la puerta principal de una patada. Estaban encapuchados y ambos portaban armas de fuego. Uno de ellos intentó dispararle al dueño de la casa para reducirlo, pero, aparentemente, el arma no tenía balas.

Hasta el momento, los elementos reportados como sustraídos son dinero en efectivo (una suma aproximada de $40.000 pertenecientes a Ferreyra y otros $100.000 del matrimonio integrado por Murat y Trabuco), una chequera del Banco Nación a nombre de Ferreyra, los teléfonos celulares de las cuatro víctimas, un termo de reconocida marca, una alianza de casamiento, un kit de medición de glucemia y un animal faenado.

Los investigadores continúan con la realización de entrevistas a otras personas, que podrían aportar nuevos datos para el esclarecimiento del caso.

Además, se esperan los resultados del examen toxicológico para determinar si los asaltantes utilizaron algún tipo de sustancia para sedar a las víctimas, como también el análisis de las huellas dactilares y muestras genéticas levantadas por Policía Científica, más el examen de las imágenes correspondientes a las cámaras de seguridad de la zona.

Prensa Poder Judicial/ALG