SAN LUIS - Viernes 17 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Viernes 17 de Mayo de 2024

EN VIVO

El campo recuperó cuatro millones de animales

Por redacción
| 18 de mayo de 2014
La tendencia tocó las categorías más puras de cría, vacas, terneros y terneras.

A paso lento sigue el proceso de recuperación del rodeo bovino nacional. Por lo menos, hasta el cierre del año pasado, el stock llegó a más de 52 millones de cabezas, es decir, 4 millones por encima del piso de marzo de 2011 aunque lejos de los 60 millones contados al final del verano del 2007. Sin embargo, esta tendencia tocó las categorías más puras de cría, vacas, terneros y terneras, y no llegó a salpicar a las categorías más requeridas para la producción de carne, como novillos, novillitos y vaquillonas que todavía siguen estancadas en niveles similares a los del punto mínimo a los que se llegó tres años atrás.

 

El stock alcanzado en 2013 fue de 52 millones de animales.


Así lo aseguró el último informe del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que tomó un puñado de datos del SENASA Y MAGyP, los procesó y lanzó el documento de siete páginas con una mirada franca sobre las variaciones del sector, centrada especialmente en el arranque de 2014 con una breve comparación histórica, en especial con 2013.

 


En el primer trimestre de este año, el campo produjo aproximadamente 674 mil toneladas res con hueso, un 1,1% menos al primer trimestre de 2013, que generó 681 mil toneladas. Pero el número de animales faenados fue de apenas un 0,2 menos, es decir, bajó el volumen de carne pero no la cantidad de cabezas. Este desfasaje se debe al deterioro del peso promedio de las carcasas, que cayó de 222 a 220 kilogramos.  Según indicó el texto, la explicación está en una “creciente participación de las categorías de hacienda liviana en la faena total y una menor participación de los novillos”.

 


Para 2011, los novillos representaban el  26% de los bovinos faenados, y los terneros y terneras sumaban un 27%. Pero dos años después, su participación cayó a un 19% de la faena mientras que los terneros y terneras treparon hasta acumular una participación del 31%. Las vaquillonas no se quedaron atrás y subieron otros dos puntos porcentuales durante ese período.  Y parecería que este estilo seguirá, porque en lo que va del año “la participación de novillos está en un 18%, mientras que la de terneros y terneras asciende a un 32%”.

 


Pero al poner bajo la lupa la producción del primer trimestre 2014, con el mismo período del año pasado, los resultados que quedan son: 28,3 mil toneladas menos de carne de novillos (-15,5%), y en sentido contrario, 4,4 mil toneladas más de carne de vacas (+3,6%), 0,4 mil toneladas más de carne de toros (+2,8%) y cerca de 16 mil toneladas adicionales de carne de haciendas livianas de consumo (+4,5%).

 


La cuenta total deja un saldo de 7,4 mil toneladas menos que el año anterior, porque la expansión de la oferta de carne de haciendas livianas no fue suficiente para contrarrestar el bache que dejó la baja de la cuota aportada por novillos. “El perfil del rodeo bovino nacional, marcado por una recuperación en el número de vacas y en la producción de terneros que contrasta con el estancamiento del número de vaquillonas y la continua caída en el número de novillos y novillitos, ha determinado el único perfil de faena creciente factible bajo estas condiciones”, explicó el informe y desmenuzó cada una de estas palabras en números y tablas.

 


La tendencia dispuso en el mercado aproximadamente 358 mil toneladas de carne proveniente de haciendas livianas de consumo en el primer trimestre de 2013. Pero para los primeros 90 días de 2014, el volumen de carne de este tipo se expandió hasta aproximadamente 374 mil toneladas res con hueso.

 


Durante enero, febrero y marzo del ciclo pasado, la faena de hembras estuvo en el 42,3%, en tanto que durante esos meses, pero de 2014, la faena de hembras se ubicó en el 45,6% de la faena clasificada. Es decir, se faenaron aproximadamente 1,4 millones de hembras, casi cien mil más que las faenadas durante el primer trimestre del año 2013, un 7,7% más.

 


A lo largo de los últimos doce meses fueron remitidas a faena 5,7 millones de hembras, lo que implica un salto cuantitativo de un millón de cabezas con respecto a los valores registrados en el año calendario 2012.

 


La faena de hembras, en cabezas, creció moderadamente entre el período 2013/2014, mientras que la faena de machos cayó en términos moderados en un 6,0%, que traducidos implica una reducción de aproximadamente 100 mil cabezas. Esta retracción está dada por las categorías novillos y novillitos, ya que los terneros faenados aumentaron en relación al año anterior.

 


Para entender un poco cómo funcionó esta última categoría pero en las hembras, necesarias para mantener o aumentar el stock, el informe del IPCVA explicó que “la zafra de terneros 2012/13 alimentó el rodeo bovino nacional con aproximadamente 6,86 millones de terneras”, y “al asumir una tasa  de mortandad natural de los rodeos del 2%”, las pérdidas quedan en torno a las 720 mil hembras.

 


Sumamos de un lado, restamos del otro y la cuenta queda en que durante 2013 el ingreso neto de hembras al rodeo ascendió a 6,14 millones. Ahora bien, la faena cerró en  los 12,9 millones de bovinos, por lo tanto para mantener el stock de vientres sin variaciones, la faena de hembras “debería ser equivalente al ingreso de terneras al rodeo”, es decir, de 6,14 millones de cabezas.

 


Pero la buena noticia es que la faena de hembras cerró en 5,6 millones de cabezas, un número por debajo del nivel de equilibrio. Este dato fue corroborado por el stock bovino que al cierre del último año contabilizaron 755 mil vacas y vaquillonas más que en el comienzo de ese año. 

 


El documento también direccionó la brújula al exterior y abarcó los mercados internacionales. Según indicó en el primer trimestre de 2014, de la producción de unas 674 mil toneladas equivalente res, un 5,9% traspasó las fronteras (40 mil toneladas equivalente res). Así, el 94,1% restante quedó para el mercado doméstico y permitió hacer una estimación de disponibilidad de consumo por habitante al año, de 60,7 kilos.

 


En comparación a 2013, bajó en 0,7 kilogramos por habitante al año. El documento enlazó este fenómeno a los sobresaltos de la economía: “La leve caída interanual del orden de un 1% menos en el consumo aparente se dio en un contexto en el cual los precios corrientes al consumidor de la carne vacuna aumentaron, en promedio, un 44%”.

 


Según afirmó, este incremento estuvo “levemente por encima” de observados en “un conjunto amplio de bienes y servicios a lo largo del mismo período y tuvieron una tasa de incremento sensiblemente superior a la variación promedio de los salarios”. Y precisó las subas en los precios de cada una de las categorías de animal: “Los terneros subieron un 46%, la hacienda liviana de consumo destinada a faena avanzó un 45%, mientras que los novillos pesados para exportación tuvieron un alza del 56%; y como se mencionó, los precios al consumidor subieron un +44%”.

 



Una última revisión

 


Todos estos números dejan entrever que una mano externa al sector manipula las reglas del juego y, para sobrepasar esos movimientos, los productores de Argentina transitaron por distintas decisiones productivas. Esto explica en parte por qué se dio una paulatina recuperación del stock ganadero con un aumento de la disponibilidad de categorías livianas de consumo, “que principalmente bajo el sistema de engorde a corral, derivaron en una creciente oferta de terneros/as y vaquillonas desde el segundo semestre del año 2012, y que se proyecta hasta la actualidad”. Y en contrapartida, mostró cómo la escasez de novillos continúa con fuerza también hasta estos días.

 


Esto impactó directamente en el volumen dado que, si bien en 2013 se faenaron 12,9 millones de animales, hubo una mayor participación de categorías livianas que trajo como resultado un menor volumen de producción porque el peso promedio de los animales estuvo en cinco kilos por debajo del ciclo anterior.

 


Lo único para rescatar es la recuperación del stock bovino de los últimos dos años estabilizó la situación de crisis en la que estuvo sumergida la industria frigorífica a partir del año 2010. “La mayor disponibilidad de hacienda liviana destinada a faenas de abasto al consumo interno, mejoró los niveles de actividad de la industria frigorífica”. Aunque todavía hay puntas del negocio que siguen golpeadas como la de las industrias enfocadas a los mercados internacionales que “sufren por la pérdida de competitividad y con costos crecientes siguen por debajo de los niveles de actividad alcanzados hacia el final de la década pasada”.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo