Una pelota de fútbol desató la ira de un vecino del barrio Eva Perón

Más que una historia cotidiana puntana, la de Roberto Castro, alias "Chispica", se asimila más a la que protagonizó Michael Douglas en la película norteamericana "Un día de furia" (1993), en la que expresa su ira a través de la violencia. Lejos de ser una estrella de Hollywood, el taxista y vecino del barrio Eva Perón atacó a tiros a una familia que vive frente a su casa, un conflicto que, según relataron las víctimas, inició por una pelota de fútbol que golpeó el portón de la vivienda del atacante.

Aunque el agresor esté detenido, Natalia Buss (dueña de la vivienda contra la que Castro abrió fuego), dijo a El Diario de la República que tiene miedo de que el agresor salga en libertad y tome represalias por haberlo denunciado a la Policía (Comisaría Nº 39).

"Hubo un antecedente previo a los disparos que fue después de Navidad, cuando los chicos estaban jugando en la calle y tiraron la pelota contra el portón de él, que en ese momento estaba con la novia. Le rompieron con un cuchillo el fútbol delante de las nenas. Después de que fue Deborah (Gatica,   cuñada de Buss) a reclamarle se insultaron, fui yo y me dijo que me callara y me empujó", sostuvo Buss de 33 años, quien agregó que "Chispica" es un hombre de unos 50 años y contextura grande.

La mujer dijo que luego de ese precedente, el lunes 16 de enero cerca de las 2:30, mientras Gatica de 18 años estaba sentada en la vereda  de la manzana 1003 del barrio Eva Perón (Anexo V), junto a su hermana Milagros de 7 y Soledad de 12 (hija de Buss) y un vecino de 16 años, Castro llegó en su taxi, bajó entre insultos y entró a su vivienda. Indicó que después de unos instantes salió con un arma calibre 22 en su mano y gatilló dos veces.

"Cuando sentí los disparos pensé que era un cohete, uno pegó en el pilar de la luz donde se escondió mi hermanita (Milagros). Hubo otro tiro que lo escuchamos cuando entramos a la casa, se sintió muy cerca porque estaba la ventana y la puerta abierta. Cuando miramos al patio, nos estaba apuntando con el arma. Entonces nos metimos al baño y esperamos a que llegara mi cuñada del trabajo. Cuando vino llamamos a la Policía y nos dijeron que hiciéramos la denuncia", dijo Gatica.

Ante semejante situación de violencia, Buss  ahora tiene miedo de que "Chispica" sea liberado y tome represalias contra ella y las jóvenes, advertida por el propio hermano del agresor que -según dijo- la amenazó diciéndole: "Ya va a salir y vas a ver lo que te va a pasar".

"Tengo miedo de que el juez a cargo del caso lo deje libre. En mi casa viven dos criaturas, pido protección porque si queda libre, una restricción de 300 metros no serviría para nada, no sé que puede llegar a pasar. A mí todavía ni me citaron a declarar. Soledad estuvo cuatro o cinco días sin dormir porque tenía pánico y la de 7 años también está muy mal", afirmó la mujer con evidentes señales de preocupación.