La dueña de una derecha que pateó hacia la historia

Se paró frente a la pelota con la decisión de las que saben que tienen enfrente una oportunidad única. Alcanzó a ver que la arquera de River se escondía levemente detrás de la barrera y supo, en ese momento, adónde mandaría el bombazo. Y allí viajó la pelota en el aire de un estadio Juan Gilberto Funes que se llenó de gol.

La responsable del grito fue Carla Lescano, defensora central de San Luis Fútbol Club y encargada de los tiros libres que están lejos del arco, un cartel que se ratificó poco después que la árbritra pitara la falta a favor del local y el DT Leandro Páramo le diera el visto bueno para la ejecución.

Por eso, Lescano salió corriendo a abrazarlo apenas la pelota tocó la red. Pasaron pocos segundos hasta que todas sus compañeras los rodearon. “Estoy muy orgullosa del grupo que formamos, supimos superar las malas rachas”, dijo la tucumana de 24 años que desde los 20 está en el club puntano.

Con el jueves como día libre, Carla aprovechó para descansar luego de un trajín largo de partidos que se repetirá por una semana más. El domingo tienen que viajar a Buenos Aires para enfrentar el martes a San Lorenzo y el otro fin de semana recibir a SAT antes de tener fecha libre y merecido descanso.

“Estamos muy contentas pero muy cansadas. Tuvimos jugadoras lesionadas que nos acortaron un poco el plantel y el esfuerzo es más grande del previsto”, dijo la joven de la derecha potente.

El gol que hizo Carla y que le permitió al conjunto puntano imponerse a River tiene un trasfondo desconocido en cuanto a la intimidad familiar de la defensora. Su madre está pasando por un delicado momento de salud que hizo que Lescano estuviera pendiente de lo que pasa en Tucumán, además de lo que sucede en la cancha.

“El partido contra Talleres –dijo la tucumana- también fue un conjunto de emociones pero trato de no transmitirlas en la cancha”. En el plano futbolístico, Lescano empezó a ser titular hace cinco partidos luego de estar en el banco por varias fechas, algo que reafirma su idea de que “las cosas pasan cuando tienen que pasar”.

Nacida en Estación Aráoz, un pueblo muy pequeño del interior tucumano, la joven se dedicó al fútbol desde chica, como una continuidad de una familia muy interesada en la pelota con hermanos y primos que jugaban en los patios. A los 14 años se fue a un club femenino de la capital tucumana y luego pasó a Atlético, uno de los dos grandes de su provincia.

Tras un paso por Racing y un regreso fugaz al Decano, Lescano recibió el llamado de Carlos Castiglione el primer técnico de San Luis Fútbol Club, cuando el equipo militaba en la C. “Era un desafío muy lindo porque no conocía la provincia y me entusiasmó la idea”, recordó.

Si hay algo que le borra la felicidad a la goleadora del miércoles es la lejanía con su familia, pero por el resto siente que en San Luis encontró un espacio donde desarrollarse. “Me han tratado muy bien y estoy muy cómoda. Este año tuve otras propuestas para cambiar de club pero las rechacé. Me está costando soltar”, bromeó.