Nana vivió sola y sin una caricia por dos largos años desde que su dueña murió. Su universo era el patio de una casa que hace tiempo está a la venta y en el cual recibía las sobras de comida de los vecinos como única muestra de cariño, a través de la medianera.
El domingo 15 de febrero la vida de Nana contó con un golpe de suerte gracias a la solidaridad y determinación de la misma vecina que la alimentó, quien se decidió y pidió ayuda a los Bomberos Voluntarios para que la rescaten.
Lejos de hacer oídos sordos, los Bomberos se involucraron y pidieron el apoyo a la Policía que los habilitara a ingresar al patio de la propiedad. Con el pedido concedido y el apoyo de un patrullero partió una dotación del cuartel de los Voluntarios a cargo de la Sub ayudante Johana Ortiz acompañada por los agentes: Ricardo Balmaceda, Roberto Jerez, Daniel Gil y el Aspirante Brian Vallejos.
“Nana estaba herniada y enferma, al parecer la vecina se animó a llamarnos porque ya no quería comer” contó el bombero Barroso en diálogo con El Diario.
El video muestra el momento en que los bomberos logran sacar a la perra por el techo con mucho cuidado. Después del rescate, la emoción y las fotos, Nana fue entregada a la vecina que la alimentó y que luchó por su rescate.
Hoy Nana carga con algunos problemas de salud que son mucho más fáciles de llevar con el amor de una familia.
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