Quedaron libres dos detenidos por robo y lesiones

La escasez de pruebas los benefició. Lucas Alejandro Díaz, de 18 años, y Maximiliano Edgar Gatica, de 20, estaban detenidos desde el 5 de marzo en la Comisaría 1ª investigados por “robo agravado por lesiones graves” pero finalmente el juez Penal 1, Marcos Flores Leyes los dejó en libertad por falta de mérito.

Así lo decidió el magistrado el viernes tras analizar las declaraciones indagatorias de los imputados, de los efectivos que participaron de las detenciones, del dueño de la casa de donde la Policía secuestró la moto robada y de Jonathan Calderón, el damnificado.

El juez señaló que de las declaraciones de Calderón, tanto en sede policial como en judicial, determinó que el damnificado no pudo reconocer que Gatica y Díaz hayan sido los autores del hecho dado que declaró que es amigo del primero y que esa noche había salido a bailar junto a él a la avenida Illia.

Por otro lado resaltó que las versiones que contaron los efectivos que participaron del procedimiento por el hecho fueron distintas. Y que los elementos probatorios que estaban adjuntados a la causa fueron escasos. Por lo que para él, tras el análisis de las pruebas no pudo establecer con certeza que Gatica y Díaz sean los autores del delito por el que se los investigaba.

Calderón dijo que el 4 de marzo a las 23:30 fue al barrio Libertad a la casa de su amigo Julio Gatica donde se juntaron con otros chicos y Mario, uno de los hermanos de Julio, a tomar unos vinos. Luego cerca de las 2:30 del 5 salió con Mario en su auto, un Fiat Palio rojo, a dar unas vueltas por el centro. Anduvieron hasta las 03:30 y volvieron a la casa de los Gatica, recordó.

Dijo que cuando llegaron estaba Edgar, otro hermano de Julio, y cerca de las 4 se fue con él a dar vueltas al centro. Esta vez cada uno en su moto. Calderón en su Motomel 110 gris y Edgar en su Corven 110 azul.
Dieron vueltas en la avenida Illia y después fueron al bar “La Gringa”, ubicado en la calle Caseros entre Pedernera y Junín. Allí estuvieron con otros hermanos de Edgar y se fueron todos juntos al local bailable “Ibiza”, en Illia entre Caseros y Constitución, donde estuvieron hasta las 6:30.

El damnificado recordó que salió del boliche y buscó su moto. Cuando estaba esperando que el semáforo de la esquina diera verde vio que dos jóvenes discutían y que Edgar estaba ahí mirando porque uno de ellos era amigo de él. Era Díaz.

Edgar arrancó su moto y salió en contramano con Díaz por Constitución hasta Pedernera mientras que uno con los que su compañero había discutido comenzó a tirarles piedras y en eso, también le arrojó una baldosa a Calderón por lo que él también decidió irse en contramano detrás de Edgar.

Calderón señaló que al llegar a la calle Pedernera circuló en su moto en contramano por la vereda hacia la calle Caseros pero que Edgar le dijo que se volviera porque le querían robar la moto.

Dijo que regresó por Pedernera hasta Constitución y al llegar a la esquina se le cruzó un taxi. Chocó la rueda delantera de su moto con el paragolpes trasero del auto y cayó. A pocos metros había un container y que de ahí atrás salió un hombre de remera azul que comenzó a golpearle la cara con un casco por lo que Edgar le dijo al agresor que no lo golpeara más. En ese momento Díaz se subió a la moto de Calderón y se fueron junto a Gatica hacia la zona oeste. La víctima dijo que una ambulancia lo llevó al hospital y allí una mujer le contó que le habían robado su moto.

Por otra parte, Gatica declaró que su amigo Díaz a la salida del boliche se trenzó en lucha con otros tres jóvenes. Señaló que Díaz entre la pelea se acercó hasta su lado por lo que también quedó entremedio de la pelea.

Recordó que se le cayó su casco. Díaz lo alzó y se subió con él en la moto. Cuando emprendieron la marcha alcanzó a ver que uno de los agresores, de remera azul, le arrojó un elemento a Calderón para golpearlo.

En cuanto a la versión de Gatica sobre la agresión que sufrió Calderón coincidió con la del damnificado. Aseguró que él se fue y lo dejó tirado porque iba a buscar a su pareja para que auxiliara a la víctima. No quiso quedarse a ayudarlo porque temía que lo agredieran a él. Recordó que cuando iba por el barrio San Martín se lo cruzó a Díaz quien le dijo que había guardado la moto de Calderón.

Díaz y Gatica fueron detenidos por efectivos del patrullero 1-847, del Comando Radioeléctrico. Estaban afectados a recorridos esporádicos en jurisdicción de la Comisaría 2ª –zona este–, cuando fueron alertados vía radio por sus camaradas del móvil 1-842 sobre el asalto en la zona céntrica. Con el dato de que los ladrones habían huido hacia la avenida Lafinur, se dirigieron hacia el oeste.

En la calle Bolívar, al oeste de Lafinur, vieron a dos motociclistas, cada uno en una moto, y trataron de detenerlos, pero ninguno acató la orden de parar. 

Los persiguieron por varias calles y vieron que uno abandonó el vehículo que manejaba y se subió al de su compañero. La moto que dejó era la de Caderón.

En la calle Paraguay, a la altura del 985, se bajaron del vehículo y se metieron por un pasillo, en un intento de escapar por los patios, pero los alcanzaron. La Policía secuestró las dos motocicletas. 

La Motomel 110 gris de Calderón quedó abandonada en una casa de la calle Mendoza. El dueño de la vivienda declaró que cerca de las 6:30 Díaz le golpeó la puerta y que andaba con Gatica. Le dijo que le cuidara la moto que era de un amigo al que habían golpeado e iban a volver a auxiliarlo. Señaló que la dejó estacionada en la vereda y le dejó la llave de arranque.