Sol Puntano se establece con su punto de venta y sus productos

Desde el campo hasta la mesa, sin escalas. Esa es la premisa que persigue el Ministerio de Producción con sus propuestas para acercar productos frescos y sanos a los ciudadanos. Por eso, desde hace algunos meses hay un punto de venta que va directo desde el predio de Sol Puntano hasta Villa Mercedes, y que logró establecerse como una referencia para los vecinos y en una oportunidad para los feriantes.

La Plaza de la Salud, a la altura de la intersección de Hilario Cuadros con Balcarce, se convirtió en el lugar escogido para montar los stands una vez por mes e intentar que los mercedinos se apropien de los alimentos que no eran tan conocidos en la tierra de la Calle Angosta como lo eran en la capital puntana.

“El balance es muy positivo. La gente espera para acercarse y hemos logrado posicionar la marca en la sociedad de Villa Mercedes, que nos busca por la calidad. Ellos saben que estos productos no tienen ningún componente artificial ni químico, todo está hecho naturalmente con procesos semiindustrializados para poder ofrecer algo casi artesanal”, reflexionó Miguel Rodríguez, el jefe de Industrialización y Desarrollo.

En cada jornada, Sol Puntano llevó sus líneas de dulces y conservas, sus vinos y sus aceites, además de los cortes de Carnes San Luis. “Eso también se ha establecido en el público, porque tenemos precios promocionales muy buenos, de hasta un 15 por ciento de descuento con respecto al mercado general, pero sobre todo por la calidad, que es premium”, aseguró.

En cada visita del ministerio también abrieron las puertas para que productores y emprendedores locales, aunados en el plan Góndola San Luis, pudieran llevar sus productos y comercializarlos, además de darse a conocer con la clientela. Por lo que la oferta siempre se mantuvo variada, con distintos alimentos como panificados, verduras, conservas, chacinados y otros rubros.

En el último encuentro del año, hubo una familia que por primera vez se acercó con su línea de cerveza artesanal y otros derivados. Eugenia Lucero y Sergio Rodríguez crearon Meves, con las siglas de sus nombres y la de sus hijos, y decidieron emprender con cinco variedades de la bebida y dos subproductos.

"En la fabricación, queda un residuo sólido de bastante volumen que es el bagazo, que muchos lo tiran o se lo dan a los animales. Nosotros decidimos armar un horno solar y realizar un alimento que es rico en nutrientes y proteínas. Se usa para panificados, hemos hecho hamburguesas, pizzas y muchas cosas más, tanto dulces como saladas", describió la mujer.

La emprendedora aseguró que se acoplan a todas las ferias que los invitan, porque es un modo de promocionar sus creaciones. "Se acercaron y compraron, llevaron para regalos y para probar", contó.

La comunidad boliviana, que siembra en los lotes que están detrás de la Escuela Agraria, llevó sus verduras y hortalizas, que tienen la frescura de haber sido cosechadas en tierras de la ciudad.

"Para nosotros es lindo porque algunas personas no pueden ir a comprar hasta el campo, entonces nosotros nos acercamos para ofrecerles lo que hacemos", valoró María Vilka, una de las productoras.

Otro de los stands se vistió de Navidad gracias a los panes dulces que elabora José Oga. "Hacemos todo lo que es panificados, sabemos algo del oficio y nos hemos dedicado casi de lleno a esto. Habitualmente vamos a las ferias, es muy bueno porque nos da la oportunidad a nosotros y al comprador de adquirir alimentos de calidad", expresó el hombre.