El festival "El arte no es delito" congregó a más de 500 jóvenes

Bajo la premisa de que el arte no es un delito, los jóvenes puntanos se reunieron para mostrar su talento en el freestyle, el baile y las artes en general en un festival sin precedentes. El encuentro se concretó en el corazón del microcentro para manifestarse en contra de los hechos del domingo pasado, cuando policías  reprimieron a un grupo de chicos que estaban en la plaza Pringles.

La cita era a las 15. Cerca de las 16, ya había más de 100 personas congregadas. Minuto a minuto el número fue fluctuando y si bien no se puede precisar con exactitud, lo cierto es que participaron más de 500 puntanos.

Antes de que el evento iniciara formalmente, los chicos hicieron batallas de freestyle con mensajes de protesta. Posteriormente, decenas de artistas de distintas disciplinas se lucieron. En toda la jornada dieron el ejemplo. Hubo masividad en total orden. Se trató de un reclamo totalmente pacífico.

Si bien los movimientos culturales urbanos han sufrido hechos de represión policial a lo largo de la historia y del mundo, los jóvenes de San Luis atraviesan un contexto reciente. Las autoridades tomaron cartas en el asunto.

“Queremos expresar nuestro apoyo a la cultura y al arte callejero. Repudiamos enérgicamente la censura, la represión y la violencia que vivieron nuestros jóvenes el domingo en la plaza de nuestra ciudad, donde un grupo de artistas organizados colectivamente expresaron su arte visibilizando las realidades sociales desde su realidad cotidiana, con pensamiento crítico y reflexivo”, expresaron madres y familiares de los jóvenes.

El evento fue organizado por Suena El Bajo, una iniciativa compuesta por un conjunto de jóvenes que usualmente convoca a las competencias de rap.

“Estamos muy felices sinceramente por toda la convocatoria que hemos generado, por toda la gente que se ha acercado, artistas, raperos, bailarines, no solo de acá, sino de los alrededores. Lo que quisimos hacer con esto es ir en contra de la represión policial y responder con arte; que la tarde sea de fiesta”, expresó uno de los organizadores, Taro.

Una de las particularidades de la jornada fue que disponían cartulinas y fibrones para que quienes quisieran pudieran dejar sus reflexiones. La expresión fue el núcleo común. El público no fue exclusivo de las juventudes. También hubo adultos que apoyaban la iniciativa con su presencia.

La grilla del festival congregó a unos 70 artistas que se fueron presentando a medida que llegaban, intentando cumplir con el cronograma pautado.

“A la gente del arte siempre la tildan de delincuente, de que hacen daño en los lugares a los que van. Nosotros justamente lo que quisimos hacer con esto es invitarlos para que se acerquen y vean que no es así, que nosotros somos una familia, que lo que se hace acá es estar más que unidos. Las personas solamente te brindan amor, hay respeto entre todos, hay unión. Nada tiene que ver con las cosas que se dicen. Lo que pasó el fin de semana pasado no fue un caso aislado”, expresó Taro.

La jornada continuó con la misma energía que se percibió al inicio. Sin dudas, tras este encuentro habrá un antes y un después en el mundo del rap puntano.

ALG