"Necesitaba mostrarme tal cual soy, con un DNI que lo compruebe"
Ale Massa pudo hacer el cambio gracias a la Ley de Identidad de Género, de 2012. Contó con el apoyo de su familia.
El lunes se conmemoró el décimo aniversario de la aprobación de la Ley de Identidad de Género en el país y fue la que le permitió a Ale Massa obtener un nuevo DNI que refleja cómo ella se autopercibe. La mujer inició su transición física hace cinco años, pero la deseó toda su vida.
"Quise cambiar desde que tengo conciencia", dijo con voz firme. Eligió el nombre acortando toda la parte masculina que le designaron sus padres. "Tener otra identidad ayuda a completar a una persona. Es importante tener los derechos que corresponden. Es muy difícil tener que irte a dormir siendo un niñito y acostarte pidiéndole a Dios despertarte y ser otra persona o estar en otro cuerpo", contó Ale. Luego expresó que es una construcción que lleva mucho tiempo. "Más allá que está la ley establecida y que se cumple, creo que lo que hace es prolongarnos la vida. Tengo 35 años y hay muchos que no llegan a la edad que tengo yo", aseguró.
La mujer destacó que sus allegados la acompañaron en la transición. "Llegué a los 18 años con el género y el cuerpo con el que nací, intenté ser hombre, pero me di cuenta de que no, que necesitaba mostrarme tal cual soy, con un documento que lo compruebe. Desde ese entonces empecé a averiguar, pero todavía no existía en Argentina esta ley, pero por suerte años posteriores se aprobó y fue y es una gran satisfacción. Mi familia va aprendiendo y los entiendo, lleva mucho tiempo de terapia, se pasan millones de cosas por la cabeza y por la vida. Pero puedo decir con orgullo que a mí me acompañaron y me dieron mucho amor siempre", manifestó.
Ale explicó que sentía una dismorfia corporal que se producía cada vez que veía su reflejo o se miraba en una foto. "Te sentís tan mal con vos y sé que muchas personas intentan lastimarse. Esto lleva un proceso, para hacer las terapias hormonales necesitás análisis clínicos, trámites de aceptación de los médicos, no es fácil, pero lo inicié a los 30 y después me frenó un poco la pandemia, pero logré ver en el espejo una persona que realmente me agrada y empecé por primera vez a querer a esa figura que veía", sostuvo.
Ella sintió la necesidad del cambio porque no se reconocía con el aspecto físico con el que nació. "Pasé mucho tiempo y me costó animarme porque se me desarticuló la cabeza y se me volvió a armar desde otra perspectiva. No sé cómo se siente una mujer, pero después de las terapias trato de entenderlas. No sé cómo describirlas, pero son más sensibles, más pasionales y yo tengo mucho de esto, hoy pienso las cosas muchas más veces antes de hacerlas", remarcó.
Massa es estilista y vende ropa y calzado. Además colabora con asesoramiento ad honorem en distintas agrupaciones. "Y tuve el acompañamiento incondicional de Julieta Curtis, que es la representante del grupo de Igualdad Evita, de Julieta Fernández y de la Municipalidad que me guiaron, estoy muy agradecida", dijo.
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