Merlo: aprobaron ordenanza para proteger a la fauna silvestre

El Concejo Deliberante de Merlo aprobó por unanimidad una ordenanza que protege a la fauna silvestre nativa y la coloca en el epicentro de sus prioridades. Aseguran que la norma, que reconoce a los animales no humanos como "seres sintientes", marca un hito en la protección del medio ambiente y la biodiversidad en la región. Afirman que la legislación es la primera en su tipo que tiene la provincia.

La ordenanza, respaldada por una rica herencia legislativa nacional e internacional, refleja el compromiso de la Villa de Merlo con la preservación de su patrimonio natural. Entre ellas están la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Humano en 1972 hasta la Convención de Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres en 1980.

La norma reconoció a la fauna silvestre nativa, declarándola monumento natural, y establece como órgano de aplicación a la Secretaría de Ambiente, Producción y Desarrollo Sustentable. Además, busca la protección, conservación, restauración, propagación y repoblación de la fauna autóctona en ambientes naturales y artificiales.

Entre sus articulados prohíbe en todo el ejido municipal el comercio de pieles, cueros, carne y demás despojos de los animales silvestres nativos y exóticos. En otro, señala que si alguien llega a desobedecer la ordenanza, se lo multará con el monto en pesos equivalente a un rango que va de los 300 a los 1.000 litros de la nafta de mayor octanaje, según la gravedad de la infracción.

El crecimiento urbano de Merlo se expande sobre sectores en los que vive la fauna silvestre.

Cuando se celebró el pasado 5 de junio la Sesión Verde en el Concejo Deliberante, los proteccionistas de la villa turística presentaron una iniciativa para la conservación de la fauna silvestre, que fue debatida en ese ámbito y en el Ente Mixto de Bienestar Animal (EMBA) de la ciudad.

“Merlo es pionera en generar legislaciones para proteger a las especies de nuestra zona. La villa turística tiene la particularidad de que se está expandiendo hacia el pie de las Sierras de los Comechingones por sobre la fauna silvestre, que ya vivía acá antes que nosotros. Por eso teníamos que generar alguna herramienta legislativa para protegerla”, precisó el presidente del Concejo Deliberante, Leonardo Rodríguez.

El Artículo 1 de la ordenanza declaró a todos los animales no humanos como seres sintientes dentro del ejido municipal, cualquiera sea su especie. “Les damos como un rango importante desde lo legislativo, porque ya los reconocemos como seres sintientes. Por eso, incluso hasta para las contravenciones hacia los animales, las penas deberían ser mayores que las de antes”, manifestó.

Según el edil, hay escasas legislaciones como la que tiene la Villa de Merlo para proteger a la fauna silvestre. “Hay pocas ciudades en el país que se animaron a tomar esa decisión como nosotros. En la provincia de San Luis creo que somos los primeros en tener una ordenanza de estas características”, resaltó.

Afirmó que cuando tuvieron que debatir los proteccionistas con los concejales, los cruces fueron muy pasionales. La iniciativa debió ser modificada para que se la pudiera aprobar.

“El proyecto original que presentaron era tal vez un poco más extremista y ortodoxo, en el sentido de que era aún más proteccionista. La iniciativa prohibía hasta la utilización de la imagen de un zorro para publicitar un comercio. Fuimos generando los equilibrios para poder aprobar un instrumento que permita proteger al animal y también para concientizar a nuestros vecinos y a los turistas que nos visitan”, detalló.

La ordenanza aborda la falta de legislación y educación, especialmente entre los turistas que visitan la localidad. Indicaron que con la declaración de interés municipal en la protección de animales exóticos y la creación de corredores biológicos, Merlo se posiciona como un ejemplo en la conservación de la biodiversidad.

“La idea es proteger la fauna, porque pueden llegar turistas que pretendan alimentar a un zorro o una sachacabra, algunos de los animales silvestres que tenemos en la zona de la Villa de Merlo. Eso es una domesticación que es contraproducente, porque después genera un acostumbramiento en el animal, donde se lo mascotiza. Lo importante es que podamos convivir con ellos y no buscar interactuar dándoles de comer”, destacó.

Redacción/ALG