Diez años del "Ni una menos"

Diez años del Movimiento #NiUnaMenos, un suceso cuyo inicio se dio el 3 de junio del 2015, impulsado por el femicidio de la joven Chiara Paez. Un suceso revelador de angustias contenidas que se convirtieron en un grito colectivo contra la violencia machista en nuestro país.

Chiara tenía 14 años, vivía en Rufino, Santa Fe, su novio Manuel Mansilla de 16 años la mató a golpes y enterró en casa de sus abuelos el 9 de mayo de 2015, el 10 de mayo se descubrió su cuerpo, mientras Mansilla y su familia comían un asado, ella estaba embarazada.

La periodista Marcela Ojeda, el 11 de mayo de 2015, hizo un tuit que decía: “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales… mujeres, todas, bah… ¿No vamos a hacer nada? NOS ESTÁN MATANDO.” A partir de allí se fue gestando la organización de una movilización en las plazas de todas las ciudades que se materializó el 3 de junio de 2015, la concurrencia fue masiva.

El femicidio de Chiara se sumaba al de todas esas mujeres y niñas descuartizadas, empaladas, quemadas, torturadas a diario. A las historias de cuerpos y vidas rotas que se habían vuelto un número más en la crónica policial: como no podían tenerlas, las mataban y las tiraban en descampados o en el patio de una casa –¡en bolsas de basura!– como si fueran cosas, como si sus vidas no hubieran valido nada.

Ana Correa, otra de las periodistas, lo resume: “El tuit de Marcela logró sintetizar lo que muchas mujeres estábamos sintiendo. Todas necesitábamos encontrar una forma de gritarlo. Era imposible no sentirse interpelada por ese “¿No vamos a hacer nada? Nos están matando”. Fue el llamado colectivo y espontáneo para no permitir que todo siguiera como estaba.

El movimiento #NiUnaMenos se constituye como una lucha colectiva sostenida por miles de mujeres y disidencias que, durante esta década, ocuparon calles, denunciaron impunidad, exigieron justicia, memoria, políticas públicas y cambios estructurales para erradicar las violencias machistas y el después…su incidencia ha sido clave en la conquista de derechos fundamentales como la Ley Micaela, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley de Paridad de Género, la implementación de la Educación Sexual Integral y el fortalecimiento institucional en áreas con perspectiva de género en todos los poderes del Estado, sólo por mencionar algunas.

Se trató de un acontecimiento que como el filósofo Imanuel Kant, contemporáneo de la Revolución francesa dijo, reveló una disposición moral, la más elemental de la naturaleza humana, la más universal: nuestra libertad, igualdad y dignidad como seres humanos.

El observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, informa que en el año 2024 se registraron 322 femicidios en la Argentina, lo que equivale a un femicidio cada 27 horas, y que en lo que va del 2025 esta tendencia se mantiene. Al 30 de mayo, se registran 108 femicidios. Desde aquel 3 de junio de 2015 se han registrado 2827 femicidios en nuestro país.

El Observatorio “ELLAS NOS FALTAN”, de la Provincia de San Luis, informa que desde el 2015 hasta la actualidad se relevaron 28 casos de femicidios: Denisse Frescia, Adriana Gonzalez, Romina Aguilar, Tamara Olguin, Florencia Di Marco, Carla Pereira, Paola Heredia, Marta Olmos, Patricia Menedin, Dalinda Quevedo, Elsa Barroso, Tamara Gomez, Johana del Valle Moran, Florencia Magalí Morales, Mónica Ramos, Laura Godoy, Johana Galdeano, Jessica Luciana Castro Pérez, Dora Arce, Fernanda Lucero, Mirta Escudero, Soledad Salazar, Norberta Selva Díaz, Margarita Azucena Quiroga, Zoe Abigail Perez, Anahí Robledo Yuvero, Lourdes Rosales y Marta Magallan.

Estas cifras reflejan una realidad persistente y alarmante, a pesar de los avances legislativos obtenidos en la última década convirtiendo a este movimiento en un faro de lucha colectiva frente al avance de discursos negacionistas y la pérdida de políticas públicas de género; como señala la antropóloga feminista Rita Segato, “los femicidios no son hechos aislados, sino expresiones extremas de un sistema patriarcal que busca disciplinar y controlar los cuerpos de las mujeres, reproduciendo estructuras de poder desiguales y violentas”.

La eliminación de programas específicos para mujeres en situación de violencia, el vaciamiento del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y la reducción de presupuesto en políticas de género son retrocesos inadmisibles que requieren respuestas claras desde los territorios, aún ausentes. Según informes periodísticos, el recorte del 82% en el programa ACOMPAÑAR entre enero y abril de 2024, destinado a asistir a víctimas de violencia de género, redujo drásticamente el número de beneficiarias, pasando de 34.000 en 2023 a solo 434 en 2024. Asimismo, la Línea 144 sufrió un recorte del 28% en su presupuesto, afectando la atención y contención de mujeres en situación de violencia. Estas medidas de ajuste y desfinanciamiento han generado un aumento en la vulnerabilidad de las mujeres y diversidades, dificultando su acceso a recursos y apoyos necesarios para salir de situaciones de violencia, y evidenciando una desprotección estatal que contribuye al incremento de los casos de femicidios y violencias de género.

Es necesario recordar que el Estado tiene un compromiso indelegable con la promoción de derechos, la igualdad y equidad de género y la erradicación de toda forma de violencia hacia las mujeres y disidencias, tal como lo establecen normativas internacionales, nacionales y locales y, por eso, homenajear el movimiento #NiUnaMenos no es sólo un acto simbólico, sino un posicionamiento político en defensa de la vida, la dignidad y los derechos humanos de las mujeres y disidencias.

Por cada una de ellas seguimos gritando #NIUNAMENOS y que tiemble el Estado!!, como recalca la “Canción Sin Miedo” de Vivir Quintana. Porque si tocan a UNA, respondemos TODAS!!!