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Acevedo volvió a negar que era parte de una asociación ilícita

Se remitió a lo que había declarado en 2016, cuando fue indagado por el asesinato del joven.

Por redacción
| 10 de septiembre de 2021
Jueves a las 8:45. Marcelo Acevedo entra a Tribunales junto a su abogado. Foto: Luciana Iglesias.

Este jueves a la mañana, en el Juzgado Penal 2 de Villa Mercedes, declaró el primero de los cuatro sospechosos a los que el juez Leandro Estrada llamó a indagatoria, porque entiende que formaron parte de una asociación ilícita que, entre otros delitos, hizo desaparecer a Abel "Pochi" Ortiz: el excomisario Marcelo Cecilio Acevedo. El expolicía, en realidad, no dijo nada nuevo, simplemente se remitió a lo que ya había declarado el 27 de junio de 2016, cuando también fue indagado por asociación ilícita y por el homicidio del joven desaparecido, delitos por los que, después, un tribunal le dictó la falta de mérito. Es decir, ratificó que con la peluquera Alejandra Espinosa y las amigas de la mujer, María Vásquez y la policía Marcela Rodríguez, casi no tuvo contacto. Dijo que con Espinosa habló e intercambió algún que otro mensaje porque por un tiempo fue "datera" de la Policía y negó de forma rotunda haber sido parte de una asociación ilícita junto a ellas.

 

En aquella indagatoria, Acevedo relató que conoció a Espinosa a principios de 2014, cuando era jefe de la Comisaría 9ª, que tiene jurisdicción en el barrio Eva Perón II, donde vive la mujer. En ese entonces, ingresó una solicitud de paradero hecha por la hija de la peluquera. Su madre se había ido, no la podía contactar y no sabía nada de ella. Más tarde la ubicaron en Juan Jorba.

 

Pero el contacto con la peluquera no terminó ahí. Al poco tiempo, ella denunció que un vecino, un chico de apellido Figueroa, abusó de su hijo de 10 años. El expolicía contó que, por orden del entonces ministro de Seguridad Martín Olivero, le dio su contacto telefónico a la mujer y, desde ese momento, ella se convirtió en su informante. La disposición del ministro surgió porque Espinosa había elevado una nota con más de 400 firmas de vecinos del Eva Perón II que pedían la expulsión de los Figueroa del barrio, porque presuntamente eran muy conflictivos.

 

Como todo “datero” de la Policía, lo llamaba y le enviaba mensajes, dijo el exjefe de la Comisaría 9ª. Reconoció que en uno o dos mensajes ella lo llamó “osito” y "amor", pero remarcó que él nunca forjó un vínculo sentimental y que su relación con ella siempre fue estrictamente laboral.

 

Cuando fue indagado hace más de cinco años, el juez le consultó qué rol había tenido, de manera puntual, ante tres delitos que ocurrieron en su jurisdicción. La pregunta estaba vinculada a la sospecha que tuvo, y tiene, Estrada de la participación de Acevedo en una asociación dedicada a la comisión de delitos, la mayoría robos.

 

Respondió que en algunos había tenido intervención como jefe de la seccional y en otros, no. Y volvió a negar haber sido parte de una asociación de esa naturaleza.

 

Su abogado, Hernán Echevarría, comentó que en la indagatoria de ayer, en la que el fiscal Néstor Lucero "brilló por su ausencia", el magistrado le puso en frente "25 cuerpos del expediente", es decir una abundante cantidad de documentación, pericias, informes y declaraciones, y le dijo que esas eran las pruebas que había en su contra.

 

Todo ese material, aclaró el abogado, es desconocido para él y su defendido. "Mi cliente no puede declarar sobre algo que no conoce, y es por eso que vamos a revisar ese material y la próxima semana, o la otra, ampliará su declaración indagatoria", para hablar al respecto de esos documentos, anticipó.

 

Aun así, Echevarría aclaró que, hasta donde tiene conocimiento, de lo que sabe sobre el contenido del expediente, la única prueba nueva fue el resultado de la autopsia psicológica de Ortiz. Según los investigadores, se concluyó que no era una persona que pensaba irse por cuenta propia para alejarse de su familia y su entorno.

 

Respecto al análisis de los teléfonos del excomisario y de los otros sospechosos —son pericias hechas en Mendoza que fueron remitidas este año al juez—, señaló que no aportaron nada nuevo. "Dicen lo mismo que cuando fueron peritados en La Pampa... Es decir, tres o cuatro mensajes entre Espinosa y Acevedo, que se dieron en agosto de 2014, en los que está la palabra 'osito' y que el juez toma como prueba de que hubo un romance entre ellos", detalló.

 

También opinó que los testimonios que hay en la causa y la investigación en sí parecen estar más direccionados a achacarle a Acevedo y a las otras personas delitos —por ejemplo robos— más que a dilucidar qué pasó con Abel y dónde está.

 

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