La Justicia rechazó el freno a la causa por pornovenganza y los acusados irán a juicio
El Tribunal de Impugnaciones confirmó que Yaccarini y Oliveri serán juzgados por amenazas, difusión de imágenes íntimas y desobedecer una orden de restricción.
El Tribunal de Impugnaciones de San Luis ratificó que Tatiana Yaccarini Iascula y Diego Oliveri seguirán siendo juzgados por amenazas, difusión de material íntimo y desobediencia judicial. La defensa había pedido cerrar el caso por exceso de tiempo.
La causa que investiga uno de los episodios más graves de violencia digital en San Luis dio un paso clave hacia el juicio oral. Este martes, el Tribunal de Impugnaciones rechazó el planteo de prescripción presentado por los abogados de los imputados y confirmó la resolución de la jueza de Garantías 4, Luciana Banó. El caso, que tiene como denunciante a Gabriela Fernández Aberastain, continuará con la audiencia de admisión de pruebas fijada para el 22 de julio.
Tatiana Yaccarini y Diego Oliveri están imputados por distribución indebida de correspondencia, amenazas y lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género, además de incumplimiento de una orden judicial, en concurso real. Ambos acusados no pueden acercarse ni contactar a la víctima. Además deben abstenerse de mencionarla virtualmente e incluso de acceder a sus redes sociales.
Los defensores Marcos Juárez y Ramiro Rubio habían argumentado que ya habían pasado más de cinco años desde el inicio del expediente y que ningún trámite interrumpió los plazos legales. Pero tanto la jueza Banó como el Tribunal de Impugnaciones sostuvieron que hubo actos procesales que renovaron los plazos y que, además, el caso requirió una investigación compleja.
La fiscal especializada en Género, Antonella Córdoba, señaló que no hubo vulneración al principio del plazo razonable, ya que se produjo abundante prueba, incluyendo testimonios e informes periciales, y que ninguno de los acusados estuvo privado de libertad. La querella, representada por Santiago Olivera Aguirre, acusó a la defensa de intentar dilatar el proceso para evitar el juicio oral.
Según la acusación, Oliveri hostigó a su expareja en marzo y abril de 2020 con amenazas y agresiones, y difundió imágenes íntimas suyas que terminaron viralizándose. Yaccarini, quien por entonces era pareja de Oliveri, habría reenviado ese contenido desde cuentas falsas y también habría amenazado a la víctima y a sus hijos, violando una orden de restricción.


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