Aurelia Astudillo, un reflejo encandilado

Aurelia Astudillo tiene un nombre digno de una tanguera. Sorprende cuando cuenta que conoció el género a los 40 años cuando, de casualidad, en un karaoke le pidieron que cantara "Por una cabeza". En medio de la historia de un potrillo de carreras y el temor de Carlos Gardel a ser olvidado por una mujer, la cantante encontró en las melodías melancólicas y viscerales, y en el lunfardo, una nueva pasión, casi tan vibrante como la que sentía el autor de la canción por el juego, el hipódromo y el amor.

La cantante nació en San Francisco del Monte de Oro y su primer contacto con la música fue a través de su padre y las canciones de folclore, en su mayoría cuecas cuyanas, que tocaba con su guitarra. La única conexión con el canto que tenía era cuando, ocasionalmente, les sumaba la voz a las interpretaciones de su progenitor.

Hubo un momento en el que el tango desapareció y se hacía de forma clandestina, aunque atrajo a toda la sociedad". Aurelia Astudillo, cantante y profesora de Historia.

 

De pequeña la enviaron a aprender a tocar la guitarra en la única escuela de música que había en la localidad, pero pronto se desentendió. "Aprendíamos a tocar y nada más. Yo quería cantar, pero el profesor no le daba mucha importancia, así que terminé un poco frustrada y finalmente dejé", contó Aurelia, quien lleva ese nombre en honor a una de sus tías.

Más de 20 años pasaron desde esa última, y un tanto decepcionante, experiencia con la música. Terminó el secundario, se mudó a San Luis, estudió el Profesorado de Historia, se casó y tuvo dos hijas. Lo que parece ser una vida después, sucedió el pedido del karaoke. En ese momento, en su cabeza no se prendió una lamparita, sino que se iluminó un "farolito de papel".

"Siempre digo que el tango me encontró a mí, hice conexión con la música, la letra y cómo sonaba mi voz", relató la profesora de Historia que da clases hace 10 años en la Escuela Técnica Nº 5 "Ingeniero Álvarez Condarco". Como toda amante de los libros y el pasado, lo primero que hizo fue investigar sobre los inicios del género, sus antecedentes y sus mayores referentes; eso la enamoró aún más.

La mujer, quien ahora tiene 43 años, grabó un videoclip, lanzó varias versiones y se puso, finalmente, a estudiar canto. Ahora, fue una de las seleccionadas por la convocatoria "Músicos en escena", del Programa Cultura de la Provincia, para presentarse en vivo.

También espera, en un futuro no muy lejano, poder componer sus propias melodías, quizás inspiradas en los desafíos que afronta siendo mujer en la música. "Estoy a favor del cupo femenino en los escenarios. Es una cuenta pendiente que tienen para con las artistas en general. Sobre todo lo que es el tango, en el que tiene mucha presencia el hombre, es un ámbito donde tiene que luchar mucho más", manifestó Aurelia, quien muestra tanta personalidad como las canciones que interpreta y el nombre que porta.