En casi tres meses se vendieron unos 7.400 kilos de mármol ónix

La Municipalidad de La Toma se hizo cargo hace casi tres meses de la comercialización de mármol ónix. Desde entonces, vendió 7.400 kilos de piedra a los artesanos marmoleros de la localidad.

El intendente Ernesto “Pipi” Alí tiempo atrás comenzó a gestionar los trámites necesarios para que el Municipio lleve la administración de la comercialización. Ahora, ya materializada, la medida da sus resultados. La finalidad es el cuidado de la mano de obra local, la transparencia de los procesos productivos y de extracción y el cuidado del recurso.

Para llevar adelante la idea, la Comuna instaló un punto de atención, venta y exhibición del material que funciona en un sector lateral de la Casa de la Cultura, con seguridad las 24 horas. La asistencia al público es por la mañana.

El coordinador de Políticas Públicas de Medio Ambiente y Producción, Facundo Díaz, dijo que la Municipalidad se hizo cargo de la comercialización y distribución por el mal manejo de gestiones anteriores, de algunas instituciones que eran las responsables de su venta.

“Hubo mala repartición y falta de equidad. La idea es equilibrar los procesos, no solo para los marmoleros más grandes sino para darles facilidades a los más chicos, para que tengan variedad en la piedra. Sufrieron durante muchos años debido a que se quedaban con las peores partes y se les dificultaba cuando tenían que realizar algún trabajo. Los grandes empresarios se llevaban las mejores fragmentos”, precisó.

Con la disposición del servicio en la Casa de la Cultura también se busca que haya transparencia. Antes se realizaba en un galpón cerrado y lejos del centro de la localidad. Ahora, los marmoleros volvieron a tener confianza porque ven la piedra y hay stock del recurso. “Se conoce quiénes son los que compran y cuánto llevan porque tenemos un registro. El dinero de lo recaudado es para invertir en la explotación de la cantera Santa Isabel y generar mano de obra”, señaló.

“Quedaron tres o cuatro kiosquitos (negocios) que invirtieron en su momento y compraron mármol ónix. Cuando se les acabe, quedará el Municipio como único vendedor”, detalló.

Dividieron en tres categorías la venta de la piedra, a un precio accesible para los marmoleros: la número uno es la más barata, la dos es la intermedia y la tres es la más cara. “Le vamos a anexar una más en breve, la broza, que es el material sobrante que al marmolero no le sirve. Tendrá la finalidad de que alguien del pueblo invierta en eso para que pueda realizar revestimientos, mosaicos y mesadas, entre otras”, manifestó.

También invirtieron en una balanza digital de alta tecnología, que puede pesar hasta 1.500 toneladas. “Al ser de última generación, le garantiza al comprador que va a tener el peso exacto y justo. Con las balanzas viejas o básculas, nunca se compraba la cantidad correcta porque podía haber una diferencia de 400 o 500 kilogramos y el artesano marmolero siempre perdía. Ahora se está vendiendo lo que corresponde”, describió.

La cantera Santa Isabel está ubicada a 27 kilómetros de La Toma, por la ruta a Los Membrillos. En esa zona se concretan las extracciones del mineral.