Disney... ¿peronizado?

El mito se fue agrandando con el correr de los años, un poco por la arraigada tendencia argentina a la mistificación, pero también porque hay indicios sugerentes que invitan a pensar que el nexo existió. Según dicen, Walt Disney encontró inspiración para crear su famoso parque, hoy visitado por casi 60 millones de personas por año, en la República de los Niños, un predio con fines educativos ubicado en La Plata y que fue el primer parque temático de América Latina.

Uno de los elementos que le da apoyo a esta tesis es el factor cronológico. La República de los Niños fue inaugurada en 1951 durante el gobierno de Juan Domingo Perón. La obra había sido proyectada en 1949 por el arquitecto Jorge Lima a pedido del gobernador de la provincia de Buenos Aires de ese momento, el justicialista Domingo Mercante. Disney fundó su primer parque pocos años después, en 1955. 

Resulta difícil que el empresario y animador nacido en Chicago no estuviera al tanto de la creación del parque argentino, un poco porque estas latitudes ya eran bien conocidas por Disney y habían sido fuente de inspiración. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos pretendía estrechar lazos con Latinoamérica por razones geopolíticas y por eso envió a la región a Disney, uno de sus principales embajadores culturales, para fomentar así la “solidaridad hemisférica” ante la amenaza de las potencias del eje. 

Walt Disney visitó Buenos Aires, Mendoza y Río Negro. Se reunió con el pintor y dibujante Florencio Molina Campos, quien trabajó con el norteamericano en largometrajes en los que se aborda la cultura del campo y los gauchos. También colaboró en la realización de la película Bambi, que reproduce paisajes de Bariloche.

Al comparar la República de los Niños con Magic Kingdom, el parque original ubicado en Orlando, la similitud de las construcciones es llamativa. Algunos incluso aseguran que Disney tuvo contacto con los arquitectos que trabajaron en la construcción del predio de Gonnet.

Más allá de las coincidencias y de las conjeturas, hasta ahora no existe ninguna prueba concreta que diga que Disney tomó como ejemplo al predio argentino; pero la República de los Niños es un proyecto admirable en su propio derecho.

El primer parque temático educativo de América Latina tiene el objetivo de que los chicos aprendan los valores de la vida en democracia y el funcionamiento de las instituciones. El predio tiene 53 hectáreas en el que se localizan 35 edificios pequeños hechos a la escala de un niño de diez años y que mezclan estilos arquitectónicos de todo el mundo.

La impronta cosmopolita del predio platense también deriva de los 1.600 obreros que trabajaron en su construcción y que procedían de distintas partes del mundo.

Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la Argentina recibía muchos emigrantes europeos que buscaban las oportunidades laborales ofrecidas por un país que exhibía un fuerte desarrollo de la obra pública. Muchos empleados eran polacos, y por eso en la República de los Niños pueden observarse cúpulas de Varsovia. Los italianos dejaron su impronta en el trabajo de las piedras.

Actualmente, el parque luce bien cuidado y sin olvidar su objetivo cívico y educativo, se ha adaptado a las demandas de los tiempos. Cuenta con diversos entretenimientos, actividades culturales, espectáculos, deportes y un paseo gastronómico. También  hay plazas equipadas con multijuegos para todas las edades.

En los gobiernos dictatoriales, el término república hacía ruido y las autoridades renombraron al predio como Ciudad de los Niños. Durante estos períodos los visitantes tenían acceso a las áreas de entretenimiento, pero no a los edificios que representaban a instituciones vinculadas a la democracia y la libertad.