Encontrar tu ikigai

En la actualidad vivimos en una sociedad donde todo es urgente y con obligaciones, en la que se hace difícil saber qué decisión tomar en nuestras vidas y la elección de nuestro futuro se hace muy incierto, en la etapa de la adolescencia nos encontramos con muchas dudas, miedos, incertidumbres del camino que debemos seguir y muchas veces no sabemos si la elección a lo que uno quiere dedicarse será la acertada.

La verdad es que esta situación puede ser muy negativa a nivel personal.

¿Nos hemos planteado alguna vez qué sucedería si cada día nos levantamos con ilusión sabiendo qué carrera vamos a estudiar o trabajar en algo que nos va a ser sentir satisfechos en todos los aspectos?

Iniciemos con un paso hacia el autoconocimiento que nos posibilita encontrar nuestro propio ikigai y de esta manera conectar con la profesión, con la pasión, con la vocación y con nuestra misión.
Es importante encontrar nuestra pasión y dar inicio a un nuevo camino en la etapa donde tengo dudas de quién quiero ser, y para esto es indispensable tener claro hacia dónde vamos.

¿Cómo se puede reconectar con la pasión?

Todos tenemos un ikigai, una motivación vital, una misión, se puede comenzar, respondiendo cuatro preguntas:
— ¿Cuál es mi elemento? 
El elemento es el lugar donde las cosas que amamos hacer y las cosas en las que somos buenos coinciden, cuando lo encontramos nos sentimos plenos, satisfechos. 
— ¿Con qué actividades siento que el tiempo pasa rápido? 
Es un indicador que nos dice que se trata de una pasión.

— ¿Qué hacemos de manera  cómoda y fácil?
Esto nos indica que tenemos facilidad para determinadas cosas de manera natural.

— ¿Qué cosas nos gustaba cuando éramos niños?
Esta información es útil para saber si nuestro ikigai está en actividades artísticas, culturales etc.

Es entonces cuando cobra sentido el ikigai, en la intersección de 4 áreas:    
• En lo que sos bueno haciendo
• Lo que te encanta hacer
• Lo que podés ofrecer al mundo
• Por lo que te pueden retribuir

Podemos decir que en la unión de:
Lo que amás y lo que sabés hacer está la pasión.
Lo que sos bueno haciendo y lo que otros están dispuestos a pagar está la profesión.
Lo que podés ofrecer al mundo con algo que te pueden pagar es la vocación
Lo que de verdad te gusta con lo que podés ofrecer al mundo es la misión de vida.
Finalmente podríamos decir que el Ikigai o razón de ser de cada uno, es el punto exacto donde se unen la pasión, la profesión, la misión y la vocación de cada persona
¿Vos sabes cuál es tu ikigai?