15°SAN LUIS - Domingo 05 de Mayo de 2024

15°SAN LUIS - Domingo 05 de Mayo de 2024

EN VIVO

Una ley que puso al amor en igualdad

Jorge Olivero, protagonista del primer casamiento gay de San Luis, reflexionó sobre un hecho histórico. A diez años de la aprobación de la ley.

Por redacción
| 18 de julio de 2020
Testimonio. Jorge recordó y relató las emociones de esa época. Foto: Gentileza.

Jorge Olivero tenía 40 años cuando se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario. Recuerda bien esa época porque, enamorado de su pareja de aquel entonces, fantaseaba con poder casarse como cualquiera. Ese mismo año, en el 2010, pudo hacerlo y se convirtieron en el primer matrimonio de San Luis en contraer matrimonio. Hoy, ya divorciado, asegura que la normativa fue un gran paso, ya que vino a otorgar igualdad de derechos para todas las personas.  

 

Su casamiento no pasó desapercibido en los medios del país, ya que sucedía en la provincia donde todos sus legisladores nacionales se habían opuesto a la ley. “Es importante separar la cuestión afectiva de la cuestión legal y de derechos. Lo afectivo no necesita estar escrito en ningún lado, se siente o no se siente. Lo que la ley vino a hacer es normalizar una situación, que aunque a la sociedad no le guste hablar, existe. Existimos, somos humanos y tenemos sentimientos. Con esto nos pusieron en igualdad de condiciones, tenía que estar legislado para que uno no tuviera que estar peleando por un montón de cosas”, explicó Jorge, en relación a los derechos a heredar bienes, a solicitar licencia para cuidar a un cónyuge y demás cuestiones a las que, sin una libreta de matrimonio, no podían acceder. “La posibilidad de casarse para mí era como una fantasía. Ahora estoy en pareja nuevamente y fantaseo incluso con casarme otra vez. Apenas salió la ley me encantaba ver cómo mujeres y hombres grandes se casaban, con 30 años de pareja. Legalizar y mostrar a la vida un amor de años, me pareció hermoso. Era difícil pensar que habías estado toda una vida al lado de alguien, construyendo una vida juntos, y que si uno fallecía al otro no le correspondía nada. O imaginar que si mi compañero se enfermaba no podía tomarme una licencia para cuidarlo, como cualquier pareja”, expresó.

 

 

Apenas salió la ley me encantaba ver cómo mujeres y hombres grandes se casaban, con más de 30 años de pareja. Me pareció hermoso”. Jorge Olivera.

 

 

La ley fue un avance muy importante, pero Jorge asegura que todavía, como sociedad, falta mucho. “Cada tanto hay un episodio de homofobia en algún ámbito. Pero si nos remontamos años atrás hoy somos completamente libres. Dentro de Latinoamérica somos privilegiados. En otros países no solo no está la legislación, sino que también se vive diferente la vida homosexual”, relató. “Siempre va a haber mucho más por hacer. Yo creo que hoy quienes más llevan esa lucha adelante son las chicas trans. Han logrado un montón, pero todavía tienen dificultades para acceder al trabajo. Voy al supermercado y no me encuentro con una cajera trans, voy a un médico y no son trans. Y eso es por el prejuicio. Yo sé que a veces no me miran igual porque saben que soy gay. Como si esa condición me quitara mi capacidad humana, mi trabajo, mi inteligencia. Siento que me ponen en una condición inferior y por eso tenemos que seguir luchando”, explicó.

 

El villamercedino recordó algunas épocas en las que la homosexualidad era llevada como una mochila, sobre todo durante la secundaria, donde recibía burlas y bromas. Tiempo después pudo sanar, charla de por medio, y perdonar a sus compañeros. “Gran parte de mi vida sufrí un montón. La sociedad dice que te acepta, pero en algún momento te pasa factura y la pasás mal. Hoy con 50 años y mucha terapia ya no me afecta, pero sufrí mucho. Y ese sufrimiento nadie tiene idea de lo que se siente. Te marca de por vida. Hoy lo puedo decir porque ya lo pasé, pero hay chicos que no pueden. No te deja evolucionar como persona. Yo considero que lo logré porque pude plantarme frente a los demás y pude dar todos los pasos: enamorarme, casarme y decirlo públicamente”, contó.

 

Frente al arsenal de críticas y oposiciones que tuvo en su momento la ley, Jorge reflexionó sobre la importancia de que haya garantía de derechos para todos y lo comparó con otras luchas anteriores, como la ley de divorcio; y algunas que continúan, como la interrupción voluntaria del embarazo: “La ley está, la usás o no. Lo que está mal es cuando no está legislado y el derecho no está y yo tengo que salir a pelearlo. Cada uno sabrá si se casa o no, si se divorcia o no, si aborta o no. Que nos den esa libertad de decir ‘acá está la ley’, la usamos o no. Se legisló y se nos trató por igual, se nos puso en las mismas condiciones que el resto”.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo