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San Luis, la ciudad que pasa años sin nombrar a sus calles y barrios

En varios sectores los vecinos se ubican por manzanas. Taxistas y carteros dicen que les cuesta orientarse.   

Por Leonardo Kram
| 01 de septiembre de 2018
Viveza. La pequeña imprenta del barrio Serranías hizo un mapa. Fotos: Martín Gómez- Leandro Cruciani.

“Ese es el barrio 123; tiene de la manzana 416 a la 420. Ese es  el 1232, tiene las manzanas 428 a la 430. El del frente es el 176, y el de allá el 126”, dice con soltura una vecina, ante la consulta de El Diario de la República. Estaba parada en un espacio verde en el noreste de la ciudad de San Luis, sin ningún tipo de nombre o referencia, que contenía desperdigados unos juegos saludables y una cancha de fútbol de ripio. “Estamos acostumbrados a ubicarnos por número de casa y manzana”, agregó. Hace más de una década que vive ahí y su realidad es la de muchos vecinos de esa zona de la capital, donde uno de los nombres más reconocidos es Cerro de la Cruz, pero en el que conviven, y con la diferencia solo de las calles que los separan, hay más de veinte barrios, denominados por las sucesivas licitaciones; 88, 155, 126, 140, 164, 148 y 130.

 

En los barrios más nuevos como el Serranías Puntanas, llamado por algunos todavía como 500 Viviendas Sur, se prueba el ingenio de los vecinos, quienes han hecho mapas “caseros” para poder ubicar comercios y guiar a los visitantes. Desde hace años, alejándose de las cuatro avenidas, nombres de barrios no se reconocen como tales y las calles dejan de tener referencias. San Luis capital es una ciudad de zonas “con sombras”, de difícil ubicación e identificación, en donde priman manzanas y números de casas, antes que los próceres u provincias que definen los planos de otras urbes.

 

No hay cifras sobre a cuántas calles no se les conoce su nombre. La concejal Celeste Aparicio, de Avanzar y Cambiemos, perteneciente a la Comisión de Obras Públicas, calcula que ronda el 20%. Juan Domingo Cabrera, del Frente Unidad Justicialista, quien integra la misma comisión, calcula que alcanza el 30%. Federico Cacace, edil que por dos años presidió la comisión y forma parte del oficialismo municipal con el partido San Luis Somos Todos, afirmó que no tienen un conteo y que los trabajos que hacen es de acuerdo a los reclamos de la gente. Vale la pena aclarar que varios mapas obtenidos de la Dirección de Catastro Municipal muestran múltiples calles nombradas, pero estas, o son desconocidas por los vecinos, o no tienen los carteles correspondientes.

 

 

 

El Diario no pudo obtener respuesta de las autoridades municipales sobre si existe un registro unificado de la ciudad. El Concejo Deliberante aprobó en 2015 un nomenclador de las calles, aunque admitieron que los planos aún no se han digitalizado. Este medio no pudo acceder al nomenclador cuando fue solicitado en la secretaría legislativa.

 

El Artículo 154 de la Carta Orgánica Municipal de la ciudad de San Luis establece que el Concejo Deliberante es el encargado de “imponer nombres a calles, plazas, parques y demás lugares públicos”. Como condición establecen que en el caso de que se denomine a una persona o un hecho “deberán haber transcurrido como mínimo tres años de su fallecimiento o de que haya pasado”, y que la aprobación debe contar con el respaldo de los dos tercios de los concejales.

 

 

Al sur

 

Es innegable el crecimiento de la ciudad en todos sus sectores. Pasar de la Legislatura y el río hacia el sur es adentrarse a una nueva ciudad, con algunos barrios ya establecidos como el 544 Viviendas (recientemente nombrado Carlos Ponce, en homenaje al ex intendente de la capital, si bien la denominación aún no arraigó entre los vecinos) y sobre todo ya en el extremo, aún con algunas calles de tierra y viviendas que no superan los 3 o 4 años de entregadas, como el Serranías Puntanas y el Mirador del Portezuelo.

 

En el primero, lo más común es ver en negocios, las viseras de los taxis y hasta pegado en un estante de la Comisaría 41 de la jurisdicción, un mapa en blanco y negro, con un título en negrita en el extremo derecho que dice "Mapa Referencial del Barrio". El mismo sale publicado periódicamente en "Gacetilla del Sur", una revista de publicidades comerciales de la misma vecindad, distribuido de manera gratuita. "Fue por una necesidad propia de vivir en el barrio, de que por ahí los mismos negocios se querían publicitar, pero tampoco sabíamos dónde estaban", afirmó Flavia Videla, que trabaja junto a su familia en Impre Sur, la gráfica del barrio detrás de la idea. La mujer contó que simplemente agarraron un auto y recorrieron las calles y que a medida que entregaban más viviendas, sumaron más manzanas. “De ahí lo usan los repartidores y los taxistas. No pensábamos que iba a tener esa repercusión. Es un emprendimiento familiar”, dijo sobre el mapa, que lanzaron hace dos años junto a la revista que lo contiene.

 

Si uno observa con atención el gráfico, unas quince manzanas  tienen doble numeración. "Cuando recién empezó el barrio se puso una cifra en la caja del gas. Después cuando nos entregaron la carpeta, ya venía con otro número", apunto Daniel Cabañez, otro vecino, que indicó que en un principio vivía en la manzana 60, ahora 143. “No sé porque lo han llamado Serranías Puntanas, igual que al de allá, que es el Mirador del Portezuelo. No sé si es por la autopista. Los del Concejo Deliberante vinieron a juntar firmas para ver si le ponían al bulevar Juanón Lucero”, dijo un poco desconcertado.

 

El principal problema que experimentan los vecinos es muchas veces el extravío de encomiendas o que simplemente no lleguen las boletas. "Hemos tenido problemas entre el 500 Viviendas Sur (actual Serranías” con más de 2.200 casas) y el 500 Norte (ahora llamado Antonio Esteban Agüero). Te llegaba la boleta pero no te ponían si era sur o norte”, dijo Cabañez. "Tenés que buscar la boleta vos, porque acá no te llegan. No sé si confunden o qué, pero no te llegan. Algunas tarjetas si, otras no”, coincidió Fernando, que vive en la manzana 160.

 

La Comisaría 41, ubicada en el barrio, ya se acostumbró al sistema de manzanas y casas para manejarse con las denuncias. “Pasa con los accidentes viales. Cuando los agentes tienen que actuar en un choque se basan por la manzana o el bulevar. No es lo mismo si tenés un accidente y te dicen la calle Pérez y Juan Justo, en la esquina. Así lo especificas bien”, detalló el subcomisario Mario Morales, segundo jefe de la seccional.

 

A pesar de que han pasado un par de años, algunos taxistas aún tienen problemas para ubicarse. “Nos perdemos igual con las manzanas más chicas, te cambia la numeración, figuran con números grandes y no tenés ningún lado en donde salgan. Nosotros le pedimos ayuda a la operadora, de la remisería en la que trabajamos para que nos ubique, si no entramos a renegar hasta que la encontramos”, comentó José, un taxista de la agencia “Destino”. Ellos también se valen de un mapa multicolor casero. El chofer admitió problemas similares en los barrios del norte.

 

 

Decenas de barrios

 

Que los nuevos barrios del sur aún no tengan señalizadas sus calles puede ser esperable, ya que en general no superan los cinco años de existencia. Pero es llamativo ir al noreste. Una zona sin nombres en sus calles es la de las rotondas, pasando el Puente Favaloro y por ruta 3, donde están la escuela Camino del Peregrino, los barrios Puertas del Sol y Cerro de la Cruz y la Comisaría 7ª. Cualquier mapa de mayor antigüedad, o el de Google Maps, contabiliza más de treinta barrios, muchos de ellos con numeración de acuerdo a las licitaciones. Los vecinos ya están acostumbrados a vivir entre diagonales y a ubicarse por manzanas o casas.

 

“Yo vivo en el 176. Uno ya conoce el barrio. Hace unos veinte años que estamos acá y sabemos el nombre de los negocios. Hace poco dijeron que los iban a nombrar, por eso pusieron los postes”, describió  la vecina Beba Barrazo. “Donde yo vivo no está señalizado; solo la manzana. Los vecinos se ubican con eso. A mi casa llegan boletas que no son mías, nada que ver con el barrio ni con la casa. Y no sé diferenciar el resto. Sé solamente que esa manzana que está enfrente es la 176 y esta la 123”, agregó. “Lo que pasa es que no hay ninguna comisión de vecinos acá. Creo que con una comisión uno podría hacer un poco más”, admitió.

 

“El espacio verde te guía. Ahí te esperan. Ahora te identificás porque el colectivo va por una cuadra determinada. Acá se orienta la gente por las manzanas”, señaló otra vecina. Daniel, que vive en el 176, experimentó un problema grave a raíz de esta incertidumbre. “Yo tuve un accidente en el bulevar que se llama Perales, pero esta calle donde estamos parados no tiene nombre. Fui a hacer la denuncia porque iba a trabajar y en la ART no me reconocieron el accidente, porque decían que no están identificadas las calles”, detalló. “Yo hace más de diez años que vivo acá y sé como llegar a mi casa nomás. Vos me decís otro barrio y no me sabría ubicar. El punto de referencia que usamos es el bulevar que te lleva hasta la iglesia o el otro que está en la parada de remises. También la comisaría o la calle del chino”, agregó.

 

En la entrada de la Comisaría Séptima también se ve un mapa de la zona. Indicaron que no tienen dificultades a la hora de ubicar  manzanas y casas, pero si cuando se nombran las calles, ya que algunas arterias tienen identificación, pero no se han popularizado.

 

Silvia Araya vive en el barrio Puertas del Sol desde 1999 y nunca vio que nombraran las calles. “Si tuviera algún nombre estaría mejor, porque hacés una compra online y preguntan cuál es la dirección”, señaló. En su pequeño negocio, cuando alguien consulta, los envía a Taxis Norte, que pasó de los mapas fotocopiados a algo un poco más moderno. Hace cuatro años adquirieron un software y cargaron una por una las manzanas de toda la ciudad. Constantemente ubican las direcciones en un monitor, de acuerdo a las llamadas que reciben.

 

“Los hicimos todo por cuenta propia”, dijo Andrés, quien trabaja en la agencia.

 

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