Juana Koslay será sede de la primera San Luis Wine Fair

En plena pandemia, el adjetivo “esencial” para diferenciar actividades permitidas y restringidas tomó preponderancia. Lo relacionado a la alimentación sin duda lo es. ¿Y las bebidas? Según Sergio Tognelli, reconocido sommelier de la provincia y director de la Escuela de Cocina "Borja Blázquez", los orígenes del vino se remontan a 8 mil años atrás con los sumerios, por lo que es quizás la compañía líquida más antigua para el ser humano. Sus cualidades antioxidantes y beneficiosas para el sistema circulatorio también son innegables, con su consumo moderado, agregó el especialista. “Es, según mi humilde criterio, la bebida que mejor armoniza las comidas, acompaña a la humanidad desde siempre y que nos invita a disfrutar y compartir la vida con la pareja, los amigos, la familia y seres queridos, porque un poco de eso se trata la vida”, reflexionó Tognelli.

En este contexto, bienvenida será para la comunidad puntana la realización de la primera edición de la San Luis Wine Fair, el próximo sábado 6 de noviembre, de 18 a 22, en el Bar Container de Juana Koslay, en la que será la primera feria de vinos de su tipo a realizarse en la provincia.

El bar ubicado en la entrada de la “ciudad verde”, en Avenida del Viento Chorrillero al 334, cuenta con un patio al aire libre y estacionamiento, y la velada será al caer la tarde, para aprovechar el buen clima. “Justamente pensamos en cumplimentar los protocolos y los cuidados que tenemos que tener en esta circunstancia, donde si bien tenemos baja contagiosidad, la COVID-19 sigue estando presente entre nosotros”, explicó Tognelli sobre el lugar elegido.

El sommelier no está solo en la organización del evento que acercará los mejores vinos de la región a los puntanos. Además del bar, colabora la distribuidora Gran Casa Vinos, de Mendoza. Existe una experiencia previa: la misma compañía organizó hace poco la Mendoza Wine Fair. La intención es realizar una “feria itinerante”, que cada seis meses haga un circuito por las tres provincias cuyanas, adelantó Tognelli.

“Los amantes del vino, profesionales de la gastronomía, estudiantes de sommelier y de cocina, y la industria del turismo son los primeros destinatarios de este gran evento”, enumeró el organizador. Las entradas en preventa cuestan 1.500 pesos hasta este sábado y pueden conseguirse en la escuela "Borja Blázquez" (en la esquina de Mitre y Lavalle, en la capital) o en el bar donde será la feria. Luego de esa fecha, la entrada pasará a costar 1.800 pesos.

Quien adquiera el acceso podrá degustar sin límites los vinos disponibles. Le entregarán una copa de cristal de 660 centímetros cúbicos, que luego podrá conservar el asistente, que tendrá una consumición gastronómica. También habrá agua, provista por la empresa Ivess, para hidratarse durante la velada. Habrá a su vez dos foodtrucks con cerveza (Impala y Un Tal René), un espacio de barista para degustar café de especialidad (a cargo de la Academia de Baristas de San Juan) y un espacio de Sol Puntano. El evento es auspiciado por la Municipalidad de Juana Koslay, la Secretaría de Turismo, Sol Puntano y El Diario de la República.

Habrá 14 stands de bodegas de Mendoza, la mayoría de la capital de la provincia vecina, aunque también llegarán de San Rafael. Entre las empresas que confirmaron su participación están Bressia/Sylvestra, Urban Wines/Viñas Argentinas, Sin Fin, Nasha Wines, Susana Balbo, Zorzal, Jean Rivier, Mendel/Revancha, Huentala Wines, Vistandes, Herencia Wines, Cuarto Surco, Famiglia Cartellone y La Mansa Wine Estates.

Impronta puntana

Las bodegas de San Luis también dirán presente con Corral de Palos, Los Coros, Viñas Puntanas y Sol Puntano. “Para nosotros esto es muy importante, porque somos defensores de los vinos de San Luis. Entendemos que la vitivinicultura tiene un destino de crecimiento de manera constante, no solamente en la cantidad de viñedos y de propuestas, sino en la calidad”, remarcó.

“La disponibilidad de recursos, la capacitación y preparación de los enólogos, los laboratorios, la tecnología que se utiliza en las bodegas de Mendoza, lo tienen las de San Luis. Quizás lo que nos falta es tiempo, un poco de experiencia, pero el terroir, las regiones donde se están implementando los viñedos de San Luis, le están dando una impronta, una personalidad específica”, ahondó el especialista.

Con viñedos en las cercanías de Beazley, Estancia Grande, El Durazno, Durazno Alto, Nogolí, Quines, Candelaria, Santa Rosa y Merlo, "estoy seguro de que en poco tiempo más vamos a hablar de los vinos de las serranías puntanas y es un motivo de orgullo para todos nosotros”, concluyó.

La historia de la gran industria mendocina del vino se dará cita con la innovación puntana en Juana Koslay, en una cita imperdible para los amantes de la bebida o de la buena vida en general.

"Hacemos un análisis sensorial del vino"

Sergio Tognelli, director de la escuela "Borja Blázquez" — sommelier

El acto de catar un vino involucra a los cinco sentidos, explicó Sergio Tognelli, director de la Escuela de Cocina "Borja Blázquez" y organizador de la San Luis Wine Fair. "Los sommeliers hacemos un análisis con nuestros sentidos de las características organolépticas, lo que el vino tiene en sí mismo, lo que propone", explicó. "Con la mirada nos podemos dar cuenta, inferir aproximadamente cuál es la graduación alcohólica, si es un vino evolucionado o joven, si pasó mucho tiempo bien conservado o no", explicó en primer lugar.

"Cuando hacés el análisis olfativo, lo que estás reconociendo es el tipo de fruta, la variedad de vino, las levaduras que se utilizaron, aromas más frutados como mieles, mermeladas, y si estuvo en una barrica de roble más tostado, ahumado, chocolate y caramelo", detalló sobre el olfato.

Con el gusto se pueden sentir tres atributos fundamentales: el alcohol, los taninos y la acidez. El primero da la "personalidad"; el segundo, la "estructura y la "rugosidad" y, junto al tercer elemento, generan el "volumen". "Los sommeliers decimos que cuando un vino está redondo en boca, quiere decir que estos tres atributos están firmes, presentes y armoniosos", enumeró.

En cuanto al tacto, "lo manifestamos en la boca, cuando sentimos sensaciones frías, rugosas y ásperas". Por último, el oído es el sentido quizás menos aplicado, pero más simbólico, "cuando brindamos con los amigos y chocamos la copa".