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La Catedral inicia la segunda etapa de su restauración

Señalan que las obras ahora se centrarán en el frontispicio. Las tareas se extenderán durante cuatro meses.

Por redacción
| 02 de septiembre de 2019
En obra. En diferentes sectores, el templo está deteriorado por el paso del tiempo, el clima y la acción de palomas y plagas. Fotos: Martín Gómez.

La segunda etapa de las obras de restauración de la Iglesia Catedral se centrará en la puesta en valor del frontispicio, el triángulo que sostienen las columnas donde hay 19 figuras sobre relieve. Entre ellas, las más importantes son la de San Luis Rey, que mide casi tres metros de alto; la de su madre, la infanta Blanca de Castilla; y la de Santo Tomás de Aquino. Esos casi 50 metros cuadrados han sufrido el deterioro del paso del tiempo, los fenómenos climáticos y la acción de las palomas y plagas.

 

Hace quince días, siete personas de la empresa cordobesa Alejandría Restauraciones armaron un laboratorio en altura y, a partir de esta semana y por los próximos cuatros meses, repararán una por una las figuras, además de molduras y frisos.

 

Tres años y medio atrás el especialista cordobés Enrique Zany realizó el estudio de patología y estructura de la Catedral, y ahora uno de los arquitectos puntanos que trabaja en coordinación con los operarios especializados, Eduardo Saad, detalló que “los patólogos hicieron un primer trabajo de investigación donde sacaron muestras de las distintas capas de la piel del edificio, tanto de las esculturas como de los frisos y las cornisas. Luego, esas muestras se llevaron a análisis para determinar primero la calidad de los materiales y su origen; así, a la hora de hacer reposición la idea es volver a reconstituir un producto que tenga las mayores similitudes y características originales”, explicó.

 

 

 

La primera etapa de restauración  empezó a fines de 2014, cuando detectaron el crecimiento de fisuras y se produjeron desprendimientos que obligaron a colocar un vallado que todavía rodea el edificio. Entre 2015 y 2016 reforzaron las fundaciones y las columnas. A partir de ahí, los tareas quedaron suspendidas por falta de fondos. 

 

Saad también dijo que “se analizaron los distintos tipos de pinturas anteriores que se fueron aplicando en el frontis hasta llegar a la capa original. Ahora, con el análisis de los químicos que lo estudian, los especialistas en restauración adoptarán los criterios de trabajo”. Y señaló que “ya se pudo determinar que originalmente estaba todo el frente con un revoque blanquecino y, posteriormente, se lo bajó de tono. Creemos que ha sido porque el reflejo del sol, cuando llega al oeste, es tan blanco que lo termina pintando de ese color y no permite el contraste de figuras y fondo. Por eso, suponemos que luego se le aplicó otra mano de un producto con base cementicia para apagar ese blanco y hacer que la escultura pueda verse en su verdadera magnitud”.

 

 

 

El arquitecto explicó que “el paso del tiempo ha generado la acción de algas que han provocado varios desprendimientos de revoques en las cornisas y en los bordes de los aleros que no son, ni más ni menos, que el paso de estos cien años. Por lo tanto, procederá a una recomposición que garantice estabilidad estructural, fundamentalmente en aquellas zonas de tránsito de gente, y en todo el predio del templo. Y después se hará el tratamiento de piel, por así decirlo: el color, la textura y la forma de lo que estaba originalmente en el frontispicio de la Catedral”, remarcó.

 

Saad aclaró que “si bien el plazo estipulado para esta tarea es de cuatro meses, ya estamos previendo que pueda haber alguna variación de los tiempos debido a que vamos tocando una construcción centenaria. No se trata solo de reconstruir una fachada superficial, porque te encontrás con que hay desprendimientos de piezas que han formado parte de todo este coronamiento, por lo que es un trabajo muy minucioso, lento y hasta los criterios de intervención pueden modificarse”.

 

Más adelante, la idea es seguir con la reconstitución de la piel de las torres del campanario, que tiene daño evidente: "Primero se hará sobre la original, que es la de la izquierda y data de 1923. Y, luego, con la segunda, que se construyó después de 1940 y se encuentra en mejor estado", concluyó.

 

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