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Padre abusador: interviene un fiscal de Villa Mercedes

Por redacción
| 10 de diciembre de 2015
Enero de 2014. El abogado se entregó después de estar prófugo, fuera del país, casi cuatro meses. Foto archivo El Diario.

Un fiscal de Villa Mercedes va a decidir la suerte de los dos recursos que presentó un abogado para oponerse a que un colega, que está preso por abusar de su propia hija, acceda al beneficio de un juicio abreviado y, en cambio, afronte un debate oral.

 


Los planteos del abogado Hugo Scarso, representante de la madre de la víctima, serán resueltos por el Superior Tribunal de Justicia. Siempre y cuando el fiscal de Cámara que finalmente intervenga en el caso dé un dictamen favorable a que los recursos sean elevados a la corte. Se entiende que no debería haber oposición, porque fueron presentados en tiempo y forma.

 


La causa contra el letrado partió ayer rumbo a los tribunales de Villa Mercedes. Recaerá en manos del fiscal de Cámara Néstor Lucero. En principio, ese funcionario de la Procuración no tendría motivos para excusarse de emitir el dictamen necesario para que la Cámara del Crimen de San Luis eleve las presentaciones.

 


En la capital, la fiscal de Cámara Nº 1, Diana Bernal, ya se había excusado de intervenir en la causa. Y luego se excusó el fiscal de Cámara Nº 2, Fernando Rodríguez, debido a que él había emitido un dictamen favorable a que el caso fuera resuelto en un juicio abreviado, señaló ayer el abogado Scarso.

 


Al tomar la causa este derrotero imprevisto, el representante de la víctima dio por descartado que el Superior Tribunal resuelva la cuestión antes de fin de año. “Lo más probable es que recién en marzo o abril tengamos el pronunciamiento”, dijo Scarso.

 


Mientras tanto, el acusado está preso en la Penitenciaría de San Luis. La jueza Penal Nº 3, Virginia Palacios, lo procesó y le dictó prisión preventiva el 22 de enero del año pasado. El abogado se había entregado el día anterior, después de huir del país y permanecer prófugo durante tres meses y medio. El viernes 4 de octubre de 2013 había pasado hacia Chile, por el paso Cristo Redentor, con su actual pareja.

 


Protagonizó esa fuga dos días después de un último intento de convencer a su hija, a través de un llamado telefónico, de que levantara la denuncia en su contra y dijera que lo había acusado solamente porque estaba enojada con él por otro motivo.

 


El supuesto padre abusador no ha declarado ante la Justicia por el delito que le imputan. El 21 de enero de 2014, cuando llegó al juzgado con sus abogados –uno de ellos es su hija mayor– y le dieron la audiencia de indagatoria, se limitó a contestar: “Soy inocente y me abstengo de declarar”.

 



Testimonio que lo desmiente

 


El relato vívido y absolutamente verosímil que su hija, de 14 años cuando ocurrieron los hechos, le había dado a la perito psicóloga de los tribunales, en entrevistas a través del sistema de Cámara Gesell, desmentían la afirmación del padre de que no la había atacado.

 


El testimonio de la nena, que presentaba signos evidentes de haber sido víctima de lo que narraba, fue una prueba fundamental para sostener la acusación de “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo”.

 


Más tarde, la defensa apeló la prisión preventiva, con el argumento de que el acusado no iba a evadir ni entorpecer la investigación judicial en su contra.

 


Pero la Cámara del Crimen Nº 1 confirmó la medida cautelar dispuesta por Palacios y el abogado continuó detenido.

 


Más tarde, sus defensores se anotaron un punto en una nueva estrategia: acordaron con el fiscal de Cámara Rodríguez un juicio abreviado, en el que el acusado recibiría una pena de tres años y medio de prisión.

 


El cambio fue posible gracias a un cambio en la calificación del hecho, que pasó de tener la calificación de “gravemente ultrajante” a la de abuso sexual simple.

 


La Cámara del Crimen Nº 2 aceptó el acuerdo con el argumento de que, con ese procedimiento, la víctima no tendría que sufrir un proceso de re victimización al tener que declarar en presencia de su padre y revivir todo lo que había sufrido.

 


 “Pero en este caso, la víctima es una chica que ya tiene 16 años. Está en condiciones de declarar en debate. Y lo que ella quiere es ser escuchada en esa instancia”, sostuvo Scarso, al expresar los motivos por los cuales se opusieron al abreviado.

 


Contó que, en una larga entrevista que mantuvo con la adolescente, ella le manifestó su voluntad de declarar ante el tribunal. Para ello, es necesario que su padre sea sometido al juicio oral.

 


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