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Cerros del Rosario: una mirada escéptica al misterio subterráneo

Un grupo de La Plata estudió el caso. Si bien abren la puerta a la observación de luces, no tienen pruebas de la ciudad intraterrena.

Por Nicolás Gatica Ceballos
| 22 de enero de 2023
Sin evidencias concretas, los fenómenos que encierran los Cerros del Rosario continúan un misterio.

Conocer qué ocurre en el interior de los Cerros del Rosario es prácticamente un viaje iniciático y comprender sus anécdotas es para muchos un entendimiento que se adquiere al subir los peldaños de la escalera del cosmos. El origen de la historia de la ciudad subterránea se remonta al periodista Stephens Wrapp, quien escribió un texto alusivo para la revista Dimensión Desconocida. También se atribuye a una narración del ya fallecido ufólogo y parapsicólogo Fabio Zerpa. Sin embargo, ¿de dónde surgió el relato? ¿Cómo se registró? ¿Qué hay en la comunidad que habita bajo tierra? ¿Existen los seres intraterrenos? La respuesta a estas preguntas se diluye en el relativismo.

 

Muchos han tratado de indagar los misterios, pocos sellaron conclusiones. Entre los estudiosos que arribaron a la zona se destaca la Unión de Investigadores de Fenómenos Aeroespaciales (Unifa), de La Plata, Buenos Aires. El periodista e investigador Carlos Eduardo Cappuccio, quien actualmente integra el Grupo de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales (GIFA), concretó indagaciones en los cerros en 2013 a instancias de la Unifa.

 

 Una aproximación. Así sería la ciudad subterránea según las referencias que brinda la inteligencia artificial.

 

“Una vez vi un libro de un famoso investigador argentino, que entre sus historias figuraba una ciudad subterránea en los Cerros del Rosario, pero no en San Luis, sino en La Rioja. Cuando decidimos averiguar, se contaba sobre un párroco que construyó una comunidad en los cerros y que él y otras personas pudieron entrar a la ciudad, pero no figuraba en La Rioja, apuntaban a La Toma. Entonces fuimos a esa localidad”, comentó en diálogo con El Diario de la República.

 

En el trabajo de campo no pudieron comprobar ningún detalle. El relato no figuraba en ningún registro de la época. En la iglesia del pueblo no hay datos de ningún sacerdote que haya desarrollado un pueblo cristiano en la zona; no obtuvieron nada concreto. Incluso recorrieron los alrededores de los cerros, pero no lograron adentrarse en la profundidad, porque el ingreso está sellado por campos privados.

 

 Una aproximación. Así sería la ciudad subterránea según las referencias que brinda la inteligencia artificial.

 

El testimonio que consiguieron fue el del ingeniero y profesor Carlos Quiroga, quien les comentó sobre su experiencia de encuentro cercano de segundo tipo (pudo ver un OVNI y atestiguó la huella que dejó la nave). Pero las referencias del mundo intraterreno fueron imposibles de constatar.

 

“¿Qué se encontró? Absolutamente nada. ¿Suceden cosas en La Toma? Sí, suceden, como en Villa de Merlo, como en Capilla del Monte, como en Salta y tantos otros lugares del país. Pero sobre los Cerros del Rosario no corroboramos ni la más mínima evidencia. Nosotros vamos a lo real, necesitamos evidencias tangibles y no las obtuvimos. Uno va a Capilla del Monte, por ejemplo, y hay un montón de historias, la mayoría inventadas. Hay gente que lucra, ese es el gran problema de la ufología en Argentina”, opinó Cappuccio.

 

 Una aproximación. Así sería la ciudad subterránea según las referencias que brinda la inteligencia artificial.

 

El especialista se muestra escéptico ante la falta de pruebas, pero no niega la existencia que va más allá del entendimiento humano. De hecho, comentó que cuando era adolescente vio tres naves. Las pudo observar en formación triangular y ese momento lo marcó para siempre. Desde ese hecho, empezó a indagar en la temática. “Tengo 61 años, viajé por casi todo el país y todavía no tengo respuestas”, manifestó.

 

“Hablar de ciudades intraterrenas es hablar de esoterismo, de misticismo. Te dicen que en un lugar hay una civilización, pero que no estás al nivel mental para captarlo”, agregó.

 

 

 

Una historia real

 

Cappuccio comentó que en su búsqueda conoció una historia muy particular. Según recordó, una mujer ya fallecida de la zona de Potrero de los Funes le contó que desde pequeña vivió en una casa de barro y paja junto a su madre, su padre y un hermano menor. Su papá trabajaba en el campo todo el día y la mamá cultivaba y hacía el pan. Eran muy pobres. De acuerdo a Cappuccio, cuando visitó a la mujer en cuestión (hace 18 años), aún estaba la base del ranchito y la perforación de la bomba de agua que utilizaban.

 

La mujer le detalló que cuando era pequeña, su hermano jugaba en el monte. Un día, su mamá juntaba las cosas del niño, entre las que había bolitas de barro que le hacían para jugar. En medio de las canicas, encontró unas que describió como “de cristal”. Eran como las famosas bolitas con las que tantas generaciones jugaron. Sin embargo, lo curioso es que no tenían dinero para comprarlas, nunca habían ido a la ciudad para adquirir ese artículo.

 

Cuando le preguntaron al pequeño de dónde las había sacado, respondió que se las dio un chico que jugaba con él en el monte. La sorpresa los inmutó. En el sector no había familias que tuvieran hijos de esas edades. Cuando la madre indaga en más detalles, el niño le dijo que su amigo tenía el pelo amarillo, piel blanca y ropas largas.

 

“¿Qué podría entenderse por ropas largas? Que usaba túnica. Esto me consta que es real. La mujer me lo contó a sus 80 años. Esas cosas suceden y seguirán sucediendo”, remarcó. Se trataría de un tipo de ser extraterrestre.

 

 

Mutilaciones

 

Cappuccio subrayó que el fenómeno que se repite al día de hoy es el de las mutilaciones de animales. Asimismo, aseguró que muchas veces este tipo de acontecimientos se tapan.

 

“He estado al lado de una vaca mutilada. El animal estaba en otro lote y apareció a una distancia muy amplia, a 2 kilómetros. El comisario del pueblo me dijo que el fenómeno era aéreo. Hace unos años, en La Pampa, pasó algo con una vaca a la que le llevaron el no nato; estaba preñada. Una mujer de la Policía me aseguró que había unos 30 casos por mes. Voy a verla en persona y no estaba. Al día siguiente la busco y no estaba. Al tercer día voy y les pido que me pongan en contacto vía telefónica. Me comunicaron y me negó todo”, recordó.

 

“En una oportunidad, en una mutilación de ganado, la Policía que arribó para ver el caso no era de ese lugar y fue con equipos a probar radioactividad. ¿Qué fuerza de seguridad hace eso por cuatrerismo o abigeato? Ellos saben qué sucede. Así están las cosas”, agregó.

 

 

Último capítulo

 

La palabra de Cappuccio es una de las pocas referencias que hay sobre lo que ocurre en los Cerros del Rosario. Su visión es, ante todo, una duda y asegura que en todos los casos trabaja “con los pies sobre la tierra” para encontrar los datos más palpables posibles.

 

Sin embargo, el tema no se agota ahí. En la próxima publicación, que será el último capítulo de esta fascinante historia, se tratarán las apreciaciones del Café Ufológico Volcán, que brinda datos claves de las ciudades intraterrenas. También se ampliará el concepto del triángulo magnético en el que se encuentran inmersos los Cerros del Rosario.

 

 

El extraño hombre a caballo que ha despertado sustos campo adentro

 

La gente de la ciudad no se imagina lo que ocurre en el campo. Abundan anécdotas que hablan de distintos hechos inexplicables, muchas veces ligados a lo paranormal. Por lo general, la noche es el escenario; las estrellas y la luna, testigos. La norma es que todo queda burilado en los impenetrables secretos del monte.

 

Sin embargo, las historias más llamativas siempre salen a la luz: no hay nada que no deba ser revelado. Es así que entre las cosas más extrañas de los Cerros del Rosario, se conoce sobre un hombre que recorre las distancias a caballo (también se ha escuchado el relato en otras zonas cercanas).

 

Lo distingue su altura, que sobrepasa notablemente la media humana. Además, las monturas y su ropa son plateadas. Claramente no se trata de ningún paisano, y a más de un lugareño, la idea de encontrarse con el inusual jinete, le causa terror.

 

En la búsqueda de testimonios por la ciudad subterránea, Ramón, un vecino que prefirió no revelar su identidad, no pudo brindar mayores precisiones de los seres que habitarían las vísceras del cerro, pero aseguró que la historia del hombre a caballo siempre se escuchó.

 

Varios entendidos en la materia, explican que habría razas extraterrestres que son muy similares al ser humano y que de hecho, si se ven en la calle, sería prácticamente imposible deducir si se trata de un alienígena, a lo sumo llamaría la atención la altura y se podría pensar que se trata de un jugador de básquet. Creer o reventar.

 

 

¿Por qué hay hermetismo?

 

Cappuccio reconoció que este tipo de temas, independientemente de su veracidad, están atravesados por el hermetismo. Aseguró que diferentes sectores no quieren que estos fenómenos se revelen.

 

"Habría varias cosas que no les conviene a quienes manejan el mundo. Por ejemplo, una de las cuestiones que caerían son las religiones, al comprobar que el hombre no es el centro ni la máxima creación de Dios", apuntó.

 

Para muchos investigadores, hay potencias mundiales que están en medio de una puja de intereses: cada vez que se encuentra evidencia, es conocimiento y el conocimiento es información y poder.

 

La posible existencia de la ciudad intraterrena no escapa a estas realidades y pese al intento de obtener referencias, solo hay misterio.

 

 

Un trabajo para los Intercolegiales inspirado en los cerros

 

La historia de la ciudad subterránea es un misterio que atrapa a todos, y los alumnos de la Escuela Nº 114 “Dr. Ricardo Gutiérrez”, de La Toma, no quedaron exentos. En el 2017 participaron de los Interculturales Culturales bajo la coordinación de las docentes Alejandra Olguín (quien ideó el trabajo) Carina Muñoz, Fabiana Chirino e Ivana Burgos.

 

Desarrollaron una obra de fantasía con base en la ciudad subterránea, que contaba que habían desaparecido todas las fiestas provinciales y nadie sabía las razones. Una niña que paseaba por los cerros tomando fotografías, vio a unos extraños seres llevándose las fiestas.

 

La niña los convenció de que mejor es compartir. Así, los seres intraterrenos devolvieron las celebraciones a cada lugar. La gente, emocionada, festejó con un megaencuentro.

 

Esta propuesta de fantasía obtuvo el primer puesto.

 

 

Textos: Nicolás Gatica Ceballos.

 

Fotos: Martín Gómez.

 

Multimedia: Lisardo Martínez.

 

Diseño: Francisco Buchini.

 

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