Una iglesia creó una bolsa de empleo para sus fieles

En medio de la crisis económica que vive el país, la parroquia Nuestra Señora de la Paz ideó un servicio para aportar su granito de arena y ayudar a los fieles que están en busca de un empleo. Lo bautizaron como “Solidaridad laboral” y funciona como una especie de bolsa de trabajo, a la que los vecinos pueden enviar sus currículums para que se contacten si surgen oportunidades.

El párroco Jorge O'neill contó que la propuesta está abierta para todas las personas "que necesitan trabajo, tienen conocimientos en algún rubro o quieren prestar un servicio, ya sea en un oficio o una profesión" y agregó: "Nosotros queremos que su pedido pueda circular en el ámbito de la iglesia y llegar a otros”, explicó.

El sacerdote aclaró que la parroquia solo oficiará como un “puente” o un nexo entre las partes, pero que no se involucra en las contrataciones ni las negociaciones. “Se tienen que poner de acuerdo las partes, nosotros solo queremos transmitir la información para que todos puedan acceder”, dijo.

No hay una cartelera física para colocar los archivos, sino que todo se realiza a través de la virtualidad. Los interesados pueden enviar sus documentos a través de WhatsApp a María Eugenia Henrique y Natalia Gil, dos feligresas que son las encargadas de distribuirlos entre los grupos eclesiásticos y difundirlos.

El servicio también funciona en el sentido inverso. Es decir, que también pueden contactarse quienes requieran de una persona para un puesto de empleo o para hacer algún trabajo particular, como pueden ser tareas de mantenimiento en el hogar, arreglos, conexiones eléctricas, cuidadores de adultos mayores o de niños, entre otras.

“Lo que no hacemos es difundir ventas de terrenos o artículos, ni nada de eso. Ni tampoco esto tiene ningún fin de lucro, simplemente es un servicio para la comunidad”, aclaró.

O'neill considera que esta es una manera para que la iglesia se involucre en ayudar a sus miembros, no solo a través del apoyo espiritual y en la distribución de los sacramentos, sino también en lo referido al sostenimiento material de las familias. “Lo espiritual y lo material siempre están unidos. No solo podemos darle una palabra de aliento a una persona que está padeciendo o está en una situación difícil, es un conjunto. Cuanto más sufrimiento hay, más solidaridad tiene que haber, esa es nuestra responsabilidad”, dijo.

La parroquia, ubicada en calle Moreno, entre Brasil y Bolivia, también realiza otro tipo de actividades abiertas a la comunidad para que la iglesia contribuya a la contención social de sus fieles y vecinos. Hace poco, por ejemplo, organizaron junto al INTA un taller de dulces y conservas, para capacitar a quienes pueden apostar a estos productos como un emprendimiento para generar ingresos. También dictan clases de ajedrez gratuitas todos los domingos. “Tenemos que cultivar los talentos de todos", remarcó.

 Redacción / NTV