16°SAN LUIS - Martes 30 de Abril de 2024

16°SAN LUIS - Martes 30 de Abril de 2024

EN VIVO

La familia de Claudio Leyes pide pena máxima para los acusados

Bernabé Chávez, Aníbal Galeano, Verónica Agüero y Yamila Barroso son los imputados por el homicidio.

Por redacción
| 26 de diciembre de 2023
Madre y hermanos. Recordaron al hombre que tenía 51 años cuando fue atacado a golpes en Juana Koslay. Foto: Inés Cobarrubia

Claudio tenía 51 años, era el mayor de seis hermanos y padre de tres hijos. Se había recibido de la Escuela de Policía, alcanzó el rango de oficial subayudante, pero en sus últimos años cortaba el pelo en la peluquería familiar del barrio Maximiliano Toro de la capital. Para abril de 2022, cuando lo golpearon salvajemente, ya había completado el cuarto año de Abogacía en la Universidad Católica de Cuyo y su familia estima que a estas alturas ya se hubiese recibido. “Era divino. Mi hijo era hermoso, nunca peleó, era muy familiero, un hijo maravilloso, cariñoso, cómplice con todos, y me le quitaron la vida de una manera tan cruel, tan cruel”, contó su mamá Selva, con lágrimas incontenibles en sus ojos. La paliza que le dieron fue tal que nunca pudo recuperarse: pasó seis meses internado en el hospital y otros tres con internación domiciliaria; hasta que murió la madrugada del 17 de enero pasado. Hoy, los cuatro acusados comenzarán a ser juzgados por un tribunal y los deudos piden no solo que se ventile todo lo que pasó, sino también una condena ejemplar para lo que ellos aseguran fue una emboscada.

 

Cristian, Luis, Franco, Manuel y Nadia, hermanos de Claudio, contaron que siempre tuvieron la tradición familiar de juntarse los sábados en la casa materna. La noche del 16 de abril de 2022 no fue la excepción. “Esa noche hicimos una reunión familiar, tomó algo con nosotros, nos reímos como siempre”, recordó uno de ellos. “Recibió una llamada cerca de las cinco de la mañana y ahí fue cuando se fue. ‘Me voy a fumar un pucho y a conversar un rato con mis amigos, vengo a las 8 mamita, y si no me quedo a dormir allá’”, le dijo a Selva antes de partir.

 

Quien lo llamó fue un conocido de apellido Cabrera que había estado con él los dos días anteriores. Pero al llegar a la playa de la estación en el ingreso a Juana Koslay fue atacado por cuatro personas que lo noquearon con un golpe en la cabeza y luego lo golpearon de forma brutal cuando estaba inconsciente en el piso. Ese grupo, conformado por Bernabé Chávez, Aníbal Galeano, Verónica Agüero y Yamila Barroso, se llevó su celular y su billetera.

 

“Si Claudio hubiese sabido que Bernabé Chávez y los otros secuaces iban a estar ahí, no hubiera llegado nunca. No alcanzó a llegar que se le fueron todos encima”, aseguró Nadia.

 

Una hora más tarde de que se fuera de la vivienda de su madre, Cabrera llevó a Claudio inconsciente a la vivienda familiar y contó que Chávez lo había golpeado. Cuando recuperó la lucidez, Leyes dijo que en realidad fue abordado por ladrones, pero no quiso que lo llevaran al médico y se recostó. El domingo despertó con un severo dolor de cabeza y vómitos, lo llevaron al Hospital del Sur y luego lo trasladaron de urgencia al Hospital “Ramón Carrillo”, donde descubrieron que tenía fractura de cráneo, de mandíbula, un edema cerebral y muchos coágulos de sangre en la cabeza por los que debió ser operado.

 

Las lesiones eran tales que debieron removerle parte del cráneo, realizarle una traqueotomía y colocarle un botón gástrico para alimentarlo. “Nunca pudo volver a hablar, ni a tomar un sorbito de agua siquiera”, recordó Selva. “Nosotros no sabíamos si tenía dolor, si lo que le decías le dolía, si necesitaba algo. Tenía sus ojitos abiertos, pero no se expresaba de ninguna manera. Le arruinaron la vida a él y a nosotros también, psicológicamente, porque fue una agonía de 9 meses”, sumó su hija Nadia.

 

 

“Jamás lo pensamos”

 

“Quizá si hubiese muerto ahí mismo (el día del hecho) no hubiese sufrido tanto, porque la calidad de vida que tuvo fue peor, fue tremenda, a nosotros nos arruinó la vida, nunca más fue lo mismo, para nosotros también fue una agonía. En el último tiempo lo cuidamos acá porque en los hospitales no había nada que hacer”, contó Cristian. El último suspiro Claudio lo dio la madrugada del 17 de enero a las 2:30, nueve meses después de la golpiza.

 

Agüero, Galeano y Barroso fueron detenidos el jueves 28 de abril de 2022 en dos procedimientos distintos; Chávez ya estaba detenido desde hacía unos días en una celda de la Comisaría 4ª de la capital por una causa de violencia de género. El 6 de mayo un juez procesó a los cuatro por “Robo doblemente calificado por las lesiones causadas y por ser en poblado y en banda”, pero tras la muerte la carátula mutó a "Homicidio en ocasión de robo".

 

Los hombres estuvieron con prisión preventiva desde entonces y así continúan. En principio, a las mujeres se les otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, pero ambas incumplieron con las pautas de la misma y fueron encarceladas. También siguen alojadas en el Penal.

 

Los Leyes sostienen que no se trató de un robo, sino que la intención del grupo fue quitarle la vida a Claudio, y que después se hicieron de sus pertenencias. No quisieron ahondar en su hipótesis ante el inminente comienzo del debate, pero deslizaron que los imputados tenían interés en un negocio que la víctima había hecho.

 

Este viernes, antes de recibir a El Diario en su casa, Selva y Cristian acudieron al Poder Judicial ante el requerimiento de Virginia Palacios, quien oficiará de fiscal de Juicio. “Quisieron empujarnos a un juicio abreviado con una pena de 12 o 13 años para ellos. Y nos dijeron que lo de las mujeres era un caso aparte. Pero no, no, no: acá Galeano tiene antecedentes por violación, por homicidio; y Chávez también, por robo, por resistencia a la autoridad. Barroso y Agüero también tienen causas por robos, entonces dijimos no, vamos por todo, porque mi hermano no está más a causa de ellos. ¿Por qué un juicio abreviado? Nosotros queremos justicia, la pena máxima… no fueron dos, fueron cuatro los asesinos”, sostuvo el joven.

 

“Si estas personas, con los antecedentes y delitos que tienen, no hubiesen estado libres, mi hermano hoy estaría vivo. Ellas tenían domiciliaria y andaban como si nada en la calle, son personas que no tienen códigos y la Justicia las sigue apañando. Es gente que no tiene posibilidad de reinserción a la sociedad y nosotros tenemos que buscar una pena justamente por la sociedad”, agregó Nadia.

 

No hubo uno solo de los hermanos que no derramara una lágrima durante la entrevista. “Jamás lo pensamos: que nos fuera a tocar a nosotros una cosa así. La mayoría de la gente tiene una apatía total y piensa que nunca va a pasar por algo como nosotros”, cerró Franco.

 

Redacción/MGE

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo