12°SAN LUIS - Miércoles 01 de Mayo de 2024

12°SAN LUIS - Miércoles 01 de Mayo de 2024

EN VIVO

Bruno Gelber lució sus dedos mágicos en San Luis

Por redacción
| 17 de marzo de 2014
El artista agradeció los cálidos aplausos

La sala Hugo del Carril se vistió de gala para recibir al concertista Bruno Gelber.El pianista interpretó obras del compositor clásico Ludwing van Beethoven.
Gelber, quien figura entre los cien mejores pianistas del siglo, realizó más de 5.000 shows y es uno de los mayores exponentes de la obra de Beethoven -en este caso- de Chopin y Brahms. Como en aquellos tiempos (o lo que nos cuentan las películas) cada presentación de éstas incluía a todas las clases sociales, donde se hace presente la alta alcurnia, autoridades, el clero, la prensa y algunos snobs. Se lucieron las mejores pilchas, incluso gestos atípicos (¡hace cuánto no se daba una propina al acomodador!).
En el recinto hay tanto silencio que se escucha al boletero desde la puerta. El programa del concierto muestra el repertorio y una voz en off pide no aplaudir hasta que terminen los movimientos, para la concentración del artista y el aprecio del público. La Primera Parte consta de los tres movimientos de la Sonata Nº 14 en do menor "Quasi una fantasía", op. 27, Nº.2, el archiconocido “Claro de luna”, y la Sonata Nº 21 en Do mayor, op. 53, “Waldtein”. A partir de allí el público es testigo del desempeño de uno de los artistas argentinos contemporáneos más exquisitos en su género.
En distintos pasajes la gente aprecia con gracia sus dedos agitados, no revueltos, en los que no hay secuelas del accidente que tuvo.
Es claro que las manos llevan una rutina de ejercicios pero el cerebro también es un músculo: el Maestro interpreta la obra sin leer partituras.
Descendiente de artistas, su férrea vocación lo llevó a ser el número uno en Argentina (durante dos décadas fue el mejor pianista nacional), incluso la envidia de un maestro escolar: en un corte entre sus temas, algunos ansiosos aplauden y el Maestro con mano firme los silencia con un solo ademán. La infaltable tosecita opaca algunos momentos pero es peor el cabeceo de la gente buscando ese ringtone fastidioso. El "shh" molesta más.
Aplausos al final de la primera sección y fin del acto con un intervalo rejuvenecedor. La Segunda Parte comienza con la Sonata Nº 8 en do menor, Op. 13 “Patética” (se llama así, su ejecución es magnífica) y la Sonata Nº 23 en fa menor Op. 57 “Apassionata”. Con sus falanges en vuelo, entre abanicos y suspiros, aprueban la habilidad del artista. El público aplaude de pie, y ovaciona con fervor. Tal vez en las antiguas tertulias pasaba, acá la gente menea la cabeza o mueve la patita cual hits (pero no se pide “otra!”). El Maestro abandona el edificio.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo