"Ellos tienen más presente la final del 78 que la semi en 2014"

Víctor Vargas es un puntano que hace 18 años vive en La Haya. Trabaja en la Sección Comercial de la Embajada Argentina. A la distancia, le cuenta a El Diario cómo vive este Mundial, que tendrá a nuestra Selección jugando este viernes a las 16 frente a Países Bajos.

"Hay mucho entusiasmo y se habla del partido en todos los medios y programas televisivos. Ellos tienen más presente la final que perdieron en 1978 —le dicen 'la Copa robada'— que la semifinal de 2014.  Están conformes con la Selección, pero no la ven como la mejor que han presentado en un Mundial. No es 'La Naranja Mecánica', pero confían en el trabajo de Van Gaal", comienza diciendo Víctor.

Asegura que no son muy efusivos; es más, hoy Argentina será prácticamente local en Qatar. Es algo que reclamó también el entrenador Van Gaal. "Las pasiones son pasiones en cualquier pueblo o cultura; lo que los diferencia es un grado de violencia inferior al que podría verse en otros países".

Mientras esperan por el gran duelo de hoy, Víctor y sus amigos ya están pensando en el asado. No es solo ver un partido de fútbol: también aprovechan para juntarse y pasar un momento grato con amigos.

Son siete los que generalmente se juntan y hay de varias naciones. Después festeja el que tiene la suerte de ganar, pero en la previa disfrutan todos. El asado es a la canasta. Cada uno lleva lo suyo y se reparten los gastos de la gran "comilona mundial".

Para el día del partido se espera una temperatura de -4º. El frío se va a hacer sentir, pero los amigos se encargarán de ponerle calor, no solo por el fuego del asado, sino también por el aliento a la Selección. La juntada es bien federal. Habrá argentinos, neerlandeses, mexicanos. Todo es válido para ver el Mundial y para degustar un rico asado, que lo tiene como parrillero a Hernán. "Un capo total. Primero hizo la parrilla y ahora se encarga del asado. Es un crack el pibe", dice Víctor.

Cuando vivía en San Luis era hincha de Estudiantes. Y también era mucho más futbolero; cuando se fue para otras latitudes perdió un poco esa efusividad. "Cuando me vine acá arranqué con rugby y lo jugué hasta que el cuerpo dijo basta. Pero un Mundial es un Mundial y yo quiero que Argentina gane siempre en todo, sea fútbol, rugby o waterpolo, me da igual", afirma.

Se lo nota ansioso. Quiere que el partido empiece ya. No es para menos: una Copa del Mundo se juega cada cuatro años. La espera es larga. Y cuando llega el momento, la ansiedad desborda.

Dice que si gana Argentina el festejo será "tranqui". Se quedarán en el jardín de casa disfrutando del asado, como en una especie de tercer tiempo, y de eso entiende y mucho Víctor, ya que jugó al rugby.

Hace una pausa en la comunicación y le dedica un párrafo importante a Lionel Messi. "Lio es un talentoso, un genio en lo suyo, que llega a este Mundial con años de experiencia, haciéndose cargo de ser el capitán de la Selección y de todas nuestras ilusiones. Hace todo por darnos una alegría", asevera.

Se despide y en su voz se nota algo de nostalgia. Este Mundial es como que lo acerca más a la Argentina. Hace 18 años que vive en La Haya; está acostumbrado, formó su familia, pero la patria chica siempre tira. Pero por ahora solo piensa en un triunfo de la Selección.